viernes, 12 de noviembre de 2010

POR DISTINTOS CAMINOS (y 51)


Todo aquí en Miami parece estar trazado a tiralíneas.
Sólo los arcos de las palmeras y las formas caprichosas de las nubes
ponen un sentido de movimiento al sereno paisaje.

Cristal del mar en Miami,
brumas sobre el palmeral,
nubes que hasta el cielo suben
en una hermosa espiral.

La ciudad sueña tranquila,
dichosa en su inmensidad.

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