viernes, 20 de marzo de 2020

DESDE MI TORRE: A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES

Viñeta de Manel Fontdevila en eldiario.es


Toda España estaba expectante anteayer, a las nueve de la noche, esperando las palabras del Jefe del Estado, el Rey Felipe VI, tras el peñazo publicitario que de su comparecencia pública nos habían dado todos los medios televisivos muchísimas horas antes.

¡Ah, oh, uf!, se pensaba desde todos los domicilios-cárceles a los que nos ha confinado esta alarma general de obligado cumplimiento. ¡Ya era hora!, se decía desde todas las celdas de aislamiento del país. ¡Verás, verás, como este Rey sí que es el de todos los españoles y no el emérito-descrédito de su padre, al que ha tenido los bemoles de quitarle hasta la paga! ¡Verás, verás, como este ya no es como el fundador de su dinastía, Felipe V; ni como el Fernando VII que vendió a España y metió en nuestra Patria a un Bonaparte; ni como Isabel II, que era capaz de acostarse hasta con las estatuas efebas de Palacio, y a la que sólo cupo el honor de dar nombre al Puente de Triana; ni de su tatarabuelo, el pusiláneme Alfonso, más cursi que un pastel de crema y que bebió brevemente los vientos, en el palacio sevillano  de los Montpensier, por su prima Mercedes, de corta vida real y eterna en el romance por bulerías de Bernarda "La de Utrera"; ni como su bisabuelo, que aumentó la población de España a pesar de que decían sus amantes que era bajo de carácter de las partes nobles ni de su abuelo, que en la Corte de Estoril, en su Villa Giralda, recibía los versos de Pemán y de afectos a una monarquía casi extinguida, al buen jamón de Jabugo y al jerezano Tío Pepe...!Ya verás, ya verás cómo nuestro Felipe va a contar a esta España democrática las verdades del barquero, va a desenmarañar los múltiples escarceos de su padre con una tal Corinna, y varias otras presuntas del amplio muestrario, y va a diseccionar, para que todos sus súbditos nos quedemos tranquilos, todo el asunto de las habituales mordidas... ¡Ah, oh, uf! Y el país, totalmente volcado para escuchar sus palabras, que ya llegaban una semana tarde, y que salieron durante seis minutos de unos labios nerviosos y un porte inadecuado, dándonos a entender su incomodidad, se quedó con una cara de lelo impresionante. Ya no había ni ¡uf, ni oh, ni ah¡, sino un sentido de estafa general y mofa colectiva por medio de quien tiene la suma obligación, como Jefe de Estado, de hablar claro a su pueblo, y más en unas circunstancias muy difíciles para todos. No dijo nada de lo que al pueblo interesaba, y sólo cuatro pegotes sobre la solidaridad y la unión por la pandemia del Corona Virus; unión y compromiso colectivo que el pueblo español ya había puesto en marcha, una semana antes, dando ejemplo, como siempre, a unos políticos que sólo miran por sus intereses y a un rey que sólo ruega al Congreso tener la boca cerrada.

¡Qué pena de tantos esperanzados ¡ah, oh y uf! ¡A buenas horas, mangas verdes, como se decía en las épocas nefastas de la Santa Hermandad por aquellas calendas de otra monarquía: la de los Reyes Católicos! ¡País! 

miércoles, 18 de marzo de 2020

DESDE MI TORRE: ME DIJISTE MUCHAS COSAS...



Han pasado dos años y algunos meses desde que me escaqueé de estas páginas para dedicarme al bendito placer de hacer lo que siempre quise durante 42 años de trabajo: levantarme a la hora que me apetecía, y no a las seis del alba; tener tiempo para leer; cuidar mis macetas de geranios y gitanillas; salir con mi amigos sin las prisas impuestas por las obligaciones; descansar a pierna suelta en una siesta de catálogo; pasear sin prisas contemplando con serenidad el paisaje hermoso que me rodea; brindar a la hora del Ángelus con tres buenas copas de manzanilla; convertirme, cuando me daba la gana, en un Arguiñano de la cocina familiar y poco más, que no tiene mi vida trascendentales etapas que cubrir, ni preocupaciones que me agoten, ni deberes, ni deudas, ni remordimientos que no me dejen dormir, siempre soñando con los cuatro angelitos que tiene mi cama.

Pero en estos dos años de asueto, que yo creía tranquilos tras la masacre económica del nefasto 2008, han pasado muchas, muchas cosas, como reza la canción, todas ellas engañosas, pero que yo, iluso desde nacencia, me las creí a pie juntillas.

En el panorama político todo se movía como dentro del vaso de una batidora recién estrenada. Pedro Sánchez se removía en su seno, a costa de vueltas y vueltas de elecciones fallidas, con la idea fija de llegar a ser Presidente, unas veces con el miedo de tener que acostarse con Pablo Iglesias y sus secuaces y, otras, argumentando que no tenía más remedio que pagar la puta y la cama si quería llegar a dormir en su nuevo colchón de La Moncloa. La cordobesa Carmen Calvo, con más años en política que los cimientos de la Torre del Oro, ejerciendo de kelly, acompañada por un tutorial de ministros/as neonatos/as que, al rematar la faena ajustando sobre la cama presidencial el edredón de plumas, sentían sueños húmedos y, en su más pérfida acepción, es que se corrían vivos/as. Ya estaban en el Poder después de tantos chascos. Ya de nuevo volvían al Palacio donde Adolfo Suárez se cuidaba de guardar en sus roperos los yugos y las flechas del rancio Movimiento; donde a Calvo Sotelo no le dio ni tiempo de afinar el piano;  donde Felipe cuidaba sus bonsais en sus pocas horas libres; donde Aznar sacaba a diario su breviario de mentiras, hasta enfrentarnos en una guerra singular; palacio en el que Zapatero cuidaba su jardín de bambis y soñaba que a España le crecían brotes verdes; Rajoy se zumbaba anulando y anulando medídas anteriores de los sociatas, mientras leía todas las ediciones de Marca, y se emborrachaba festejando la moción de censura, como si le hubiesen hecho una fiesta de cumpleaños...

Y después de tantas cosas, tantas cosas, llegó para colmo el coronavirus, ese bichito, al que han dado en nombrar COVID-19, y que yo, de siempre desconfiado, creo, aunque han alertado diciendo que NO, que es un virus creado en un laboratorio de no sé donde, aunque sí se pueden argumentar sus motivos. Cuando esto pase, nuevamente los ricos serán más ricos y los pobres seremos más pobres, por mucho que cierren durante quince días, un mes, o un año, todas las grandes superficies y los negocios de las grandes multinacionales, que, al fin y al cabo, siempre serán los dueños del mundo y seguirán imponiendo sus leyes para hacernos esclavos definitivamente.

Lloran en mi Ciudad por no poder salir las procesiones en la Semana Santa por esta pandemia, aunque se olvidan de que el virus santo de la lluvia dejó sin procesiones a Sevilla en no pocas ocasiones, y de que las hermandades, durante todo el año, sacan a sus titulares, por pelito que voló, durante todos los meses del año. Es más, ya hay quien dice, desde el espíritu diocesano, que hay que sacar algunas imágenes cuando esto pase para dar gracias a Dios. De nuevo el enfrentamiento entre la Fe y la Ciencia. 

Han pasado muchas cosas desde que dejé de asomarme a esta ventana de opinión. Una ventana en la que se divisa, desgraciadamente, el mismo paisaje: la nulidad del pensamiento propio y  natural de la raza humana -por cuya defensa han muerto tantos millones de criaturas inocentes-, las imposiciones de las palabras que expanden los poderes fácticos, y la dejadez política, esa que está salvada, por fortuna para ellos, por el alelamiento de una población, de un país, que sólo quiere salvarse a sí mismo, pasando de lo que dicen sus políticos.


sábado, 10 de noviembre de 2018

CUADERNO PARA NO LEER: IMPOTENCIA

IMPOTENCIA
¡Qué ansiedad del que ansía lo inalcanzable,
qué soledad de eco insatisfecho,
qué revuelo de alas sin ser ángel,
hombre que lleva entre sus pies barbecho!

