Pues nada, no pasará nada. Aquí lo que está pasando es que el personal, los españoles, todos, estamos ya hasta los mismos del tema catalán y que también estamos de los nervios. Todo lo tenemos que interpretar por las cosas que se comentan en las diversas televisiones con esos repetitivos comentaristas y pagados contertulios. Papagayos, más que analistas serios.
Cuando la calle se toma para una manifestación de una u otra clase, es que están fallando ostensiblemente nuestros políticos, y en este caso están fallando más que las escopetas de las ferias de pueblo. Todos están nadando pero queriendo guardar la ropa. Y es lo que dijo "El Guerra": "Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible".
Rajoy está dando más vueltas al tema que un niño en las calesitas. Pedro Sánchez aparece y desaparece, como el Guadiana y como Soraya. El rey dijo lo que tuvo que decir, aunque no fuese Navidad. El "emérito" ni se sabe. El Congreso, cerrado por presunta defunción. Los leones broncíneos sevillanos de su puerta, más aburridos que una abuela haciendo bolillos, que lo que hace es matar el tiempo.
¿Dónde el Gobierno de la Nación? ¿Dónde? Si no saben ni dialogar ni tener lo que hay que tener, que se marchen.
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