viernes, 23 de julio de 2010

UNAS GOTAS DE EROTISMO Y HUMOR (8)


Las mujeres no suelen ser despistadas, pero esta de la copla parece que se distrajo un poquillo y le tentaron en la madriguera:

Anoche estuve en mi huerto
y dejé la puerta abierta,
me robaron el conejo...
y eso que estuve despierta.

Hay que tener más cuidadito, hija, mucho más cuidado. Y es que con esta familia de animales no se sabe nunca qué va a ocurrir, como nos comenta esta coplilla anotada por Francisco Álvarez Curiel en su "Cancionero popular andaluz" (1992) en la página 188:

Anteanoche me dijeron
que eras liebre muy corría;
y a la liebre corredora
la escopeta prevenía.

¿Vamos anotando "conejo", "liebre" y "escopeta"? Bien haremos para al final de este trabajillo de humor contar cuantas palabras nuevas hemos añadido. No nos vayamos a creer que todas las mujeres se ofrecen de balde. Nos lo recuerda la copla de "Don Preciso" en la página 152:

Apagao me tienes
niña a tu lado,
pues ninguno se arrima
si no ha-pagado.

¿Quieren saber cuál es color de la pena? Pues seguid el consejo de esta copla:

Aquel que quiera saber
de qué color es la pena
que se baje los calzones
y se arrime a la colmena.

Anotaremos "colmena" como atributo femenino del que siempre hemos sabido su color. Existen mujeres tan dominadoras que es imposible apaciguarlas, como se nos muestra en esta coplilla recogida por Génesis García Gómez en su libro "Cante flamenco, cante minero" en la página 323:

Aquí un domador reposa
que se murió de pesar,
porque no pudo domar
en diez años a su esposa.

Y si hay mujeres dominantes, hay padres que no dejan pasar a uno ni por la puerta de su casa. Cuidado con las caídas en las puertas de algunas viviendas. Esta letrilla la recoge Rodríguez Marín en su "Colección de cantes populares españoles":

Ar pasá por tu puerta,
pegué un jardaso;
me lebantó tu padre
de un ladriyaso.

Aunque es verdad que muchos chavales son demasiado atrevidos y hacen lo que no deben con premeditación, alevosía y, sobre todo, con nocturnidad, tal como nos comenta esta coplilla granadina que Francisco Cabrera Palomares ha incuído en su libro "Granada en clave de flamenco":

Atribón, atribón,
como estaba la noche oscura
a tientas le fui metiendo
la llave en la cerradura.

Apuntemos "llave" y "cerradura" para nuestro diccionario de léxicos. En el Siglo de Oro español había mujeres que aguantaban el "envío" estoicamente:

Ay, bien de mi vida,
qué cansada estoy,
ciento veinte veces
he jodido hoy.

¡Ganaría una "pasta" la pécora! En el capítulo de suegras el cancionero es abundante y jamás a favor de estas madres "políticas". Mira que no querer a un muchacho por faltarle una cosa que no tiene importancia. Esta coplilla está recogida de la población cordobesa de Doña Mencía:

Si tu madre no me quiere
porque no tengo corbata,
otra vez que vaya a verte
me colgaré una alpargata.

Tanto y tanto se corren las voces de lo que hacen sufrir a los yernos, que éste, al menos, se está preparando para el día que se case y pone condiciones:

Si me caso y tengo suegra
ha de ser con condición,
que si al año no se muere
la tiro por el balcón.

¡Hombre, ni tanto ni tan calvo! En el capítulo de cuernos, de nuevo elegimos un copla del libro de Manuel Garrido,"Cuernología del Cante", que no tiene desperdicio:

Aunque los cuernos molesten
con ellos hay que vivir,
ya que por más que te citen
nadie te obliga a embestir.

¡Faltaría más esa mala educación! Hay que ver los insultos que algunas veces le dicen los chavales a las féminas. ¿Creéis normal este comportamiento?:

Asómate a esa ventana,
retrato de la herejía:
el que madrugó por verte
¡qué poco sueño tendría!