¡Qué amargo es tener furia y no poder
lanzar al aire su grito y sus razones!
Algo me oprime, me deja eternamente mudo
sin voz y sin canciones.

¿Cuándo llegará el día que yo pueda
tener la libertad, gritar al cielo,
repleta ya mi alma de sonrisas
y sonreirme luego?

miércoles, 26 de septiembre de 2018

DESDE MI TORRE: DE VUELTA AL CURRELO


Se iniciaron las clases de párvulos casi en la primera semana del mes. Los institutos abrieron sus puertas el pasado 17 -aunque ignoro si hay comunidades que inician sus cursos en otras fechas-. Algunas universidades de todas las siglas -para el chaparrón que les está cayendo-, si no abren, mejor. Volvieron a la normalidad tras las vacaciones de verano los vendedores, jefes y personal de servicio de los grandes almacenes, los pymes, los albañiles volvieron a los andamios y a las zanjas, los parados a las larguísimas colas del INEM, los pedigüeños a sus esquinas, los curas a sus misas. Para volver, volvió hasta la calor asfixiante cual si estuviésemos malditos por un cambio climático en el que no creen los principales gobernantes del mundo: esos golfos que son los amos de nuestras parcas retribuciones, los que envenenan nuestras comidas de usos cotidianos, los que nos controlan y vigilan a través de satélites muy sofisticados, los que hacen posible que más de un cuarto de la Humanidad muera de hambre, de sed, y de enfermedades imposibles de erradicar que, en días no muy lejanos, se volverán en contra de todos los humanos mientras ellos se pegarán la vida padre en bunkers de lujo. ¡Pero qué triste quedarse solos en este mundo que se han cargado acaparando lo que jamás van a disfrutar con su avaricia!

Pues bien, dejemos de filosofar de un futuro que cada día nos amanece más corto, y centrémonos un poco en el diario batallar de nuestro país, en el que cada día se representa una comedia vergonzosa de la que son artistas consagrados los principales responsables de salvarnos en esta difícil partida de ajedrez que todos van a perder, nosotros los primeros.

Aquí el pueblo español es lo de menos, no importa, aunque a ellos se les llenan sus bocas cuando se acercan las elecciones. Ahora están en la refriega de las cloacas del Poder: que si los masters regalados; que si los doctorados plagiados; que si las conversaciones amenazantes de un antiguo Comisario que tiene tan en vilo a España que puede derrocar a la Corona; que si la Justicia tiene menos crédito que un pordiosero en cualquier banco; que si Sánchez debe dimitir porque ha llegado a ser Presidente por medio de una moción de censura, aunque esté contemplada en la Constitución; que si Ana Pastor admite preguntas que no están en el orden del día; que sí, que sí, que no, que no, que a La Parrala le gusta el vino, como cantaba La Piquer en sus años gloriosos...; que si la Montón, la ministra Delgado, Pedro Duque en los últimos latidos..., todo menos trabajar por el país al que dicen representar.

¿Pero cuándo, en sus planes, en el de todas las fuerzas políticas, derogar la Ley Mordaza; para cuándo la anulación de la reforma laboral que hizo el PP; cuando el cumplimiento de la ley de transparencia, la equiparación de las pensiones con el IPC, la ley de dependencia...? No les interesa a ninguno de los partidos que se reparten la tarta de nuestros obligados impuestos. Ya es hora de la anulación de un Senado que no sirve para nada; el de convocar un referéndum para que el pueblo se decline libremente en las urnas si quiere o no quiere Monarquía -doble en nuestro caso-; el de suprimir de una vez todos los aforamientos; el de reglar con penas de cárcel e inhabilitaciones de por vida a todos los corruptos. Y es hora de que todos los políticos cumplan las leyes a rajatabla y con su ejemplaridad, las hagan cumplir a los ciudadanos.

No podemos vivir en un país en el que los ricos han crecido como hongos mientras que muchos millones de su población se encuentran en exclusión social, muchas familias no tienen para comer y cientos de miles de niños se alimentan de la caridad. No se puede vivir en una España en la que también crecen los hospitales privados en un 80%, mientras que en la seguridad social pública hay que esperar un mínimo de 6 meses -si es que te citan, que esa es otra, dicho por las propias enfermeras- para recibir la atención debida a un problema grave. Estoy hablando en general, pero en Andalucía, a la cola de todos los problemas, se agravan todos los baremos mientras que a nuestra Presidenta se le hace la boca agua  enarbolando siempre su gran amor por la tierra a la que representa.

Los políticos ya llegan tarde a clase. Llevan semanas vergonzosas tirándose a la cara la mierda de sus mezquindades. Y todos nosotros aguantando, esperando a que estos vagos de solemnidad inicien el curso, aprueben leyes en favor del pueblo y se impliquen en sus muchos problemas.

Siempre, y ustedes lo saben, he abogado por el voto en blanco. Un voto en blanco que sirva y sume como el que más para rebajar la nómina de diputados que, en muchas ocasiones, ni asisten al Congreso, a su trabajo, a su chollo, a lo que debería ser su responsabilidad. Pero les da miedo de que el voto en blanco valga, tienen terror a la reforma de la ley electoral, y auténtico pánico cuando hasta los propios viejos -ignorados desde hace muchas décadas- aspiran a acercarse a las puertas del Congreso para reclamar sus derechos. ¡País!

martes, 18 de septiembre de 2018

DESDE MI TORRE: CON 350 BASTA Y SOBRA


Ya no caben más en el hemiciclo. No entran más aprovechados en el edificio de la Carrera de San Jerónimo, más inútiles, más vecindonas de corral, más masterizados de camelo, más vagos y más buscones políticos (?) de un poder que todos y cada uno de ellos quieren eternizar para siempre.

El pueblo ya está harto de tanta vana palabrería, del "y tú más que yo", de las innumerables peleas de comadres mal avenidas, mientras que absolutamente nada se soluciona entre esos 350 vividores, muy bien remunerados, que no le pegan un palo al agua ante los múltiples problemas y carencias que tiene nuestro país. Sigue y sigue sin arreglarse la tan cacareada reforma laboral, la ley mordaza, la de la educación, la de la sanidad, la de los penosos temas del paro y los de la pobreza ínfima, los de la doble monarquía, los seculares pactos Iglesia-Estado a pesar de que seamos un país aconfesional, los de la economía sumergida, los de los salarios deprimentes... A estos 350 trincadores sólo les importa guardar sus sillones, y cualquier debate en el Congreso sólo sirve para hablar de plagios de tesis doctorales, de másters falsos, de títulos académicos regalados y de gilipolleces. Y mientras siguen con los improperios entre uno y otro partido, los ciudadanos que les votan siguen esperando que comiencen ya a trabajar en serio, a batirse el cobre por los problemas que a todos nos atañe. ¿Qué coño nos importará a todos que Pedro Sánchez, o Casado, o Rivera, o quién sea, tenga el título de doctor o el de practicante de un ambulatorio, que sea doctor o doctorando -que es gerundio-, que se saque la carrera de abogado, como Casado, en un par de meses, o que, ante la marea presente, con mar de fondo, Rivera vaya rebajando su titulitis hasta casi llegar a simple bachiller con mala nota?

El pueblo simple y llano, el que con sus impuestos da de comer y enriquece a estos ineptos de solemnidad, quiere soluciones a sus problemas y no el toma y daca académico de estos indeseables.

Quiere un Presidente que presida y no se rectifique en sus labores, cada dos por tres, como hace una pobre vieja haciendo punto de crochet. Quiere que cada Partido aguante el palo de su vela en debates del Congreso que deberían ser valientes, limpios y sin bulos gratuitos de por medio. Quiere que se trate con valentía el tema de la Monarquía -dos reyes en vez de uno- y si España se inclina más por una República soberana que por la actual gobernanza de un Estado que nadie sabe por dónde va. Quiere que no se interprete una moción de censura -como la que ha hecho Sánchez- como un golpe de Estado, ignorando el que dio Franco en 1936 y el que intentó dar Tejero, apoyado por muchos generales, y se dice que por la propia Corona, en 1981. Quiere que España -un país tan ejemplar en muchas cosas- respire de una vez lejos de los espectros del franquismo, lejos de fantasmas; que su juventud no crezca en el odio de las dos españas, que nuestra juventud no esté triste, sino viva, que jóvenes con varias carreras no tengan que emigrar a otros países como mano de obra especializada mientras, si se quedan aquí, puede que trabajen de camareros o en los servicios de limpieza municipal de cualquier ciudad.

