miércoles, 25 de abril de 2012

PORTADA DE FERIA: LA VISIÓN DE JOSÉ MANUEL HOLGADO (2)


Impresionante la portada del Circo de Ángel Cristo que dedicó, como llamada de atención, al maravilloso columnaje de su mujer, Bárbara Rey, aquella chica de la localidad murciana de Totana que, por cosas del amor, abandonó sus años de esplendor como vedette para unirse al domador onubense de leones y tigres, y convertirse ella misma en domadora de elefantes.

Sus piernas eran un prodigio que bien supo el domador rentabilizar a tamaño gigantesco. La verdad es que piernas como las de aquella mujer eran dignas para ser el pórtico de entrada al que llaman mayor espectáculo del mundo. No sé yo si el circo lo es, pero sí las piernas de Bárbara. Bien que supieron elegir el nombre artístico de aquella muchacha nacida como María García Garcia: Bárbara por la barbaridad de su tipo, una auténtica joya, y Rey porque parecían presentirse en su  vida algunos escarceos ciertamente reales, según las malas lenguas y según Jaime Peñafiel.

Pero lo que más me interesa de esta fotografía de Holgado, aunque es lógico que la vista, siempre niña, se vaya más intensamente a las llamativas piernas, es la soledad del circo en esa hora en la que, por lo vacía que está la explanada de entrada, se entiende que no hay funciones y descansan las fieras, sus domadores, los trapecistas, payasos, funambulistas, magos, malabaristas, tragasables... Y muy especialmente me interesa ese primer plano del hombre empujando un carrito de minusválido en el que parece va sentada una mujer que agarra a un niño en brazos. Si amplían la imagen, a la misma proporción que las piernas de Bárbara, verán que el niño es el único que no las mira, y sólo contempla un trozo de algo que se está llevando a la boca. Sin duda alguna, el niño es lo más puro de la imagen.


Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz

2 comentarios:

  1. José Manuel Holgado Brenes25 de abril de 2012, 11:52

    Querido Emilio gracias un día más por este comentario de tanta categoría.
    A mi lo que verdaderamente llamó mi atención, fueron las piernas, que no sabía que fuesen las de la Barbara Rey, a mí me gustan más gorditas, las piernas pero en su contraste -mis fotos suelen ser de contrastes, como la de ayer del pordiosero y todos los demás de espaldas a él- con las de esas otras piernas que no tocan el suelo porque van en un carrito de ruedas por imposibilidad física y aún tienen fuerzas para llevar encima un hijo o mejor aún, un nieto y lo digo por mí que soy abuelo.

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  2. Con esa espectacular fotografía, José Manuel, cualquiera es capaz de hacer un mediano comentario.

    Gracias y mi abrazo.

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