VENGOMe bajo en la estación sola y perdida
por donde esconde el corazón mi verso;
regreso una vez más a un universo
que tiene siempre en flor la bienvenida.
Llego por ver si el gorrión anida
en los viejos aleros, si es aún terso
el aire y el paisaje tan diverso
en este antiguo valle de mi vida.
Vengo a buscarme sin saber siquiera
que ya no encontraré aquel tiempo huido,
que yo ya no soy yo o yo me ignoro.
Vengo a buscarme aquí porque allá fuera
es distinto el recuerdo y el olvido
y en el reloj el tiempo ya no es oro.
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