UNA MUJER
A Juan Cervera Rueda, mi padre.
Una mujer gritaba,
jugándose la vida,
por las calles de Brenes,
pueblo de la provincia de Sevilla,
Andalucía:
“¡¡¡Franquistas, asesinos!!!”
Una mujer gritaba como loca,
acababan de matar a su esposo,
el padre de sus pequeños hijos.
Una mujer gritaba sin que nadie la oyera,
aunque todos la oían en aquel triste pueblo.
Una mujer gritaba, y lloraba y gemía,
sin consuelo de nadie,
sola y desamparada, fatalmente viuda
y con su vida rota para siempre.
Una mujer, mi madre.
...Por las calles de Brenes,
pueblo de la provincia de Sevilla:
“!!!Franquistas, asesinos!”
El eco de su voz resuena todavía
por ese Sur de España,
en que aún, ¡todavía!, claman en las barrancas,
y en las hoscas cunetas de las viejas veredas,
esqueletos sin nombre.
Una mujer gritaba,
gritaba una mujer, ¡ay, dolor!, ¡ay, dolor!,
y seguirá gritando, aunque ella ya esté muerta,
pues hay gritos tan hondos y tan altos
que nunca, nunca, nunca,
¡nunca jamás se extinguen!
México D. F. Domingo, noche 7 de Octubre 2007
Tiene motivos sobrados este magnífico poeta para hacer de sus versos una queja honda...
ResponderEliminarEste poema es fuertísimo.
ResponderEliminarLeo el poema, de Emilio, a mi suegra de 87 años y me confirma que son hechos conocidos por ella y muchos mas vividos en esta poblacion tan duramente castigada. Por el virrey de Sevilla,Queipo. 24-07-2011.
ResponderEliminarEl poema de Juan Cervera es una denuncia en toda regla. Tristemente, estas cosas y muchas más pasaron durante la guerra y, más triste, despúes de la misma.
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