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LOS TRES SUDAMERICANOS |
Una cumbia muy pegadiza vendría a quedarse con nosotros para siempre en las voces de "Los Tres Sudamericanos", con letra y música de Vanella, Cabanillas y Farias. Nos referimos a "Cartagenera", canción que de seguro todos ustedes han escuchado y tarareado en alguna que otra ocasión:
Paseando mi soledad, / por la playa de Marbella / yo te vi cartagenera, / luciendo tu piel morena. / Y en tibias noches de luna, / cuando me besa la brisa, / yo siento cartagenera / el cascabel de tu risa. // Cartagenera, tu boca, / como guayaba madura. / Cartagenera, tus ojos, / en mi recuerdo perduran. / Cartagenera morena, / dorada con luz de luna, / dorada con luz de luna, / cartagenera morena. // Paseando mi soledad, / por la playa de Marbella / yo te vi cartagenera, / luciendo tu piel morena. / Y en tibias noches de luna, / cuando me besa la brisa, / yo siento cartagenera / el cascabel de tu risa. / Cartagenera, tu boca, / como guayaba madura. / Cartagenera, tus ojos, / en mi recuerdo perduran. / Cartagenera morena, / dorada con luz de luna, / dorada con luz de luna, / cartagenera morena, / cartagenera morena.
Otra canción que se hizo muy popular fue "La chevecha" (1969), con letra y música de González y Ramírez, y que también cantaban "Los Tres Sudamericanos", aunque se hizo muy famosa en la voz del cantante y actor argentino Ramón Bautista Ortega, más conocido artísticamente como "Palito Ortega":
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PALITO ORTEGA |
La parranda que tuve ayer noche / donde sólo hubo derroche / acabó mi voluntad, / otra vez señor don Joché / cuando tenga che, / chevecha no más. / Otra vez si me invitan a una fiesta / dormiré mi buena siesta / para poder madrugar / porque así cuando tenga che / yo podre tomar chevecha no más. / Qué chabocha la chevecha / que che chube a la cabecha / anda chava chube y chirve / otro vacho de chervecha / otro vacho de chevecha / anda chava chube y chirve / qué chabocha la chevecha / que che chube a la cabecha. / En rosario me invitaron / a una fiesta y dormí mi buena siesta /
para poder madrugar. / Nos pusimos todos a cantar / también a tomar / chevecha no más. / Cordobeses, mendozinos y saldeños, / tucumanos, santiagueños / se pusieron a cantar / en la fiesta que dio don Joché, / allá en Santa Fe / chevecha no más. / Qué chabocha la chevecha / que che chube a la cabecha / anda chava chube y chirve / otro vacho de chervecha, / otro vacho de chevecha / anda chava chube y chive / que chabocha la chevecha / que che chube a la cabecha.
Conviviendo con estas canciones jocosas, surgió una hermosa composición de la genial cantautora y gran artista chilena Violeta Parra, "Gracias a la vida", creada el año 1966 y grabada por la extraordinaria artista argentina Mercedes Sosa, que fue quien la popularizó en nuestro país a partir de 1969:
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VIOLETA PARRA |
Gracias a la vida / que me ha dado tanto, / me dio dos luceros / que cuando los abro / perfecto distingo / lo negro del blanco. / Y en el alto cielo / su fondo estrellado. / Y en las multitudes / el hombre que yo amo. / Gracias a la vida / que me ha dado tanto, / me ha dado el oído / que en todo su ancho / graba noche y día / grillos y canarios, / martirios, turbinas, / ladridos, chubascos, / y la voz tan tierna / de mi bien amado. / Gracias a la vida / que me ha dado tanto, / me ha dado el sonido / y el abecedario. / Con él, las palabras / que pienso y declaro, / madre, amigo, hermano, / y luz alumbrando / la ruta del alma / del que estoy amando. / Gracias a la vida / que me ha dado tanto, / me ha dado la marcha / de mis pies cansados. / Con ellos anduve / ciudades y charcos, / playas y desiertos, / montañas y llanos / y la casa tuya, / tu calle y tu patio. / Gracias a la vida / que me ha dado tanto, / me dio el corazón / que agita su marco / cuando miro el fruto / del cerebro humano, / cuando miro el bueno / tan lejos del malo, / cuando miro el fondo / de tus ojos claros. / Gracias a la vida / que me ha dado tanto, / me ha dado la risa / y me ha dado el llanto. / Así yo distingo / dicha de quebranto, / los dos materiales / que forman mi canto, / y el canto de ustedes / que es el mismo canto, / y el canto de todos, / que es mi propio canto. / Gracias a la vida, / gracias a la vida...
