FLORES DE PAPEL
Hace días tenía yo una hermana.
Hoy no la puedo ver aunque quisiera;
se fue blanca de lirios y de cera
entre el gemir del pecho y la campana.
Hoy no hace flores junto a la ventana
-claveles de papel sin primavera-,
hoy no me dice: -Cuando yo me muera
acuérdate de mí cada mañana.
Mis ojos no la ven pero el deseo
de verla es tan intenso que la veo
y oigo su risa con el eco aquel
que en la casa resuena todavía
iluminando el aire de alegría
como si hiciera flores de papel.
Hace días tenía yo una hermana.
Hoy no la puedo ver aunque quisiera;
se fue blanca de lirios y de cera
entre el gemir del pecho y la campana.
Hoy no hace flores junto a la ventana
-claveles de papel sin primavera-,
hoy no me dice: -Cuando yo me muera
acuérdate de mí cada mañana.
Mis ojos no la ven pero el deseo
de verla es tan intenso que la veo
y oigo su risa con el eco aquel
que en la casa resuena todavía
iluminando el aire de alegría
como si hiciera flores de papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario