Manos sobre
las octavas,
diez rayos
que van creando
un mundo
desde la nada.
Do, re mi,
fa sol, la, sí…
génesis de
un paraíso
donde soñar
y vivir.
¡Alerta, mi
niño, alerta,
sácale al
mudo piano
un universo
de fiestas!
Que tus
manos resuciten
como un
Dios de fantasías
sueños que
no se marchiten.
Cuando me
llegue ese día,
triste y
fatal de la muerte,
tócame por
bulerías.
Y si hay
que despertar,
que me
despierten tus manos
a compás,
siempre a compás…
Córdoba-2014
Córdoba-2014
Esos poemas por soleá son dignos de tan excelso artista ,escritos por quien mejor puede hacerlo, el poeta del flamenco. Gloria para los dos. Abrazos.
ResponderEliminarPero si el rey de las soleares eres tú, José Luis... No es una métrica que se me de bien, aunque este poemilla esté lleno de sentimientos a alguien, como el hijo de Pepa y Ricardo, a quien quiero mucho.
ResponderEliminarAproximadamente a la hora de la publicación de estos versos, salía Ricardo hijo rumbo a Japón para iniciar su gira de conciertos, "cosas" compadre...
ResponderEliminarMe encantan estos versos, y verte, leerte, de nuevo por aquí, un abrazo.
Sí, sí, Elisa, sabía que iba a dar un concierto en Japón y que por eso no pudo estar con nosotros en Córdoba. ¡Es un genio!
ResponderEliminar