Hay que derribar muchos muros aún en nuestro país. ¿Y qué hacen estos 350 hombres/as que sólo saben pelearse entre sí para lograr nada? Tenemos un Presidente sin mayoría -aunque la moción que lo ha subido a presidir la nación es totalmente legal y está recogida en nuestra Constitución-; dos Reyes; dos PPs con Casado y Rivera, dos derechas gemelas; dos visiones irreconciliables de la Justicia; presos políticos; autores en búsqueda y captura -aunque Europa es sabia y no comparte algunas extradiciones-; pero eso sí: muchos gritadores, mangantes y gente de mal vivir sentados en los escaños del Congreso. Que se salve el que pueda de esos 350. 

Bien saben cuidar los diputados de todas las siglas de la paja volátil mientras no reparan en la importancia del grano. Para estar nuestro país en el lugar pésimo que ocupa en todos los órdenes, sobra mucho personal en el Congreso, y muchísimo si le añadimos los que crecen a la sombra de las autonomías -¿verdad, Susana Díaz? Con tres o cuatro personas inteligentes bastaría en el Congreso de los masterizados, y cero patatero en esos des-gobiernos de las llamadas comunidades autónomas.

martes, 7 de agosto de 2018

DESDE MI TORRE: EL CALOR Y EL BOCHORNO


Este calor que se nos ha venido encima desde el inicio de este mes, al que, al menos en Andalucía, estamos acostumbrados desde hace muchos años, es un calor, o una calor, de tronío, de las que se recuerdan en las odiosas comparaciones de todos los veranos. Este año están siendo unos días, ya que, al parecer, esta ola de fuego empieza a remitir a partir del jueves. Dios quiera ganarle la batalla al griego Helios, más que nada no por la propia calor, sino por la factura eléctrica que se nos avecina por mor del necesario uso del aire acondicionado y por el asalto a mano armada -permitida por todos los gobiernos de turno- de las insaciables compañías suministradoras. Aparte de estos devoradores de nuestras nóminas, la única que sale ganando con los termómetros a tope es la Cruzcampo

Pero bien: dicho lo dicho el calor es más o menos soportable. Mas, ay, del bochorno. Ese nadie lo soporta. Y si nadie es capaz de soportar el bochorno climático, con un cielo cargado de tormentas secas en el que sólo lucen los rayos, es totalmente imposible soportar el bochorno político de este nuevo advenedizo a la primera línea de fuego que es Pablo Casado, el recién elegido presidente nacional del Partido Popular. No ha parado de mentir desde antes de subir y después de ser subido al pedestal en las primeras primarias: unas veces tapando la prevaricación administrativa y cohecho impropio en el "regalo" de su máster, un regalo académico por su relevancia política según dicta la juez que lleva el caso. Pablo Casado, al fin y al cabo, es como una Cifuentes, compañera de partido tan singular, que niega la evidencia. Claro, que el hombre más importante ahora del PP es aforado, que casualidad, y a los aforados es más difícil meterles mano, porque está claro que el Tribunal Supremo intentará dejar correr los tiempos hasta que todo se olvide, al menos que dé a todos los españoles una lección de valentía. En otras ocasiones repetitivas, este señor se aferra a vivir en la mentira diaria lanzando bulos de todo punto incomprensibles. 

Con ser lo del máster y las convalidaciones un tema muy importante, que debe aclararse a la mayor brevedad posible para que el pueblo crea en sus instituciones y en una democracia real, me parece de bochorno total las trolas que el tal elemento de una clase política -por cierto muy desprestigiada- ha intentado colar a toda España, contra el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, con el tema candente de la inmigración. Menos mal que en ese tema casi la totalidad de los medios de comunicación del país y de la Comunidad Europea no han vuelto la mirada y han analizado los gestos del presidente pepero con la contundencia que se merece, desmontando uno por uno todos los puntos mentirosos que, como su máster, ha hecho del drama de los inmigrantes, queriendo hacer de él otro márketing político inventándose una alarma, totalmente inflada que no existe: "no hay papeles para todos, millones de africanos..." Hay que tener muy poca decencia personal y, por supuesto, política para caer en este lodazal de mierda que sólo puede habitar en la mente de un líder que se acerca más a la derecha extrema y a las propuestas fascistas de Matteo Salvini. Tal para cual.

Comenzó a airear, mintiéndonos a todos, que Pedro Sánchez fue a visitar la llegada del "Aquarius" para hacerse los reportajes de rigor, aún sabiendo que nada de eso estaba más lejos de la verdad. Él, este señorito que se convierte en rey de las grandes patrañas, sí que después de querer echar a todos los inmigrantes que vienen a España, acompañado por una cohorte de políticos como Juan Ignacio Zoido -el exministro de Interior-, abrepuertas, recogecosas y abrazafarolas de su Partido, con la participación de decenas de cámaras y medios periodísticos, no dudó en encaminarse dos días después a la frontera ceutí del Tarajal, para, en un acto lamentable, cambiar su anterior alarma por un paternalismo abochornante. Lo que pocos días después, aunque, sin estrechar las manos de los africanos "que tanto daño nos hacen", repitió su marca blanca de Ciudadanos, a cuyo líder, Alberto Rivera, no cree ya nadie y está más perdido que el célebre Barco del Arroz de la leyenda gaditana.

Pues nada. Creo que a Palencia, ciudad natal de este ínclito salvador de la Patria, se le va una ocasión de oro si no le erigen un gigantesco monumento en bronce dando su mano derecha a los inmigrantes y sosteniendo en su izquierda el máster de sus cuitas y pesares. Así, de pronto, se me ocurre una leyenda para que quede constancia de el porqué de esta escultura monumental: "Al Excmo. e Ilmo. Sr. Don Pablo Casado, que entregó su vida por España y por los inmigrantes africanos. Sus mentiras y estulticias le han hecho acreedor de este monumento."

El calor es ciertamente sofocante, pero el bochorno es de Juzgado de Guardia.


sábado, 4 de agosto de 2018

DESDE MI TORRE: EL COÑAZO DE LOS INDEPENDENTISTAS CATALANES


No paran estos independentistas catalanes que están logrando una imposible convivencia en tan hermosa Comunidad, y que tienen dividida a la población con unas ideas totalmente trogloditas. Son cuatro, y todos locos de atar, los que, para el propio beneficio personal, están logrando una guerra civil interior que nadie sabe cómo acabará. Un expresidente como Puigdemont viviendo como un dios terreno en un exilio de mamela, palacio, coche oficial, amplia paga por trabajar de cobarde, guardaespaldas afines y oficiales y dando las órdenes pertinentes por ordenador, pero con menos cojones que un perro capado, aunque mientras algunos de sus compañeros de tropelías de independencias aún viven entre los barrotes de una cárcel. Creí más listos a sus compañeros de partida y aún más listos a los que lograron burlar la clausura carcelaria y siguen dando el coñazo con el independentismo, pero viviendo como auténticos señoritos del gobierno catalán. Una independencia que, además, saben que no van a conseguir nunca por muchas mañas que ofrezcan de manifestaciones circenses, cementerios de cruces amarillas en playas y plazas, lazos del mismo color de la bilis por puentes, carreteras y lindes de la Comunidad, desacato al Jefe del Estado, enfrentamiento continuo con el poder nacido de las urnas, y mensajes políticos, que sólo alimenta una locura colectiva, a todos los países del mundo, queriendo demostrarles que es un país secuestrado por la maldita España.

Hay que ser tontos: del culo, de baba, tontos con balcones a la calle, tontos de solemnidad, tontos, tontos y más que tontos de dejarse gobernar por un tío que se está dando una gran vída en el exilio a costa de ellos, y que, como el jefe de una secta idiotizada, envía sus órdenes imperativas desde Alemania o Bélgica, sin tener los bemoles suficientes para atreverse a darlas desde su Cataluña tan querida, adonde dejó a Torrá para tapar con parches todas sus cobardías.

