No hay que irse a Madrid, ni a Barcelona, ni siquiera a las "Setas de la Encarnación" para saber que el personal está indignadísimo con este gobierno agonizante y con la clase política de medio pelo amparada en diferentes opciones. La fotografía la tomé en la calle Pureza en la luminosa mañana del "Corpus Chico". No era un faldón adamascado para homenajear día tan hermoso. Era el faldón, en diferentes idiomas, que nos indicaba la indignación de sus habitantes. Me imagino que en muchas capitales y pueblos de este país dividido y descapitalizado, muchas pancartas parecidas a esta se asomen para gritar a los cuatro vientos que ya está bien, que no nos lo merecemos, que el pueblo está por encima de unos representantes que han hecho de España un cortijo en propiedad con una caja pública para ellos.
Nadie parece representarnos. El trilero va de sitio a sitio en busca de apoyos para alzarse con el Poder, pero quien legítimamente representa ese Poder no aparece, no da la cara. ¿Dónde está Zapatero? Hay indignados en todas las ciudades, en todos y cada uno de los metros cuadrados que forman esta piel de toro, destrozada de puyazos y descabellos por culpa de sus lidiadores. Tal como indica la pancarta de la calle trianera, indignado yo, indignado tú, indignado él, indignados nosotros, indignados vosotros, pero ¿y ellos?
Pues los de la "Triana en positivo" siguen encantados con su partido a pesar de la debacle y lo que les va acostar recuperar la alcaldía. Los que vi estaban muy ajenos a la manifestación de "los indignados" a la que asistí de principio a fin: uno iba de "observador" y otro viendo la tele tan pancho en su casa... Y a los demás los imagino comiendo caracoles. Ponga un partido en su vida...
ResponderEliminarYo también soy uno de esos indignados, y tengo sobrados motivos. ¿No estamos en una democracia? Pues que cada cual se exprese a su manera.
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