domingo, 6 de junio de 2010

POEMARIO TRIANERO: ROMANCE DEL CORPUS CHICO

ROMANCE DEL CORPUS CHICO

Mañana del Corpus Chico,
y tan grande al mismo tiempo,
estalla en tracas de luces
por el aire volandero.
Hay un rumor de claveles
y gladiolos en acecho,
al filo de los balcones
disputando y compitiendo,
porque Dios está al salir,
redondo de sol y cielo,
amarrado a un pan de trigo
con cordeles harineros.
Por la calle en lontananza,
casi saltando y corriendo,
un Niño Jesús de azúcar
por lo dulce y por lo tierno,
todo mieles en los ojos,
en las manos y en el gesto,
sostiene un cáliz de gracia
con la punta de sus dedos.
Tras Él compone San Juan,
el manto y el pecho abiertos,
Apocalipsis marcados
con la sangre del Cordero,
y se le quiebra la voz,

-Dios al fin sólo es el Verbo-
cuando inicia lentamente,
eternizando el momento,
con aguas de claridades
la Gloria de su Evangelio.
Y ya cerca de su Hijo,
sendero al andar haciendo,
una Pura Concepción
pisa lunas y luceros
entre ráfagas de plata
al son de tamborileros.
Se columpia la mañana
cuando Dios está saliendo,
y las campanas achican
sus badajos en el viento
para amortiguar sus sones
bajo el bronce vocinglero.
San Juan, la Virgen y el Niño,
sin humos ni olor de incienso,
abren despaciosamente
paso a paso, sueño a sueño,
el camino del Señor,
verde de juncia y romero:
una senda molinera,
escoltada de sarmientos,
por donde sube Triana
desde la tierra hasta el cielo.


MANUEL LAURIÑO

3 comentarios:

  1. Ha sido, como siempre, una mañana luminosa. El barrio estaba como cuando se manifiesta en toda su pureza, esto es, cuando aparece como el pueblo más cercano del Aljarafe. ¡Qué ambiente y qué gentío y qué olores! Melado, que ha paseado conmigo, estaba impresionado. Acabamos en el Círculo Rociero con José María Rubio y Manolo Lozano, junto a otros amigos, hablando de Triana y de poesía mientras en las calles se desmontaban los muchísimos altares, todos distintos e igualmente hermosos, y se abarrotaban los bares. Mañana de luz para alumbrar la nostalgia más dulce.

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  2. Yo he tenido la suerte de ver el Corpus con mi hija pequeña. No se ha perdido un detalle y desde las 9 de la mañana hasta cerca de las 2 de la tarde hemos estado paseando. La procesión la he visto en la puerta del Círculo Rociero. ¡Cuántos recuerdos mientras paseamos y qué suerte poder descubrir todos los años a Triana!

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  3. Es el día más hermoso de Triana. Huele a pueblo, a tahona antigua, a tiempos añejos, cual si una postal de principios del siglo XX se presentase ante nuestros ojos totalmente mueva.
    Este año, como os dije, han podido más mis nietos, pero jamás me he perdido la misa en Santa Ana y ese recorrido por mis calles de niño. ¡Qué maravilla de altares! ¡Qué calles tan pueblerinas de juncias y romeros, de colchas de bodas, de mantones de novias! ¡Qué suerte ser y sentirse trianero!

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