JAMÁS PUEDEN
BORRARNOS LA SONRISA
Nos pueden
atacar metiendo el miedo
en el
pétalo frágil de la rosa,
atacando a
la dulce mariposa
de corta
vida y de hermoso vuelo.
Pueden
cambiar el fuego por el hielo,
la
primavera por la nebulosa
de un otoño
que lleva la biliosa
sangre y
terror que deja un negro velo.
Pueden
decirnos que matarnos quieren,
que en
nombre de no sé las vidas hieren
hasta a
hacer del suicidio su divisa.
Que tiren,
y disparen y me maten.
Aquí estoy
preparado, cuando quieran,
pero
siempre encendida mi sonrisa.
Si pueden con las sonrisas, han ganado. Buren soneto, Emilio.
ResponderEliminarEstos sonetos están escritos a la "remanguillé", al paso de un potrillo al trote. Me salen solos con pensarlos. ¡Pero cuánto daría por escribir una soleá como las tuyas...!
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