¡Hermosísima canción! En esta década, en la que también se mezclaban las rancheras mexicanas con las demás canciones, surge en la voz del "Rey del Falsete", que así se llamaba a Miguel Aceves Mejía, la canción "Mi chorro de voz", con letra y música del compositor mexicano Salvador Flores, más conocido artísticamente como "Chava Flores":
Pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo , / sabrosa / pulpa de tamarindo. / Así es el sabor de tus besos, / ese sabor agridulce que tiene tu boca, / sabor que provoca, sabor que enloquece / de amor tropical. / Así me pasaría la vida entre la miel de tu boca / como una gaviota que está prisionera / con sus alas rotas, sin poder volar. / Pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / sabrosa / pulpa de tamarindo. / Así es el color de tus ojos, / ese color de misterio, sereno y tranquilo / que a ratos despide un raro destello / de luna y de mar. / Así me pasaría la vida / con tu mirada hechizada / como una gaviota que está prisionera / con sus alas rotas, sin poder volar. / Pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / pulpa de tamarindo, / sabrosa / pulpa de tamarindo. / Tamarindo, tamarindo, / tamarindo, tamarindo, / qué sabroso tamarindo, / ay, qué lindo el tamarindo...
Y mañana, un poquito más.
¡Hermosísima canción! En esta década, en la que también se mezclaban las rancheras mexicanas con las demás canciones, surge en la voz del "Rey del Falsete", que así se llamaba a Miguel Aceves Mejía, la canción "Mi chorro de voz", con letra y música del compositor mexicano Salvador Flores, más conocido artísticamente como "Chava Flores":
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MIGUEL ACEVES MEJÍA |
Yo tenía un chorro de voz, / Yo era el amo del falsete, / ay, lararí, / por el canto me di al cuete / y por fumar me dio la tos, / y de aquel chorro de voz / sólo me quedó un chisquete. / Cantaba un titipuchal, / las chamacas me admiraban, / por mis cantos suspiraban / y yo me daba a desear, / pero hoy que quise cantar / los gallos se alborotaban. / Pobre voz que anda al garete / por la parranda y el cuete, / por fumar y por la tos, / cuando quise echar falsete / sólo sale un vil chisquete / de aquel gran chorro de voz. / Yo tenía un chorro de voz / ye admiró Jorge Negrete, / Pedro Vargas y otros dos, / pero del chorro de voz, / sólo me quedó el chisquete. / Anteanoche fui a cantar, / festejaba Casimira, / al primer compás de lira / comenzaron a gritar / el sombrero y la chamarra / del señor que se retira. / Al que fuma y al que canta / se le pudre la garganta / como a mí se me pudrió, / cuando quiero echar falsete / sólo sale un vil chisquete / de aquel gran chorro de voz.
Y por hoy, terminamos con el mismo grupo con el que comenzábamos, recordando una canción muy pegadiza de "Los Tres Sudamericanos", que también versionara Celia Cruz, con letra y música del cantaor mexicano Paco Chanona:
Y mañana, un poquito más.
Tanta fuerza tenía la música para la generación joven de los sesenta que recuerdo cómo -cuando me hallaba de instructor en el campamento de Camposoto- se bautizaba con el nombre de la canción de moda a cada "llamamiento" (Los nuevos reclutas que llegaban cada tres meses). Yo pertenecí a los "cartageneros".
ResponderEliminar(Batallita musical de la mili).
¡Cosa curiosa, ignoraba estos bautizos!
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