MANOLETE
Quieto el polvo. El aceite y la plata labrada,
la cornisa cumplida y el ramaje severo:
toda Córdoba pura en su sillón de cuero
sobre el aro tremendo que circunda la grada.
¡Qué lenguaje de torre en la seda pausada!
Quieto el polvo. El aceite y la plata labrada,
la cornisa cumplida y el ramaje severo:
toda Córdoba pura en su sillón de cuero
sobre el aro tremendo que circunda la grada.
¡Qué lenguaje de torre en la seda pausada!
¡Qué frialdad temprana de limón y de acero!
¡Qué desnudo y qué fresco tu corazón entero
contra el muro caliente de la Plaza cerrada!
Pasmo de luz y cimbre, timón de la escultura,
ave Real inmóvil entre los estallidos
de resuellos sangrantes y cuernos doloridos.
Con tus pies siempre juntos, reposa ya sereno.
Que tu silencio iguale tu leal estatura
y de la Muerte aún gire tu muleta en el seno.
Juan Sierra
"Álamo y Cedro" (1982)
contra el muro caliente de la Plaza cerrada!
Pasmo de luz y cimbre, timón de la escultura,
ave Real inmóvil entre los estallidos
de resuellos sangrantes y cuernos doloridos.
Con tus pies siempre juntos, reposa ya sereno.
Que tu silencio iguale tu leal estatura
y de la Muerte aún gire tu muleta en el seno.
Juan Sierra
"Álamo y Cedro" (1982)
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