viernes, 2 de febrero de 2018

DESDE MI TORRE: ¿APRENDERÁN NUESTROS POLÍTICOS DE ESTE LORD?


Existe una frase en nuestro país que define a la perfección qué debe ser la del género humano: tener vergüenza, apostillando, para corroborar este aserto, que se debe tener vergüenza torera. Ahora, con el lío de si taurófobos o taurófilos, mejor es que lo dejemos solamente en vergüenza, que ya es bastante y muy necesario el tenerla, aunque apenas la muestren nuestros gobernantes.

A todos los españoles nos ha sorprendido -por lo menos a aquellos que todavía tenemos esa vergüenza de la que hablamos-, que un Lord inglés, el Secretario de Desarrollo Internacional del Reino Unido -a pesar de ser uno de los mas desunidos-, Michael Bates, haya dimitido por llegar dos minutos tarde a la sesión del Parlamento, en el que tenía que responder por un tema sobre la brecha salarial, esa de la que dice Rajoy que no es momento de tocar.

Un tipo, con un gran curriculum político internacional dimite porque ha llegado dos minutos más tarde a la sesión del Parlamento. Pero, hombre: ¿cómo se le ocurre? En el nuestro, Celia Villalobos se pega unas siestas de muerte, de las de pijama y orinal, como decía Camilo José Cela; o juega al "Candy Crush", o se cachondea abiertamente de los pensionistas. Nuestra vicepresidenta hace lo propio, acusando siempre a quien no piense como ella y quieren que tengamos y disfrutemos de un país demócrata. La Ministra de Defensa -que ignoro qué entenderá de ese tema-, la que aquí llamamos la Cospedal, es un caso aparte, llena de muchas lacras que tiene que tapar. Nuestro Presidente -bueno, el de los que lo hayan votado, aunque es el que nos preside-, no sabe qué es la Gurtel, la Lezo, la Púnica. Y si un presidente no sabe qué es lo que pasa en nuestro país: ¿por qué preside el Gobierno? Una respuesta sería de por qué sigue pasando lo que pasa, la de que que los españoles somos tontos y aún nos meten el miedo de aquella Guerra Incivil que acabó con tantos de cientos de miles de inocentes.

¿Quién dimite en España y por cosas muy graves? Nadie, don Michael, aquí no deja el puesto nadie. ¿Dos minutos de tardanza? Pero si aquí llevamos años y años para ver que pasa con el caso Urdangarin, del de los EREs... Si aquí los diputados entran y salen cuando quieren del Parlamento, y toman más cafés que los que la salud permite, no debe usted apurarse por haber llegado dos minutos más tardes al parlamento británico. Pero su gesto le honra y nos honra a todos. En España, con vergüenza torera o sin ella, con una dosis sensata de vergüenza, la normal, seríamos un país civilizado. Lo malo es que, como los que yo escribimos sobre estos temas, nos fichan como antiespañoles, cuando somos más trabajadores y queremos más a nuestro país que aquellos gobernantes que lo están esquilmando. Eso sí, Lord Michael, sin dimitir ninguno. ¿Cómo abandonar el dinero fácil?

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