LA HORA
Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que es aún sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora, que tengo la carne olorosa,
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora, que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora, que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después... ¡ah, yo sé
que nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. Oh amante, ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
Juana de Ibarbourou
1892-1979
No hay comentarios:
Publicar un comentario