jueves, 15 de agosto de 2013

DESDE MI TORRE: DE SEGURO QUE LA CULPA LA TENEMOS NOSOTROS


¡Qué gran trilogía de honor para la historia más reciente de España! ¡Qué pena de trío de ases al que un juez, el señor Ruz, se empeña en que declaren, ignorando quizás lo honestos que son..., y lo listos! Si son unos angelitos, hombre. Si es que el dinero les da igual, le tienen repulsa a ese papel timbrado que se llevan para que no vuele con el viento, para que no ensucie las calles...

¡Mecachis! Mírenle las caras, que parecen recién hechas en una Primera Comunión. La honestidad les cae por todos los perfiles de sus rostros. Son nata pura, decencia ejemplarizante, suma de los valores más íntegros de la Patria. ¿Qué ellos han cogido sobres? ¿No lo cogen todos los días los carteros, y no por eso tienen que declarar en la Audiencia Nacional? Ah, ¿qué estaban llenos de dinero? ¿Pasa algo? ¿Que era  "negro"? ¿Tiene usted algo en contra, pedazo de racista?

Pero, hombre, si son tres enseñas nacionales, lo más digno de nuestra Democracia, los paladines en la defensa por los contratos laborales, por la lucha contra el paro, por la defensa de una vivienda digna, porque todos los españoles sean defendidos políticamente por ellos y sean iguales ante la Ley... Son tres modelos, tres, como "Gitanillo", "Manolete" y el mexicano Arruza, como La Pinta, La Niña y la Santa María, como las tres moritas de Jaén, como Quintero, León y Quiroga... Pero modelos de verdad en el buen hacer y la preocupación por el pueblo al que representan. ¿No observan esa mirada niña e infantil de Cospedal, libre de cualquier sospecha mínima? ¿Y la de Álvarez Cascos, que aunque con cara de bruto es lo que siempre se ha denominado como un "bruto noble"? ¿Y la de Arenas, tan sencillo, tan bien plantado y tan guapo, con lo que ha sufrido el hombre para alcanzar un día -sin lograrlo nunca- la presidencia de la Junta de Andalucía...?

Se ha equivocado el señor juez queriendo ver que ellos han tenido que ver algo con este asunto de Bárcenas, otro pobre español al que están crucificando por llevar unas cuentas con falta de memoria. ¿Es eso delito? ¿No lo es que un trabajador -que dice que tiene la pierna rota- se escaquee del puesto de trabajo por varios días, porque lo dice una radiografía que de seguro ha salido movida? ¿No lo son las quejas, sin motivo, de los que no saben subsistir con 426 euros al mes? ¿No es delito que los que dicen que tienen hambre acudan a las puertas de "Cáritas" y de otras organizaciones...?

No, el juez Ruz, equivocado, cree que la culpa de este caso de distraimiento de dinero la tienen ellos: los del PP -Patria y Patria-, y por eso, injustamente, los cita a declarar como testigos, teniendo que soportar estos ángeles de la guarda los improperios de la turba a la puerta de la Audiencia: ¡¡Cospedal, Cospedal, a Soto del Real!!, ¡¡Arenas, ladrón...!!, y lo mismo al franciscano Cascos... ¡Qué país, Dios!

No nos queremos dar cuenta de que la culpa la tenemos todos nosotros, la turbamulta, los indeseables del Poder, los que exigen sus derechos -¿derechos?-, los que increpan, la mosca cojonera del pueblo llano que no tiene para comer. Y está claro que sí, que la culpa la tenemos todos nosotros, y me imagino que no tengo que recordarles por qué... ¿Se olvidan de algo a lo que llaman "urna"? Pues eso.

-¿Entonces estas tres criaturitas cándidas no tendrán ninguna pena judicial? -¡Ninguna, imbécil, no ves que son aforados y son intocables!

-¿Y política? -Tampoco, que tienes la gusta inteligencia para arrear pavos. ¿No ves que los políticos sólo intentan hacerse daño en el estrado, pero después se ponen "púos" a costa nuestra en la más hermosa de la fraternidad y en los más elegantes restaurantes?

-¿Qué pasa entonces? -Pues lo de siempre, gilipollas, que nosotros nos comemos el coco y ellos el caviar. Mañana, pasado, cuando lleguen las elecciones, nos chillarán desde los micrófonos, nos asaltarán desde las vallas publicitarias de ciudades y pueblos, nos prometerán el oro y el moro. Y será verdad: nosotros siempre nos quedaremos con el moro que viene de Marruecos a buscar el trabajo, y ellos con el oro, metidos en sobres con billetes de 500 euros. Y no se le ocurra decir nada, porque ellos nada saben, ni nada recuerdan: las culpas al "Tesorero". Y pregunto yo, inocente, ¿Si no saben vigilar y saber qué hace el Tesorero, pueden saber llevar los destinos de este país?


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