¿Es normal lo que le dice en esta otra?

Asómate a la ventana
cara de sucio candil,
orejas de mulo romo,
cabezón de tamboril.

Hay mujeres que, por las circunstancias que sean, no se le dan bien el baile. Pero de ahí a que se les insulte de esta manera hay un abismo:

Cuando sales a bailar
con ese trote que trote
y la cabeza agachá,
¡qué palo en ese cogote!

No, no paran los insultos, cuando no por el baile por otra cosa. ¿Qué culpa tiene una mujer de ser rubia y tener un vestido rojo?:

Desde que vino la moda
de los vestidos granates,
todas las rubias parecen
huevos fritos con tomate.

Sabemos que el personal del clero tiene los mismos atributos que los demás mortales, más grandes, más pequeños, pero los mismos. Pero esta coplilla nos pone por embustero:

El cura de mi lugar
tiene catorce pelotas,
doce para divertirse
y dos para las devotas.

Hay curas más raros... Aunque tampoco me inclino yo, por muchas pelotas que algunos tengan, a que los curas sean malos porque, por el celibato, no deban tener hijos, a pesar de que no lo entienda así este hombre:

El cura que no procura
hacer una criatura
dentro de su vecindad,
ese cura no es buen cura
porque él mismo no procura
aumentar la cristiandad.

Los curas normalmente quieren ingresos en sus parroquias, y esos suelen llegar, aparte de con las limosnas, con lo que cobran por bautizos, misas de difuntos y bodas. Pero mal lo lleva el cura sin todos piensan como este hombre de la copla:

Cásate, me dice el cura.
Yo no me quiero casar,
si el cura quiere dinero
que se ponga a trabajar.

Bueno, es que hay gente que no quiero casarse de ninguna de las maneras:

El día que yo me case,
quiera Dios que no aparezcan
ni el cura, ni el sacristán,
ni las llaves de la iglesia.

¿Podrá alguien decirme qué es lo que enseña este fraile que nos muestra la copla y que está parado en una esquina?:

En la esquina está parado
un fraile de la Merced
con los hábitos lazados
enseñando el chuchumbé.

Vamos a anotar "chuchumbé" para cuando analicemos los vocablos de nuestro diccionario. Algunos hay que se quejan de cómo se está poniendo España. Concretamente esta copla es de las incluídas en las canciones legionarias de marcha:

Se está poniendo España
en tan malas condiciones
que se está incrementando
el gremio de maricones.

¡Qué brutos estos muchachos a la hora de cantar! Pues más bruto aún es este hombre del que nos habla Eugenio Sánchez Fuentes en su sainete "El mosito er barrio", anotada en el libro "El pueblo andaluz" en su página 133:

Si argún gaché a mi chiquiya
la pretende jonjabá,
lo ajorco con mis patiyas
y a Dios se lo va a contá.

Primero apuntaremos "jonjabá" y después reparemos en la exageración de las patillas del tío. Qué patillas no tendría como para hacer una soga y ahorcar al jonjobador. Yo, por si acaso, dejo el tema hoy aquí por el susto que me ha dado este gachó.

4 comentarios:

  1. Muy bueno, Emilio. He pasado unos días en la playa y desde anoche me estoy dando un atracón de coplas. A cada rato mi mujer me pregunta que qué me pasa porque se me escapan algunas carcajadas. Si buenas son las letras, mejores tus comentarios.

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  2. Me alegra mucho, Rafa, de que te estés divirtiendo con estas cosillas de los diversos cancioneros que manejo, más todas aquellas que apunto por todos los pueblos en los que he pasado y paso.
    Si tienes alguna copla en tu mente o anotada, no dejes de envíarmela. Probablemente, no la tenga.

    Un abrazo, sin erotismo.

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  3. Es cierto, Emilio, los comentarios no tienen desperdicios y son un excelente e hilarante adorno en prosa.

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  4. Mis cosillas. Tú me conoces.

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