PIROPOS A LA ESTRELLA
Qué oración caminante es tu figura
modelada en el cielo de Triana,
qué lucero se esculpe y engalana
con la gracia sin par de tu dulzura.
Qué Giralda de amor hasta la altura,
qué pregón de la angustia que en Ti mana,
qué triunfo de luz, qué soberana
bajo un palio que arrulla tu amargura.
Martinetes contigo por el puente
mientras borda piropos la otra orilla
-sementera de un beso penitente-.
Qué sublime y divina la gavilla,
qué atadura la tuya, qué valiente
en las manos ungidas de Sevilla.
Ramón Jiménez Tenor
24 marzo 1957
De tal palo...
ResponderEliminar¡Qué más hubiese querido yo!
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