jueves, 27 de mayo de 2010

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: ANTERIORES A 1936 (15)

Una de las grandes artistas de aquellos años del cuplé fue la cubana Consuelo Portella Audet, más conocida como "La Bella Chelito".
Nació en Cuba (1885) de pura casualidad, ya que su padre, capitán de la Guardia Civil, estaba destinado allí, en la localidad de Placetas, pero a los 15 días de su nacimiento se vinieron a España definitivamente. Si atendemos a aquello de que uno no es de donde nace, sino donde se hace, tenemos que considerar a Consuelo total y legítimamente española.

Era una mujer bellísima, a la que también, como a todas como ellas, y según las habladurías populares, cortejó el rey Alfonso XIII (menudo gachó), y muchas personas de la alta sociedad, lo que le sirvió, aparte de su trabajo contínuo, para ser la primera mujer empresaria del mundo del espectáculo y retirarse con unos buenos ahorros cuando lo hizo en 1928. Compró en aquel tiempo el Salón Chantecler, más tarde llamado "Eldorado" y, después, Teatro Muñoz Seca.

En ella se daban juntas la picardía, la belleza, la sabiduría escénica, el tipo y la voz. Su siempre cuidada indumentaria, casi siempre blanca, que era su color preferido, siempre la conjuntaba con el mismo color en flores, medias, peinetas, abanicos y mantones. Toda una belleza inmaculada para quien recibió el adjetivo de "la perdición de los hombres". Era, aparte de una excelente cupletista, una gran bailarina, y causó furor cuando añadió al cuplé los movimientos sensuales, que ella hacía lascivos, de la rumba caribeña. Ella, evidentemente, se dejaba querer, aprovechando el gancho natural que tenía y la leyenda que se fragüó o fragüaron, de mujer fatal, atrevida y conquistadora.

Fueron muchos los escritores que dejaron memoria de su arte (creo que todos estaban enamorados de ella), pero, para dejar sólo un ejemplo, vamos a incluir en esta biografía a vuelapluma el poema que le dedicó, con las palabras resonantes de aquellos años, el poeta José L. Barberán, con el título de "Chelito": Bella música, Chelito, es la de tu alma varia./ Evocas, ¡cuántas cosas!, en líricos acentos;/ y al arrancar tus ritmos, hay en ellos momentos/ de canciones paganas y mística plegaria./ Se diría que un conjuro misterioso te ha dado/ el poder intangible, la magia sugerente/ de hacer que en los espíritus inciertos del presente/ surja, cual en un sueño, la visión del pasado./ A evocar ensueños, ninguna voz te iguala,/ si cuando en frágil vuelo trémulas en el aire/ más divino y gallardo, es tu regio donaire/ y muestra un grave encanto tu romántica gala./ ¡Cuántas cosas rimando tus musicales trinos.../ Heroísmos, leyendas, románticos anhelos;/ ambientes pintorescos, inquietudes, desvelos;/ ensueños valerosos e ignorados destinos!/ Evocas los abismos, evocas los edenes,/ y el vivir valeroso, sacrificado y fuerte;/ evocas a la vida, evocas a la muerte;/ que son flores tus iras y amores tus desdenes./ Música evocadora que la pena desgarra./ Y es que mi anhelo lírico, hoy te quiere loar/ en primas y bordones de mágica guitarra,/ transformo y vibro el vario ritmo de este cantar.

Cantante genial de muchas creaciones que iremos comentando, casi todos los tratadistas dan por decir que la célebre polka de "La Pulga" es de ella, cuando no es así, sino de la cancionetista alemana Aurora Bergés y, principalmente, de Pilar Cohen. Es bien distinto que de todas las muchísimas versiones que se hicieron de este "sifonáptero" molestísimo, de esta canción que saltó de París a todos los escenarios europeos, la que más fama llegó a darle, por su genial interpretación, fue "La Bella Chelito", a la que acompañaba el cuerpo, la belleza de su rostro y la mirada picantona para hacer de ella una de sus genialidades:

Tengo una pulga dentro de la camisa/ que salta y corre y loca se desliza:/ por eso quiero poderla yo encontrar/ y si la cojo la tengo que matar.// Rápida salta y se esconde./ Ya me ha picado yo no sé dónde./ Mas si, colérica por fin la encuentro,/ a la muy pícara yo la reviento.// Estos insectos que tal molestia causan/ me encorajinan, colmándome de rabia./ Como a esta pulga llegase yo a encontrar/ les aseguro que me las va a pagar.// (Refrán)// No hay más remedio, tendré que resignarme./ Muy buenas noches, ahora voy a acostarme./ Yo les suplico volver atrás la cara/ porque no quiero que vayan a ver nada.// (Refrán)// ¡Ya está! ¡La tengo entre mis manos!/ ¡Al fin la maté!

