(Igual que ahora da gusto, aunque en estos últimos meses está declinando un poco, en el año 2000 Córdoba estaba muy sucia. La Empresa Municipal de Saneamientos de Córdoba (SADECO) estaba dejada de la mano de Dios. Ya hablamos en otro capítulo de que el absentismo equivalía casi al 10% de la plantilla. Como Presidenta de esta empresa municipal, no hubo más remedio que darle su palito a doña Rosa Aguilar..., y es que el ciudadano Ramírez no se callaba ni una).
Sadeco va muy bien, señora mía,
no se aflija por la prensa
que del mal se regocija.
No se aflija.
Si han subido las quejas, mi alcaldesa,
es que el pueblo es quejica
y cualquier mal amplifica.
No se aflija.
Si están llenas las calles de basura
es que somos muy guarros,
es que nos gusta el barro.
No se aflija.
Si don Andrés Ocaña, el pobrecito,
no puede con la asignatura
de quitar de las calles la basura.
No se aflija.
Si están los contenedores hasta arriba
sin que los recoja un camión,
no coja un sofocón.
No se aflija.
Si las ratas pululan a placer
porque tienen viandas
y van de cien en banda.
No se aflija.
Mas Sadeco, que limpia y abrillanta,
a todos, alcaldesa, desencanta.
Anteayer de mi puerta han retirado
un periódico del siglo ya pasado.
Hace bien en hacerse Presidenta
de esta sociedad que está mugrienta.
Apriete, mi alcaldesa, las clavijas
y no se aflija, no, que no se aflija.
Exija usted,
no transija,
corrija,
elija,
dirija,
ponga derecha a Sadeco
y corte los malos flecos.
Mas usted jamás se aflija,
porque es una pena, hija.
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