Si una mitad de la región catalana está a favor del independentismo bárbaro de incitaciones a peleas y enfrentamientos constantes, y la otra mitad desea ser nacionalista acatando la Constitución y respetando las leyes, y se sienten catalanes españoles, es muy posible un enfrentamiento civil que sólo propicia una lucha, como la que hoy existe, pero con más nefastas consecuencias, posiblemente de soluciones imposibles.

Si por Casado fuera -el flamante Presidente del PP-, los tanques entrarían mañana en Cataluña. Si fuese por Rivera -cuya fuerza ha ido a menos que la gaseosa La Pitusa-, no sólo el Ejército y la Legión, con su carnero omnipresente, sino la fuerzas de la OTAN, los marines... Por tierra, mar y aire, rodeada Cataluña, la región más productiva de España, aunque cerca de la mitad de su población esté formada por unos cabroncetes tontos.

La Política es otra cosa bien diferente: el arte de dialogar y de llegar a acuerdos lo más satisfactorios posibles. No es el artisteo de judicializar todo lo que se enfrenta a nuestras opiniones. Que hay que volver al tan manido artículo 155 de nuestra Constitución, pues se vuelve, pero tras haber demostrado al contrario que va totalmente a contramano.

Los cuatro mandamases, los grandes tontos de los lazos y cruces amarillas, debieran pensar un poquito sobre el tema en cuestión, que no es baladí. El señor Puidegmont -que fue la primera rata que abandonó el barco-, no se va a atrever a volver. Él, tan cobarde, no quiere a Cataluña, ni a los suyos, ni a sus instituciones, sólo se quiere a él mismo, deambulando como un payaso por todos los países de la comunidad europea. Mientras, en la tierra que dice defender con sus propuestas en diferido, otros tontos -con sueldos vergonzosos- les ríen las gracias, lo sostienen en el exilio y aplauden sus contínuos traslados de prófugo de alto standing.

miércoles, 1 de agosto de 2018

LIBROS CON SEVILLA AL FONDO: NOMBRES DE MUJER EN LAS CALLES DE SEVILLA


En una gran proporción, las calles de Sevilla tienen nombres de mujer desde el siglo XVIII al XXI, mujeres que lograron formar parte del nomenclátor de la Ciudad por la participación, incidencia y gloria en el tejido de la misma, desde Antonia Díaz, pasando por la pintora Carmen Laffón, la Niña de la Alfalfa, La Roldana o la legendaria Susona.

También componen sus rotulaciones las mujeres que han sido frutos de la ficción de obras literarias, de la historia o de la escena, como Cancionera, Doña Clarines, Minerva o Ventolera. No podían faltar las nomenclaturas de las cientos que conforman la Sevilla mariana: desde Asunción a cuantas benditas advocaciones cofradieras invaden la Ciudad llamada de María Santísima.

Tampoco se han olvidado en este interesante estudio de los oficios: Bordadoras, Cigarreras, Doncellas o Zurcidoras, que tanto prestigio aportaron en años singulares retratados por la historia íntima y sentimental.

Estos textos, dirigidos y coordinador por Felicidad Loscertales, con la aportación de Trinidad Núñez, Francisco Germán, Patricia Crucera y Juan Béjar, apoyados por un equipo de investigación formado por Belén de Pablos, Silvia Delgado, Susana Sanduvete, José Manuel Sevillano y Patricia Ternero, teniendo como editor a José Villa Rodríguez, conforman un amplio y riguroso estudio sobre los nombres de mujer en las calles de Sevilla. En el libro de habla de la Ciudad y de su semblanza urbana; de las mujeres de la realidad; de la Sevilla mariana; y del trabajo de las mujeres en las calles sevillanas. Varios interesantes anexos nos ofrecen un listado completo de las calles, lista por años de rotulación, lista por categorías, lista por distritos y listas por orden alfabético, más un amplio índice onomástico.

Una auténtica joya para informarnos del por qué de tantas rotulaciones con nombres de mujeres en Sevilla, saber de sus biografías y conocer, por el gran esfuerzo de este equipo, bastante más de una Ciudad a la que amamos por tantas cosas: una más, por el nombre de las mujeres que dan presencia y nombre a sus calles.

Autor: Varios
Editor: José Villa Rodríguez
Impresor: Imprenta Municipal de Sevilla
Edición: 2002
Páginas: 314
I.S.B.N.: 84-8455-074-5
Depósito Legal: SE-3851-2002

martes, 31 de julio de 2018

DESDE MI TORRE: ¡QUÉ DE COSAS!


Se escapa mi menda unos días para disfrutar del parque natural de la Sierra de Cazorla, para poner a punto mis cosas de archivo y los libros comprados, recibidos y, muchos, regalados, y el país ha dado tal vuelta en dos meses que ya no lo conoce ni la madre que lo parió, como dijo Alfonso Guerra en sus tiempos de gloria política. No puedo estar tanto tiempo sin dar en el lomo con mi varita de acebuche. Todo se desmanda.

Me encuentro con el salto del trapecio de Pedro Sánchez, hasta hace dos días defenestrado de su propio Partido, montándole en la pista de este circo nacional una moción de censura a Mariano Rajoy, el que proclamaba a los cuatro vientos que, una vez terminada esta legislatura, se presentaría para la próxima. Mucha fe tenía para aferrarse una vez más al puesto, a pesar de la división interior de un PP con la gaviota herida, de la lucha por el poder de sus conmilitones y de los palos, sinuosos, pero con muy mala leche, que le endiñaba, viniendo o no a cuento, el mismo que lo nombró con el dedo para llevar a cabo los destinos del Partido: el arrogante y aborrecible José María Aznar, que no se va del panorama político ni con agua hirviendo, y que aún sigue moviendo hilos invisibles para que en el congreso democrático (?), celebrado hace dos semanas para elegir nuevo representante por primera vez en su  historia, los ha movido con tal habilidad para que saliese uno de su cuerda: Pablo Casado, del que no se sabe -por sus primeras declaraciones- si es un experto de la Vieja Guardia o un aprendiz muy avanzado de la xenofobia, de la vuelta atrás del palo y tentetieso, de misa y rosario diario, y amante defensor del que habita -aunque Pedro dice que por poco tiempo- en el Valle de los Caídos.


Este chaval es tan listo e inteligente que logró sacar la carrera de abogado en menos tiempo que tarda en santiguarse un cura loco. Todo el aparato de su Partido se ha puesto a funcionar y todo el aparato, judicial, también. Ya no tiene que temer nada por las dudas de sus estudios meteóricos. Nada hay de irregularidad en sus convalidaciones cuando alguien dice como él, con eterna sonrisa y voz en grito que viva la rancia España. Su próximo objetivo -después de haberse cargado a Soraya y a la mitad del Partido que preside desde ahora-, es ir por Albert Rivera -tan cercano a la derecha dura, como él- y a Pedro Sánchez, que tiene menos apoyo que un anciano por parte de la Seguridad Social.


A Pedro es fácil cargárselo ya que tiene menos luces que una bicicleta de los años cuarenta, y es tan torpe que, en el mismo inicio de una legislatura que se presume breve, no se le ocurre otra cosa que ir con su señora al FIB (Festival Internacional de Benicássim) en avión oficial argumentando que cumplía con su agenda cultural. Pronto ha aprendido Sánchez los chanchullos de la mamandurria del Estado. Entre ese viajecito y emperrarse en exhumar los restos de Franco poco va a durar en su transitoria casa de Moncloa.

Los catalanes no paran y Torra se parece más al secretario o recogecosas de Puigdemont que presidente de la Generalidad; los taxistas en huelga por toda España; la Celia Villalobos metiendo la pata cada vez que abre la boca; la Soraya en pie de guerra; la Cospedal luciendo carcajadas y frotándose las manos; Arenas más triste que el cobrador de El Ocaso; Rivera acojonado por la competencia... Este país nunca se recompone de tantos sustos.

