domingo, 4 de julio de 2010

DESDE MI TORRE COBALTO: CAMINO DE ALEMANIA


Ya, por fin, gracias al empuje de todos, España, en un partido agónico ante Paraguay, ha abierto el camino hacia la semifinal de la Copa del Mundo, triunfando esa "cocaina" a la que llaman fútbol, esa droga dura que pone a casi todos los españoles pintados de payasos, disfrazados de carnaval, con los nervios a las puertas de un electrocardiograma, con una imbecibilidad en los rostros totalmente increíble, portando la bandera del país, símbolo facha cuando la llevas cualquier día del año y emblema general en los días en que la selección se la juega.

No soy sociólogo, evidentemente, pero miro atentamente la sociedad que me rodea, la analizo, observo sus comentarios y sus comportamientos, y me río o me cabreo por dentro. En estos días de pasión pelotera, España por fin es España y todos se agrupan bajo su nombre, aunque a muchos no les guste el fútbol. La rojigualda no debería ser la bandera de esta antigua patria, sino su enseña futbolera. Veo a ancianos con sus gorras, a niños de quince años llamando cabrón al árbitro, a vecinos militares, médicos o abogados diciéndole a Hiniesta a quién le tiene que pasar el balón mientras están enfudados en camisetas de licra vendidas en los quioscos callejeros. Se exaltan, gritan, chillan, se abrazan, increpan, se convierten en entrenadores o en defensas, centro campistas o delanteros según la jugada, te invitan a la cerveza que jamás te invitaron, te besan y te hablan como si a todos nos gustase el fútbol.

Nunca mejor que en estas ocasiones me viene a la memoria aquel antiguo programa que a finales de los 50 hacía Rafael Santisteban en Radio Sevilla y que se titulaba "Conozca usted a sus vecinos". Para esto vale, principalmente, un partido del mundial con España de protagononista: para conocer a tus vecinos y para escuchar una y mil veces, aparte de los claxon y el sonido de los cohetes, el coreable desafinado de "Yo soy español, español, español..."

No pasa nada con el paro, ni con la congelación de las pensiones, ni con el vacío de poder que tenemos, ni con la nueva reforma laboral, ni con la subida del IVA, ni con los embargos de pisos, ni con lo que nos espera... ¡Viva la droga del fútbol! ¡Qué de problemas le quita a un gobierno que no gobierna! Si a los exaltados hubiese que contarlos por metro cuadrado, solamente tendríamos que asistir a un bar a ver un partido de la Selección. Se cuentan, se miden aproximadamente los metros del local, y te dan el baremo justo: de 40 millones de españoles, 42 son fieras cuando juega la Selección. Como decía el refrán de Santiago, que de 365 días del año 367 llueven en Compostela. Pues igual.

¡Viva España, tíos, viva España..., y que todos los meses haya un mundial en donde sea! Es la única forma de tener a los españoles unidos y, por supuesto, distraídos en otros menesteres menos agradables, como son los de pedir los derechos más básicos que se contemplan en la Constitución..., y no se cumplen.

¿Qué os voy a decir si no entiendo de fútbol?. Yo, para delantera, aunque francesa, me quedaba con la chavala de la foto. Donde se ponga ella, para quitarme las irritaciones, que se quite Villa, Hiniesta y Xavi, ah, y ese niño Torres, con más años que el loro de Tena, que no le mete un gol ni a los arcos isabelinos del Puente de Triana.

4 comentarios:

  1. Que exagerado eres, Emilio. Tanto paro no hay en España, además, si todo el mundo estuviese trabajando, ¿quién iba a animar a "La Roja"? ¿y lo que se está moviendo la economía con la venta de banderitas rojas y gualdas y camisetas de la selección?.
    Por cierto, la francesa de la foto parece de carne y hueso y que ha sido parida porque la que ha puesto tu compadre Bohórquez en "La Gazapera" no tiene ombligo.

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  2. Aquí no hay paro ninguno, es que no hay trabajo, que es distinto. Menos mal que la francesa que he puesto me quitó ayer las penas. Es amiga mía y muy buena muchacha, ah, y muy católica. Jajaja...

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  3. ¿Pero la niña no es una "recogepelotas"? Ya vemos dónde las lleva...
    No sé si se llenaría un estadio con los que estamos hasta la coronilla de una "Roja" que nos está poniendo coloraos, y no sólo por lo que le está costando ganarle a selecciones de tercera categoría.
    De acuerdo con todo lo que dices... ¿Y las trompetitas...? ¡Qué horror! El Casillas ya está reivindicao a pesar de las elocuentes y sospechosas ojeras que porta. Al Niño Torres, el de las pequitas a millón de euros, va a ver que jubilarlo en plena pubertad. Pobre chiquillo... y pobre de nosotros.

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  4. Me corrige mi hermano Santi y me dice que es una modelo paraguaya, vaya, vaya. Lo de la "Roja" de ayer fue deprimente, y el caso es que parece que hemos realizado una odisea.
    Al niño Torres habría que mandarlo directamente al Inserso. Yo corro más que él y tengo mejor vista, a pesar de que estoy operado de cataratas.

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