Sólo me queda la duda de saber si la letra que cantaba "La Bella Chelito" era esta o la siguiente, o las dos, ya que en muchos cancioneros vienen al alimón:

Tengo una pulga escondida/ que a mi me está molestando/ porque me pica y me pica/ y no la puedo echar mano./ Su indiferencia me da coraje/ como la coja.../ como la coja, señores míos,/ como la coja no habrá perdón./ Yo me encontraba leyendo/ una novelita rosa/ cuando esa pulga maldita/ fue a colarse entre mis ropas./ La pulga maldita que a mí me devora/ la llevo buscando ya más de tres horas/ y no sabéis lo que me mortifica/ y es porque esta pulga, me pica, me pica./ Hay una pulga insolente/ que a mí me está molestando,/ porque me pica y se esconde/ y no la puedo echar mano./ Salta que salta bajo mi traje,/ haciendo burla de mi pudor./ Su impertinencia me da coraje,/ y como la coja, señores míos,/ como la coja, no habrá perdón./ Cuando yo estaba leyendo/ una novela licenciosa,/ una pulguita inocente/ vino a ponerme nerviosa./ Debe ser una pulga inglesa,/ porque vino a ponerse en la ingle./ Salta que salta bajo mi traje/ haciendo burla de mi pudor./ Su impertinencia me da coraje,/ y como la coja, señores míos,/ como la coja, señores míos,/ como la coja, no habrá perdón.

Una de sus creaciones que ha llegado hasta nuestros días fue la titulada "La chula tanguista", que estrenó en el Teatro Maravillas en 1924 con el subtítulo de "Vino tinto con sifón", con letra de Ernesto Tecglen y música de Juan Rica:

¿No habéis observado lo que pasa hoy/ de noche en los "soupers"?/ Van cuatro pollitos que no valen ná,/ la gracia está en los pies./ Con unos zapatos de charol cuarteaos,/ la flor en el ojal:/ si se acerca una gachí/ que le da por alternar,/ hay gachó que se desmaya/ si pide champán.// Yo no sé pedir coñac,/ ni chartrés, ni cuantró, ni champán./ ¡Vino tinto con sifón!/ Vaya usté al cabaret,/ vaya usté, verá usté lo que ve:/ ¡cómo bailan el fox trot!// Van unos abuelos a la Pompadour/ que gastan bisoñé/ y, aunque son más pelmas que Muley-Hafid,/ abillan el parné./ Agua de solares piden de beber,/ si acaso "pipermán"/ y no sabes lo que hacer/ si te sacan a bailar/ porque tienen la barriga/ como un sidecar.// (Refrán)//

Según ella misma, la más preferida de toda su carrera fue "Las pantorrillas", con letra de Eduardo Montesinos y música de Badía, una de las más antiguas y repetidas de su repertorio, y de las más pedidas por el público ya que ella solía enseñar las piernas con un sensualidad superior que era lo que querían los espectadores:

En invierno y en verano,/ con el frío y el calor,/ mucha gente tiene miedo/ a salir de su rincón./ Pero, en cambio, la muchacha/ madrileña de verdad,/ con su falda recogida/ por la calle siempre va.//Y haciendo así con mucho "aquel",/ igual los pollos que los viejos/ no se pueden contener./ Porque al mirar la redondez/ y perfección que atesoramos/ gritan todos admirados: -¡Olé!// Dibujando el zapatito,/ escotado y de color,/ una media negra hace/ un efecto superior./ Y subiéndose la falda/ blanca enagua deja ver/ con encajes muy rizados/ y entredoses de crochet.// (Refrán)// Una media azul demuestra/ que del pueblo ayer llegó/ y la blanca ser criada/ de algún viejo senador./ Cuando tiene rayas verdes/ o puntitas de color/ suelen ser de una jamona/ que exhibir quiere el jamón.

De ella nos decía en 1922 el periodista Ángel Hernández de Lorenzo: "Por extraño que parezca, la faceta más interesante de Chelito, actualmente, es la de Chelito propietaria. Porque este extremo es el triunfo de toda una vida dedicada al público, el premio a la mujer arrebatadoramente bella que con el encanto de sus hechizos hizo soñar y estremecerse a millones de espectadores; Chelito es la artista más popular de nuestra época, y Chelito hoy nos conmueve y nos fascina como hace una década de años. Chelito en su intimidad es un criatura razonable. Rara vez habla mal de sus compañeras; es gentil con sus amigos y le gusta mucho tomar la vida a juego".

Otra de sus creaciones, con letra y música de Álvaro Retana y Amalio Fernández, fue "El bolsillo y el manguito", con el doble sentido que siempre llevaban estas composiciones:

Hace días he encargado a un modisto de Madrid/ un manguito igual a los de París./ El modisto preguntóme: -¿Cómo le gustan a usted?/ De un tamaño así, me parece bien./ Porque se presta divinamente a varios usos de utilidad:/ sirve de cesta para la compra, y como falda queda ideal/ Por eso así, cantóme allí:// Parisina, si gastas manguito te lo debes hacer grandecito,/ que las cosas de un tamano exagerado son de muy buen resultado.// El bolsillo también sirve cuando llega la ocasión/ para presumir por lo coquetón./ Mas si usted se lo propone y lo sabe manejar,/ puede ser un gorro de gran novedad./ Bien colocadito queda muy mono y favorece, es la verdad;/ a quien le agrade le pongo el gorro con esta misma facilidad./ Y luego así podrán cantar:// Parisina, si gastas bolsito te lo debes hacer grandecito,/ que las cosas de un tamaño exagerado son de muy buen resultado.