Pues así están las cosas: mal termina julio y peor parece que se va a iniciar agosto. Menos mal que ahora la ola de calor que se nos avecina nos va a dejar tontos a todos.

jueves, 10 de mayo de 2018

DESDE MI TORRE: LOS BENDITOS PATIOS DE CÓRDOBA


Córdoba, ciudad en la que vivo desde diciembre de 1995, es muy intimista, muy triste en algunas ocasiones -como la Alemania del Sur me la definió un día, almorzando por estos lares, la artista y periodista Estela Zatania-, pero que revive de su falso senequismo cuando Mayo aprieta en los costados de san Basilio, santa Marina, san Agustín, la Axerquía, la Judería, El Realejo, san Lorenzo, Santiago, el Palacio de Viana y balcones y patios de la periferia. Toda la Córdoba profunda se convierte, por mor de la Primavera, en un milagro de eclosión floral con geranios y gitanillas de todos los colores, buganvillas, trepadoras, celindas y begonias, rosales, cintas, azaleas, claveles, hortensias, alpidistras, enamoradas del muro, naranjos y limoneros. Todo este milagro anual en el espacio mínimo de antiguos corrales que conservan el ambiente habitacional de los siglos pasados.

Un auténtico milagro para la vista es lo que esta Córdoba descubre en cada eclosión primaveral. La intimidad manda sobre la belleza de arriates cuajados y macetas que conforman un caleidoscopio mágico de viva intensidad. 

Hay que venir a Córdoba siempre, pero más por estas fechas en las que el sol va duplicando los colores de las plantas sobre la cal viva de una intimidad añeja.

Córdoba ama a las plantas que dan esas flores maravillosas. Córdoba en Mayo es un misterio que no se puede explicar al que no visita sus espacios. Actos populares como la cabalgata de la Batalla de las Flores, las romerías de santo Domingo y de Linares son los aperitivos para adentrarnos en esa Córdoba mágica y silenciosa que nos convoca al éxtasis en esta estación gloriosa del año.


miércoles, 9 de mayo de 2018

DESDE MI TORRE: LAS "GUACHIS" DEL PP


Es una lástima que entre las acepciones del vocablo "guachi", que denomina a un útil de trampa para cazar aves o pequeños mamíferos, o a las naranjas que no suelen utilizarse para zumo -de ahí, quizás, el término de guachintonas-, no se contemple el muy empleado por los sevillanos aludiendo a los críos que, por haber reñido con su compañero de clases o de juegos, no se habla con el otro. Yo, que casi estoy cumpliendo los setenta años de almanaque, he utilizado la palabra "guachi", cuando era niño, en cientos de ocasiones. De nada me sirvió consultar al oráculo de Google, ni el Diccionario de la R.A.E., pero me acordé de un magnífico libro, que recomiendo, de Manuel González Salas: "Diccionario del habla sevillana", que compré, de casualidad, para distraer mi viaje, en la estación de Santa Justa, el 1 de julio de 2013. Y ahí estaba el vocablo "guachi", devolviéndome a la infancia, en los términos que he descrito, y certificando que yo no me había inventado la palabra.

A estas alturas, creo que nadie ignora que en el PP se cruzan más facas que las que se cruzaron por Sierra Morena las bandas bandoleras de "El Tempranillo" o "Tragabuches" con los hombres de la Guardia Civil enviados por Zugasti. Hay que defender lo indefendible con piernas, uñas y dientes. El Poder es el Poder, y no puede cederse ni un ápice al contrario, aunque sea de la misma clase y del mismo recreo, aún más si este propicia grandes beneficios particulares. Si hay que ser "guachis", se es, por mucho que quieran convencernos de lo distinto que todos vemos los voceadores engañosos de este Partido en cuestión.

Celebración del 2 de Mayo, Día de la Comunidad de Madrid. Nuestro presidente Rajoy -listo como buen gallego-, desaparecido en combate. Los reyes de España, ídem de ídem. Las máximas autoridades de los principales estamentos...

Y la fotografía que adjuntamos, interpretada por Maillo, Hernando, Javier Maroto y Casado, entre otros que declinaron hacer declaraciones, es la de sincera amistad entre ambas miembras del Partido del Gobierno. Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal y García no son "guachis", son como hermanas. Lo que pasa es que los españoles tenemos muy mala leche y todo lo interpretamos a nuestro modo. Seríamos tontos de solemnidad si contemplando esta imagen interpretásemos que entre ellas, entre estas dos mujeres de un gobierno que se cae del andamio, hay empatía, buen rollo y sana amistad y cordialidad. Bueno, pues los portavoces del Partido nos quieren hacer tontos o nos toman por tales. Yo soy "guachi" de todos ellos por lo falsos que son, y por eso empleo otro término muy sevillano en estas contiendas: "Tararí, tararí, un mojón pa ti".

Hoy, en su número 2137, la revista "El Jueves", que compro cada miércoles desde sus inicios, interpreta esta misma fotografía idílica de estas amigas con el siguiente texto: "La ONU envía a los cascos azules para poner paz entre Sáenz de Santamaría y Cospedal". ¿No se está dando cuenta el PP de que está haciendo el ridículo tomándonos por tontainas cuando criticamos lo evidente?


lunes, 7 de mayo de 2018

DESDE MI TORRE: ¡A JODERSE TOCAN!


El Partido en el Gobierno, el PP, está gafado en estos últimos tiempos. Si ponen un circo le crecen los enanos, se estrellan los trapecistas sobre la lona de la pista y, al mago, alguien de sus cloacas le ha cambiado los trucos para fracasar ante el público.

Ya no es el caso de las continuas corrupciones, de las habituales sentadas de sus miembros en el banquillo de la judicatura, del caso Catalá, del tema Cifuentes, de los constantes lapsus del propio M.Rajoy, de la venta del Popular, del más que consabido odio que se profesan Santamaría y Cospedal...

En Alicante, tras una visita protocolaria en la que el propio Presidente olvidó el nombre de su alcalde -que ya son cosas menores en su biografía-, lo abuchearon de gordo los pensionistas para darle a entender, con silbidos y pancartas, que pueden ser viejos pero no tontos.

Nada hubiese pasado por dejar gritar a estos hombres y mujeres que sólo piden lo que les pertenece por derecho, y no como una limosna por la que hay que salir a la calle a dar las gracias según el portavoz del propio Partido, el ínclito Rafael Hernando. Pero, como siguiendo esa senda acaban con su circo, la señora Carmen Martínez de Castro, la jefa de comunicación de M.Rajoy, la que le confecciona su agenda diaria, colaboró para que esto siga sucediendo cuando, en un descuido terrible -que supieron captar los medios de comunicación- dijo lo que sigue: Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: "Pues os jodéis".

Lo cierto es que los que se van a joder son ellos cuando lleguen las próximas elecciones, si es que no tiran antes la toalla de la desvergüenza y el desprestigio de una sociedad que no merece tal trato ofensivo.

Triste es que ellos mismos se estén cavando su propia tumba. Nosotros, como dice la señora Carmen: ¡A jodernos! ¡Qué equivocados están!

jueves, 3 de mayo de 2018

DESDE MI TORRE: HAY MUCHAS "MANADAS"


Son unos auténticos cerdos, violadores, gente que no tienen la vergüenza de ser personas con propia identidad y que tienen que unirse en una manada, como los animales, como los lobos de nuestras sierras, aunque más sangrientos y con sus conciencias deformes. Es una pena que esto ocurra en nuestros días y que, además, haya parte de la Justicia que no sepa interpretar qué es un caso de violación y qué uno de abuso. Si a uno/a le atacan cinco brutos sin escrúpulos: ¿no sabe interpretar la Justicia si es abuso o violación a estas alturas de la vida? Pues que se metan a fontaneros y dejen la toga. Dicen, cuando sucede una cuestión tan grave como la que han protagonizado estos niñatos, paisanos míos para mayor inri, que el Código Penal está obsoleto y que hay que cambiar de él algunos puntos. ¿Ahora lo dice el ministro Catalá representando al PP y echándose encima a toda la judicatura? ¿Sólo se cambia algo en España cuando el pueblo se tira a la calle y grita, llenando todos los huecos de las ciudades, que ya está bien de tantas humillaciones? Pues la verdad es que parece el mejor sistema: echarse a la calle y gritar, y que nos escuche la monarquía, y el gobierno, y sus jueces, y los gobiernos de Europa y de todos los pueblos del mundo. Ya está bien de tantas bondades como adjudican estos políticos a un país que no ha dejado de ser tercermundista desde hace muchas décadas. Y ya está bien del miedo que ha tenido el pueblo. Hora es de gritar y de que no nos impongan más vergonzosos silencios.

