SONETO DEL CUMPLEAÑOS
Muertos, queridos muertos familiares
que sois conmigo para la sorpresa
de todos, alegrándome la mesa
de un cumpleaños negro de azahares.
Os miro, os cuento, os toco. Mis pesares
tan sólo sabe Dios que los empieza.
¡Qué alegre vuestra risa, la promesa
del mundo, vuestros labios singulares!
Nos pudriremos, sí, nos pudriremos.
Reventaremos hacia el cuarto día,
padres, hermanos, hijos, tierna esposa.
Perdón si pienso así mientras bebemos.
Perdón os pido por esta alegría
que ha de morir, hablemos de otra cosa.
Jacinto Mañas
"Oficio de difuntos"
Los Cuadernos de Sandua nº 11. 1996.
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