Cuando el fanatismo quiere excluir a la razón, los fanáticos se hunden y la razón se crece muy a pesar de las componendas partidistas que se quieran trajinar los políticos. He visto muchas barbaridades a lo largo de mi vida, y he escuchado más idioteces de las necesarias en los 68 años que me asisten. Pero lo del tema "machadiano" de Sabadell ha roto el ánfora de las imbecilidades: querer quitar el nombre de una plaza a don Antonio Machado por anticatalanista y sentimientos hostiles hacia esa Comunidad.
El informe, pedido por el ayuntamiento que maneja la CUP, se lo encargaron, previo pago de su importe, a un aprendiz de historiador, evidentemente independentista, llamado Pepe Abad -que le llamen Josep en su casa-, un tal Pepe que no sólo la ha tomado con nuestro ilustre poeta y pensador sevillano, republicano de pro que murió en el exilio, sino con Quevedo, el cordobés Luis de Góngora, Lope de Vega, Larra, Goya y otros notables más por poseer ellos un "perfil franquista" (sic). Ante el revuelo en todos los medios, el alcalde de Sabadell, Matías Serracan -que le llamen Maties en su casa- ha tocado a retirada en la CUP (Compañía Unificada de Papanatas) negando que se vaya a retirar el nombre de la plaza dedicada al poeta.
Lo mejor que podría pasar es que le quitasen la placa con su nombre a Antonio y que cambien el nombre a la plaza. Machado, en verdad, no se merece darle lustre y esplendor a esta ciudad catalana a la que aconseja con sus informes un historiador de mojones. Antonio tiene que estar en los recuerdos de su casa de nacencia: en el Palacio de Dueñas, en los olivares de Baeza, en las alamedas y caminos de las tierras sorianas, y en su sencilla tumba de Colliure, junto a su madre, la trianera Ana. A Antonio no le hizo falta jamás Cataluña, a la que adoró desde su primer viaje con su hermano Manuel en 1928, tierra en la que vivió varios meses en 1938 antes de partir para el exilio obligado por el fascismo; tierra en la que escribió sus valientes artículos en La Vanguardia; tierra en la que leía a Jacinto Verdaguer, a Juan Alcover, a José Carner y a Juan Maragall; tierra en la que hizo -ya viejo, agotado y muy demacrado- importantes amistades en el mundo de la Literatura y las Artes. Pero, según el tal Pepe Abad, el gran Antonio, el bueno de Antonio, era anticatanalista y debe desaparecer del nomenclator. Ojalá. Los sevillanos, los muchos machadianos que existimos por el mundo, no queremos darle el gran honor a una plaza de Sabadell, cuyo alcalde y Pepe, su historiador, a lo peor ignoran que fue un gran catalán, Juan Manuel Serrat, quien en 1969 le rindiera un máximo homenaje con su disco "Cantares", obra maestra de un catalán universal a un maestro, también universal, de la poesía, la lucha y la bondad humana como él.
Pepe Abad: hoy me encuentro escatológico y te despido, a ti,a tu alcalde y a tu Sabadell, y a toda la Cataluña que piensa como tú, con una expresión muy de mi tierra: ¡Tararí, tararí, tararí, un mojón pa ti!
El informe, pedido por el ayuntamiento que maneja la CUP, se lo encargaron, previo pago de su importe, a un aprendiz de historiador, evidentemente independentista, llamado Pepe Abad -que le llamen Josep en su casa-, un tal Pepe que no sólo la ha tomado con nuestro ilustre poeta y pensador sevillano, republicano de pro que murió en el exilio, sino con Quevedo, el cordobés Luis de Góngora, Lope de Vega, Larra, Goya y otros notables más por poseer ellos un "perfil franquista" (sic). Ante el revuelo en todos los medios, el alcalde de Sabadell, Matías Serracan -que le llamen Maties en su casa- ha tocado a retirada en la CUP (Compañía Unificada de Papanatas) negando que se vaya a retirar el nombre de la plaza dedicada al poeta.
Lo mejor que podría pasar es que le quitasen la placa con su nombre a Antonio y que cambien el nombre a la plaza. Machado, en verdad, no se merece darle lustre y esplendor a esta ciudad catalana a la que aconseja con sus informes un historiador de mojones. Antonio tiene que estar en los recuerdos de su casa de nacencia: en el Palacio de Dueñas, en los olivares de Baeza, en las alamedas y caminos de las tierras sorianas, y en su sencilla tumba de Colliure, junto a su madre, la trianera Ana. A Antonio no le hizo falta jamás Cataluña, a la que adoró desde su primer viaje con su hermano Manuel en 1928, tierra en la que vivió varios meses en 1938 antes de partir para el exilio obligado por el fascismo; tierra en la que escribió sus valientes artículos en La Vanguardia; tierra en la que leía a Jacinto Verdaguer, a Juan Alcover, a José Carner y a Juan Maragall; tierra en la que hizo -ya viejo, agotado y muy demacrado- importantes amistades en el mundo de la Literatura y las Artes. Pero, según el tal Pepe Abad, el gran Antonio, el bueno de Antonio, era anticatanalista y debe desaparecer del nomenclator. Ojalá. Los sevillanos, los muchos machadianos que existimos por el mundo, no queremos darle el gran honor a una plaza de Sabadell, cuyo alcalde y Pepe, su historiador, a lo peor ignoran que fue un gran catalán, Juan Manuel Serrat, quien en 1969 le rindiera un máximo homenaje con su disco "Cantares", obra maestra de un catalán universal a un maestro, también universal, de la poesía, la lucha y la bondad humana como él.
Pepe Abad: hoy me encuentro escatológico y te despido, a ti,a tu alcalde y a tu Sabadell, y a toda la Cataluña que piensa como tú, con una expresión muy de mi tierra: ¡Tararí, tararí, tararí, un mojón pa ti!
Amigo Emilio, no se puede decir más a nuestra sociedad que de la manera que has puesto en su sitio a los impresentables de los separatistas. Los fanáticos suelen ser los que no tienen razón, ética ni rigor.
ResponderEliminar¿Para qué quieren la "doble" nacionalidad, si tan deseosos están de salir de nuestra España?
No voy añadir más a lo que nos traes para no estropearlo.
Gracias por aportarnos tu objetividad, plumas como la tuya nos hace falta. Espero que con la que está cayendo, mantengas activo tu blog y nos sigas aportando mucho y bueno, es lo tuyo.
Alegría de verte por aquí de nuevo.
¡¡¡GRACIAS!!!
Un abrazo.
Excluir el nombre del callejero al escritor-poeta citado, indica la ignorancia de conocer los personajes que fueron contrarios hacia Cataluña.
ResponderEliminarÉl y otros autores que se podrían encasillar dentro del romanticismo español, fueron señalados con la denominación de “franquistas” cuando todos se fueron antes de 1,936.
Diremos que Antonio Machado, destacaba la cultura de la región referida y después de 1,928 estuvo presente en Barcelona con su hermano Manuel para la interpretación por una actriz catalana; de la obra “Las Adelfas”.
Por fin, después de un fallo informático, ya solucionado por mi hija Myriam, os puedo contestar. Muchas gracias Mari Carmen, como siempre. Tus comentarios me animan a seguir; y muchas gracias, querido Paco. Tienen tela estos catalanes de los cojones.
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