José Ángel Prenda Martínez, "El Prenda" por apellido y por nombre de jefe de estos desalmados; Ángel Boza; Jesús Escudero, peluquero en mi arrabal trianero; Antonio Guerrero, miembro de la Guardia Civil; y Alfonso Jesús Cabezuelo, militar, con edades que oscilan de los 26 añitos a las 30, han escrito, y sin rubor, una de las páginas negras más tristes de la historia de España. Menos mal que la sociedad ya está cansada de tanta inoperancia de nuestros políticos y se ha convertido en voceadora eficaz de tantas ofensas y en peticionaria de unas penas acordes para estos delitos.

Pero, desgraciadamente, existen muchas más manadas en todos los países. En el nuestro, no olvidemos la compuesta por muchos miembros de la Curia, no todos por fortuna: pederastas, agresivos con sus alumnos en épocas no muy lejanas, amantes y cobijadores del franquismo y, algunos, altos prebostes, hasta defensores de ETA, la banda más sanguinaria de España durante décadas de horrores y asesinatos.


También existieron y aún siguen existiendo manadas políticas: no hay que olvidarse de los GAL del PSOE y de cuando el PP quiso continuar en el Gobierno acusando a quienes no eran autores de la masacre, la más terrible en la historia de nuestro país, de los trenes de cercanía en Madrid, ocurrida el 11 de marzo de 2004 con el resultado toral de 193 muertos y cientos de heridos, sabiendo, desde el primer momento del vil atentado, que había sido cometido por una célula yihadista. El gobierno y la oposición no dieron la cara, meses más tarde, ante la Comisión en donde Pilar Manjón, entre lágrimas, los llamaba cobardes. Fue una de las páginas más vergonzosas de nuestra historia. Y hasta hoy.


Y manadas policiales. Y manadas de todos los signos y colores. Hacía falta la manada de las violaciones sexuales a las mujeres. Y ya está aquí, al parecer porque la cosa tiene gracia y una parte de la juventud tiene que divertirse a costa del dolor de sus víctimas. Aparte de la acción puntual de estos asesinos sexuales, es que es raro el día que una mujer no muere a manos de sus compañeros de cama, de los del trabajo, o de los amigos accidentales de una noche de copas que se presumía feliz.

Ricardo Javier González es un juez que ha emitido un voto discrepante con una sentencia "tan fuerte a la manada", pidiendo la libre absolución de los cinco golfos. A toda España, a toda Europa, a todo el mundo le ha parecido una auténtica aberración esta opinión personal dictada desde su corazón y desde su oficio de legislador. No sé qué entiende por justicia este hombre que ha estudiado muchísimo para aplicarla. No sé si está casado y si tiene hijas. Ignoro, ante su opinión, qué haría si en vez de esta chica, María, tuviese que juzgar, o dar su parecer como jurista, si fuese su propia hija la que cayese en manos de estos vándalos. Tendríamos que recordar lo del gran aserto antiguo: "Justicia, señor, pero, por mi casa, no".



Manadas hay muchas, como ésta por la que se encuentran divididos jueces y fiscales por un desacertado comentario del Ministro de Justicia. Pero, desgraciadamente, no hay un Gobierno, ni una Justicia, ni  un Jefe del Estado, ni unos medios de comunicación libres que persigan con honestidad, y la mirada limpia, todos los delitos que se cometen en este triste país que se llama España. Ellos, como casi siempre: "A vivir, que son dos días".


lunes, 30 de abril de 2018

DESDE MI TORRE: OTRA VUELTA A LA CENSURA


Creíamos que la censura en nuestro país murió cuando lo hizo Franco, pero aún existe Franco, la censura más atroz y el silencio, cuando no el aplauso, de aquellos que aún siguen viviendo con el odio en los labios amparados por la siglas de los partidos más vergonzosos. Es una pena vivir en un país en el que no prevalece la Justicia para todos, y sólo para los que empuñan los valores de una España rancia que ya tenía que haber desaparecido. El gobierno apoya a la llamada Fundación "Francisco Franco", se ufana de la bandera fascista del aguilucho y ataca con dureza extrema cualquier discrepancia con la voz única y el único pensamiento. Fue una gran mentira la que, con lágrimas en los ojos, pronunció Carlos Arias Navarro en la TVE el día 20 de noviembre de 1975: "Españoles, Franco ha muerto". ¿Muerto? ¿Nos lo creemos? Está más vivo que nunca tras 43 años de Democracia que apenas si han servido para borrar su memoria. 

Antes, en tiempos que nos tocó vivir a los que ya vamos por los setenta tacos de almanaque, el sistema dictatorial, los jueces y los grises sentaban a los discrepantes en el injusto banquillo del Tribunal de Orden Público (el temidoTOP) por considerar que algunas conductas, aunque fuesen sólo de pensamiento, eran delitos públicos y, como tales, debía caer sobre ellos el peso de una ley tan injusta como arbitraria. Esta Ley, nominada como 154/1963, duró hasta dos años después de haber muerto el dictador, pero es que, si nos atenemos a las condenas que hoy se están produciendo, esa maldita ley sigue existiendo, enviando a la cárcel a raperos, artistas, escritores y librepensantes que critican a una monarquía impuesta, y jamás votada, y a un gobierno lleno de chorizos, cuyos miembros intentan forrarse obligando al pueblo a un silencio injusto y totalmente anticonstitucional.

Pero al pueblo llano y trabajador ya no lo calla nadie. Ningún político es capaz de ponerle mordazas: y ahí están los casos de las múltiples manifestaciones en todas las ciudades del país. Unas luchan por el robo de las pensiones; otras por la defensa de la igualdad de las mujeres; los médicos por sus derechos y el declive de la sanidad pública; jueces y fiscales por la mejoría y agilidad de una justicia obsoleta; ancianos/as por conseguir, de una vez por todas, el cumplimiento de la tan cacareada ley de dependencia, jamás cumplida; los jóvenes, la generación mejor formada de nuestra historia, por conseguir puestos de trabajo dignos y no verse en la necesidad de emigrar a otros países; los enseñantes por la miseria de sus sueldos y la precariedad del sistema educativo; la propia policía y cuerpos de seguridad del Estado por sus condiciones tercermundistas de trabajo; los periodistas porque sus directores no les obliguen a contar mentiras...

Desde Ayamonte hasta el Cabo de Gata, desde Almería a Finisterre, desde aquí hasta el de Creus, España, ese país en el que todavía creemos, está gritando a voces que no nos merecemos este trato, como si no dependiéramos de Europa y fuésemos la punta hiriente de África.

La censura en los grandes encuentros de fútbol es totalmente demencial. Nuestros gobernantes -y más si el que juega una final es el Barcelona -por cierto Campeón de la liga 2018-, son los que incendian el estadio del encuentro requisando camisetas amarillas, banderolas, esteladas y gorras. Pero no es censura, ya que al equipo de la Ciudad Condal, a esos cabrones, debe eliminarlo -según ellos- hasta El Alcoyano. Este PP de nuestros pecados electorales lo está pasando putas en este tramo: por los casos de corrupciones masivas; por la falta de hombres y mujeres que puedan salvar al partido de esta hecatombe política que se avecina; por el tema Cifuentes -el del máster y el de las cremas-; por el enfrentamiento de Montoro con el juez Llarena; por el "ahora no hay dinero" y el sucumbir con el PNV, de la noche a la mañana, a igualar las pensiones con el IPC. ¡Panda de inútiles! Aunque a lo peor, por esto que digo, tengan la desvergüenza de dinamitar mi Torre, como hizo Franco con el edificio del diario Madrid el 23 de abril de 1973, hace ya 45 años.