Muchísimas fueron las creaciones que hizo a lo largo de su vida, como "La rumba de Chelito" o "A pescar marido", "La noche de novios", o este cuplé, "De Dios y del diablo", con letra de Ángel Hernández y música de Álvaro Retana, con el que ponemos fin a esta página de las canciones de la entrañable artista y empresaria que fue Consuelo Portella, "La Bella Chelito":

En el rincón más castizo/ del barrio más chulo/ que tiene Madrid,/ vine yo un día a este mundo,/ y el sol más brillante/ lució para mí./ Y cuando tuve los quince añitos,/ algunos decían al verme pasar,/ que era yo un ángel del Paraíso/ bajado a la tierra por casualidad./ Y oía mucho esta canción,/ sin dar una contestación:// Chelito, de labios rojos,/ que me llegó a enamorar,/ si está la gloria en tus labios,/ la gloria, chiquilla,/ quisiera alcanzar.

6 comentarios:

  1. La pulga que cantaba La Chelito fue la que primero figura en tu, fantástico relato. La segunda Pulga llamada, en realidad, "La Pulga sabia" la compuso el maestro Monreal para la película protagonizada por la bellísima Sarita Montiel "La reina del Chantecler" que, en mi modesta opinión, es un batiburrillo de historias en que se mezclan sin sentido: Raquel y la Chelito como si fueran el mismo personaje. Me quedo en este caso con la de Marsó "La Coquito" a la que puso voz la excelente cantante Blanca villa.
    Pero volviendo a "La Pulga" y, aunque todos la relacionan con La Bella Chelito, efectivamente, ella tambien la interpretó con arte y picardía, pero parece ser que en lo que realmente destacó, fue bailando y cantando la rumba que interpretaba voluptuosa y sensual. Adquirió el Salón Madrid en la Calle Cedaceros y que después fue el cine Bogart. Actualmente se haya cerrado a cal y canto ¡Quien lo pudiera regentar y disfrutar...!
    El último que adquirió fue el Kursaal que pasó a llamarse Chantecler para acabar siendo el Muñoz Seca, nombre que eligió tras su prematuro retiro en pleno éxito.
    Me encanta cuanto escribe. Gracias

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  2. Emilio Jiménez Díaz29 de mayo de 2010, 0:52

    No puede imaginarse cuánta alegría me da usted con estas aclaraciones. La ficha que poseo, más lo que he podido encontrar en mi biblioteca sobre el tema, me habla de que esta canción pícara es de origen italiano y se la atribuyen a la cantante francesa Angèle Herard, que la estrenó en el Casino de París para propagarse rápidamente por Europa, y que la versionaron muy bien Augusta Bergès y Pilar Cohen.
    Muchísimas gracias por su valiosísima aportación a este humilde trabajo.

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  3. De verdad que apoyo al Sr. Jiménez. Que alegria compartida, una de las canciones, la de "Van cuatro vejetes a la Pompadour que gastan bisoñé..." Se lo he oido cantar a mi madre muchísimas veces, ella cuenta que un tio de ella, muy guapo, se quedó soltero y se hizo viejo todo por culpa de la Chelito, ya que perdía el tiempo yendo a verla.
    No podemos agregar nada de información, mi mamá se vino de muy joven a Venezuela y lo que queda es la remembranza. Muchas gracias Sr. Emilio por éste blog. Nos acerca mas a pesar de la distancia.

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  4. Emilio Jiménez Díaz17 de agosto de 2010, 23:54

    Me alegra, Maite, que hayas encontrado en nuestro blog algo que te ha gustado y que te trae gratos recuerdos del pasado: la voz de tu madre, tu tío guapo que ella te recordaba y, al parecer, enamorado de La Bella Chelito...
    Estoy deseando verte todos los días por estas páginas y que nos cuentes cosas de la querida Venezuela mientras yo te acerco a mi barrio de Triana.

    Un abrazo.

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  5. La verdad es que emociona y enternece al mismo tiempo no solo leer cosas de aquellas mujeres del espectáculo, sino ver sus encantadoras fotos, muchas de ellas coloreadas. Lamento que nadie cuente nada de los últimos días de La Chelito, ni de qué murió ni en donde está enterrada.

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  6. Me alegra que le gusten estas semblanzas de aquel hermoso mundo del espectáculo y esas bellas fotografías que nos legó la historia. Creo que podemos solucionar el tema de estos últimos datos que pide.

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