¿Que no hay censura? La misma mentira que pronunció Carlos Arias en 1975 se repite hoy. Quien se crea que esto es una Democracia, miente como él. No estamos en un Estado de Derecho. Por desgracia, y con la guerra incivil que siempre nos recuerdan estos gobernantes para meternos miedo, nos encontramos en un Estado de Sitio.


viernes, 27 de abril de 2018

DESDE MI TORRE: LA INDEFENSIÓN DE LAS MUJERES

(Del Diario.es. 27 de abril de 2018)



viernes, 20 de abril de 2018

LA MENTIRA TIENE LAS PATAS MUY CORTAS EN LA CORRUPCIÓN


Esta es una imagen de quid pro quo, cuando el actual rector de la URJC, Javier Ramos, se une con Cristina Cifuentes en el acto de posesión del rectorado. Quid pro quo, una expresión latina con mil variantes según los países en los que suele emplearse, pero que no varía mucho en su intencionalidad: Doy para que me des; hoy por ti, mañana por mí; cambiamos una cosa por otra, etc.

Su acostumbrado uso, sobretodo cuando lo utilizan los políticos en su beneficio, ha llevado a España a producir numerosos y muy importantes casos de corrupción de toda índole y en todos los estamentos del Estado. La espantosa corrupción española ha minado los campos de las obras públicas, la sanidad, las cuestiones laborales, la vivienda, la libertad de expresión -y de impresión-, la de la educación primaria, secundaria y universitaria... Todo está corrupto a nivel de las instituciones. Ni una sola se salva. Los ciudadanos sólo servimos como pagaches de un gobierno que está en quiebra por los malos usos y que nos está arrastrando a la pobreza y, lo que es peor, a una humillación vergonzante como personas. 

Lo de Cristina Cifuentes es casi lo mínimo que suele pasar en nuestro país día a día, aún siendo muy importante este tema de falsificación, continuas mentiras y chabacana soberbia política. Ya se va a cumplir un mes desde el que un profesor de la URJC, Salvador Perelló, abogando por la limpieza en la Universidad en la que ejerce, dio el pitido de salida de este tema -que ya huele por la resistencia-, de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, más mentirosa y nariguda que el Pinocho creado por el carpintero Geppeto en la célebre y universal obra de Carlo Collodi.

Esto ha servido para destapar parte de la gran corrupción que habita en nuestro país, y en el que se ven implicados el propio gobierno con muchos de sus ministros y altos cargos, constructores, empresarios de todo tipo, jueces, rectores universitarios, policías y adláteres de todos los gremios. Es una pena el hecho de la corrupción generalizada, y un auténtico desastre el no poder hablar de este tema, y de otros más candentes y vergonzosos, con tus propios amigos y compañeros, ya que en España, desgraciadamente, y por miedo, por temor a una ley mordaza injustificable en cualquier país democrático -que conste que España no lo es- todos callan y asienten con la pérdida de los derechos, con la censura impuesta, pasando los ojos por esta degeneración sin querer ver ni oír. Tenemos lo que nos merecemos: una generación de viejos que siguen dando el callo pidiendo a gritos lo que les pertenece, unos políticos a los que les llega la mierda al cuello, y una juventud sindi: sin dinero, sin trabajo, sin ambiciones y sin vergüenza, y que se salve el que pueda.

El tema Cifuentes ha servido para tirar de la manta y sacar las miserias de los contrarios. Desde Luis Roldán hasta nuestros días, nombres y más nombres, siglas y más siglas, se superponen en una espiral de engaños a los hombres y mujeres a los que siempre han dicho que iban a defender en sus proclamas políticas de las elecciones. Se me quedarán muchos políticos con másters falsos en la lista de uno y otro bando: Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) -el eterno presidenciable para la Junta de Andalucía-; Elena Valenciano (PSOE); el falso médico Tomás Burgos (PP); Joaquín Ramírez (PP); el propio M.Rajoy (PP); Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE); Fátima Báñez (PP); Pablo Iglesias (PODEMOS); Albert Rivera (CIUDADANOS); Artur Mas (CIU); Ana Mato (PP); Pilar Rahola; César Zafra (CIUDADANOS); Juan Carlos Monedero; Leyre Pajín (PSOE); Patxi López (PSOE); Gregorio Rojo (PSOE); Trinidad Jiménez (PSOE); José Montilla (PSOE); José Luis Corcuera (PSOE)..., y sigan añadiendo nombres a esta larga y vergonzante lista de CV de politicastros de nuestro país. Quien sea demócrata tiene que sentir una tremenda vergüenza de esta España en la que habitamos, cuya imagen manchan sin pudor alguno aquellos a quienes votamos.

Ha bastado lo de la Presidenta de la Comunidad de Madrid para sacar parte de la miseria de los demás partidos. Toda la legislatura se llevan tirándose los trastos a la cabeza voceando aquello de: ¡Y tú más! ¿Eso es gobernar, señores?

Hoy, por estas y otras circunstancias propiciadas por los políticos, al menos a mí me da vergüenza de ser y sentirme español. La mayoría de los que nos gobiernan van a lo suyo: a forrarse y a forrar a los que después les abrirán las puertas giratorias de las grandes empresas y les propiciarán un lugar de lujo en sus consejos de administración. ¿Y el pueblo? Pues pasándolas canutas para ver cómo puede llegar a fin de mes.

La mentira, que según acepción de la RAE es una expresión contraria a la verdad, y es una declaración falsa o parcial realizada por alguien cuyo objetivo principal es que se le crean, tiene las patas muy cortas, pero aún más en casos de clara corrupción. Pero, ojo, que aquí nadie dimite por engañar o intentar engañar al pueblo. Lo que se lleva políticamente es defender la inocencia (?) aún a costa del más sangrante ridículo. Es lo que tenemos. Es una pena, una ignominia, un fraude a toda escala que se enfrenta a la nobleza y sinceridad del voto de cada uno que ejerce su derecho.

Está en la nebulosa el tema Cifuentes y nos aparece por el tétrico horizonte político español el tema del ministro Montoro con el juez Llarena. O nos volvemos locos los españoles o dejamos de votar. Es la única fórmula que se me ocurre antes de sentirme engañado y humillado una vez más.

martes, 10 de abril de 2018

DESDE MI TORRE: EL CACHONDEO DE LA CIFUENTES Y EL PP


Después de todos los desastres políticos que están ocurriendo en nuestro país últimamente, los muy patrioteros del PP, los que viven de la mamela, los aplaudidores, los abrepuertas, los recogecosas, los abrazafarolas y los conmilitones de los distintos partidos -que más parecen partidas de las que perseguía Julián de Zugasti por Sierra Morena y por la de Ronda-, se cabrean cuando a España la descalifican constantemente en los medios internacionales. Es que es lo que hay, señores: ministros/as, medalla cofradiera al pecho, cantando que son el novio de la muerte en la Semana Santa de Málaga, aún a pesar de que, tal como indica el artículo 16, punto 3, de nuestra Constitución, ninguna confesión tendrá carácter estatal; ministros y diputados y personal de alto standing -amparados por el propio Presidente- haciendo lo que les da la gana e intentando convencer al país que sin ellos en el Poder esto sería un auténtico desastre; una clase política que miente constantemente a todos los españoles creyendo firmemente que todos somos tontos y que nos tragamos, además con muy buena fe, todas la barbaridades que nos cuentan. Esto es lo que hay, señores. Y lo malo es que este coche político no tiene rueda de repuesto. El partido que podría actuar como verdadera oposición, Ciudadanos, y que según las encuestas puede arrancarle el gobierno a los peperos, es un calco del que ocupa el banco azul del Congreso y duda más que un bizco en un cruce a la hora de pronunciarse en cualquier tema que pueda comprometerle.

Para colmo de males al tema alemán de Puidegmon, al de los presupuestos generales en el aire, al de las calles llenas de manifestaciones, con la advertencia de una posible huelga general, se une la más que demostrada mentira -aunque quieran convencernos de todo lo contrario- del máster de la señora Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid. El tema, después de muchos vaivenes de la Universidad Rey Juan Carlos, que está gozando de menos prestigio que un betunero en Marbella, y de la más que demostrada soberbia de Cifuentes defendiendo lo indefendible, mientras se ríe de todos, está ocupando todos los espacios de prensa, radio y televisión y, como el de las dos reinas, también ha cruzado nuestras fronteras para ser criticado en todo el mundo. Esto es lo que hay, señores.

La convención del PP en Sevilla el pasado fin de semana para dar auge al Partido ha sido un desastre y ha logrado lo contrario de lo que se pretendía. Doña Cristina ha sido la gran protagonista con una verborrea imposible de aguantar y con unas poses más dignas de un programa televisivo morrallero que de una persona que es presidenta de una comunidad autonómica. Le faltó besar al director del hotel -que aún no lo sé-, pero ninguno de los asistentes se quedó sin su beso, mucho menos el presidente Rajoy, que la defiende a capa y espada sabiendo de principio a fin que el tema del máster de su pupila de partido es un auténtico montaje en clara connivencia con la degradada Universidad.


El caso, al parecer, fue destapado por el muy cualificado profesor de la Universidad, Salvador Perelló, combatidor, desde hace mucho tiempo, de las injusticias que en ella se cometen. El acta de su máster lleva varias firmas falsas, así como se falsificó el acta completa propiciada por el rectorado. Pero ni aparece el acta ni aquí dimite nadie. La desvergüenza de una y otra parte campa a sus anchas. Y no passsssssa nada. A eso es a lo que nos tiene acostumbrados el PP de nuestras miserias. Qué fácil es, y en un solo día, saber la verdad: SÍ o NO. Pero ellos, unos y otros: Gobierno, Universidad y Cifuentes, continúan mareando la perdiz y poniendo de los nervios a todos los españoles que no piensan como ellos.

Hasta para combatir la mentira la política anda de por medio. Lástima. Y más lástima que no se arregle un tema tan  fácil como el de Cifuentes en un tiempo mínimo. Sólo el PSOE, apoyado por Podemos, ha pedido una moción de censura para Cristina Cifuentes. Ciudadanos, al que siempre le gusta nadar guardando la ropa, ha demostrado una vez más su cobardía para combatir la corrupción. Para ellos todo se basa en números de rentabilidad política. Y ahora, como siempre dice su patrón Rajoy, ahora no toca. Pues nada, señores, a esperar, que para eso estamos. Es lo que hay mientras los votantes se inclinen siempre en las urnas a dar sus sufragios al mal hacer y a una corrupción inmensa que llena de mierda a todas las instituciones. Y que se salven las pocas que hayan decentes. Nos sobrarán los dedos de una mano.

No hay otra cosa, señores.


lunes, 9 de abril de 2018

DESDE MI TORRE: MARCHANDO UNA DE REINAS


Esta fotografía, y otras del mismo tono, tomada al finalizar el Domingo de Resurrección la misa de Pascua, en la catedral de Palma de Mallorca, ha dado la vuelta al mundo para vergüenza de propios y extraños. Como estábamos aburridos en estas fechas de Semana Santa con los temas de Cifuentes, Puidegmón, el juicio de los EREs, la Gurtel, las manifestaciones de funcionarios, jueces y fiscales, las de la Sanidad, la del soterramiento de las vías del AVE en Murcia y la petición de los granaínos pidiendo que el tren llegue a la ciudad, una de las más turísticas de nuestro país, después de tres años y dos días desconectada de este medio de locomoción, las de los pensionistas, las de las mujeres, etc., pues la señora Letizia Ortiz Rocasolano, reina de España por la gracia de Dios, que no por el sufragio de los votos, la lía de gordo saliéndole con este gesto el pelo de la dehesa.

He dejado pasar un poco el tiempo para este breve comentario por aquello de la superabundancia de información de todo tipo en los medios de comunicación: prensa, radio y televisión y, por supuesto, en los cientos de cachondos memes ridiculizantes, las conversaciones callejeras, las de los centros de trabajo y bares y hasta en el seno de las propias familias.

Aunque conocía el libro que sobre ella escribió su primo hermano, David Rocasolano, publicado el año 2013 por Ediciones Akal, titulado "Adiós, Princesa" (ISBN: 978-84-96797-61-1), no había tenido el placer de leerlo, ya que creía derivaría en una publicación rosa tan al uso en nuestros tiempos. Pero me animé, lo compré y Amazon me lo puso en casa al día siguiente. Me lo bebí de pitón a rabo en una sola jornada y releí algunos pasajes que no tienen desperdicio. Esta Letizia: divorciada, reuntada y abortista -que no es mi Reina ni la de muchos españoles-, según su primo, que la sacó de muchos apuros durante toda su vida, y aún más ante el acercamiento a la Casa Real, haciendo desaparecer de la clínica Dator de Madrid la documentación de un aborto que tuvo su prima, fruto de las relaciones con un compañero periodista del que el escritor ofrece nombre y apellido, la califica de soberbia, dictatorial, orgullosa y paranoica. Y, en verdad, de paranoica se puede tildar el gesto de esta borde Reina, sin apenas vasallos, a la salida de la misa de Pascua en Mallorca. Lo malo de este nefasto ejemplo es que parece lo está copiando la futura Reina: la infanta Leonor, quien no se cortó un pelo para quitar de mala forma de su hombro derecho la mano de su abuela, la Reina emérita Sofía.

Lo dicho: el pelo de la dehesa. A la plebeya -como así la denomina el experto en casas reales: Jaime Peñafiel- hay que atiborrarla de clases de educación si no quiere que la monarquía fracase. Mucho le va a costar a la Casa Real remontar este incidente provocado por esta maleducada que no cae nada de bien a casi toda España. La monarquía siempre pende de un hilo, y Letizia, con sus gestos, puede romperlo en un segundo.

Por la cara brusca de Felipe VI, por la de Juan Carlos, y hasta por la de los propios guardaespaldas, amén de la de la Reina emérita, se podía intuir la inmensa bronca que se armaría al llegar a la Zarzuela. No es para menos. Ayer domingo, ante la visita familiar a Juan Carlos a la clínica donde le han operado de la rodilla, parece que todo era normal, una estampa idílica familiar. De una semana a otra todo ha quedado en el olvido. No hay mentira más grande. Hay que considerar que con las sonrisas obligadas de cara a la galería ellos se ganan el sueldo y tienen que disimular todo el odio acumulado contra esta advenediza a la realeza que durante mucho tiempo de su vida se jactaba de ser antimonárquica. Todo el falso esfuerzo que hizo para conquistar el corazón de Felipe, hasta tener la inmensa suerte de llegar a Reina de España, de esta España de charanga y pandereta, la ha tirado por la borda en un gesto que ha dado la vuelta al mundo, aunque no es el único que ha protagonizado desde que era una simple periodista hasta llegar a la Zarzuela.

No soy monárquico, pero sí soy un hombre educado que respeta a las instituciones. Falta le hace a esta arribista Reina de pacotilla unas buenas lecciones de educación y aprender a respetar a su marido que, entre otras cosas, es el Jefe del Estado. Ha tardado, pero al fin se le ha visto el pelo de la dehesa: ese que suele salir a flote más tarde o más temprano. ¡Cosas!


viernes, 23 de marzo de 2018

DESDE MI TORRE: MI VIERNES DE DOLORES



MI VIERNES DE DOLORES

No coinciden las fechas por tu santo:
unas veces abril y otras por marzo,
pero intento engarzar y siempre engarzo
lo mucho  que te amé. Y hoy viene el llanto

de nuevo a visitarme con tu encanto.
Aquí me tienes, como es fuerte el cuarzo;
pero, débil sin ti, marzo no es marzo,
ni abril será ya abril sin que tu manto

me proteja, me cuide y se me arrope
a mi cuerpo de niño, siempre al lado
del tuyo, que eran límites muy sabios.

Me dejaste aquí,  y voy excavando
mi corazón sin besos por buscarte
el bendito horizonte de tus labios.