jueves, 13 de mayo de 2010

CANCIONES POR NUESTRAS VIDAS: ANTERIORES A 1936 (2)

MARÍA DE LAS MERCEDES

Hay canciones que, sin ser de autores conocidos al ser totalmente anónimas, lograron un éxito clamoroso al ser aceptadas, cantadas y divulgadas por la clase popular. Una de estas, sin duda la más conocida y propagada fue "¿Dónde vas Alfonso XII?", un romance de carácter histórico que corre como la pólvora en Madrid a raíz de la muerte, en 1878, de la reina María de las Mercedes de Orleans y Borbón, quien, a pesar de la oposición al casamiento de Isabel II, contrae matrimonio con su primo Alfonso XII.

Esta triste tonadilla, que pronto aceptan las niñas para sus juegos de corro o rueda, había sido un arreglo literario, de alguien desconocido, de un romance que cantaba la historia de un caballero que marchó a la guerra de Granada y cuando volvió su esposa había muerto: ¿Dónde vas, buen caballero,/ dónde vas tú por ahí?/ Voy en busca de mi esposa/ que hace años no la vi.

La tonadilla se hizo popularísima y, aunque siempre ha estado en el candelero de las más acertadas composiciones populares, volvió a adquirir de nuevo una gran notoriedad por medio de la película del mismo nombre estrenada en 1958. Por los tintes dramáticos de esta prematura muerte de María de las Mercedes que aún recordaba el pueblo a través de la tonadilla, la película, con un guión que se acercaba mucho a la realidad histórica, aunque aderezado con una gran dosis de romanticismo, constituyó uno de grandes hitos del cine español de aquellos años. Con la dirección de Luis César Amadori y guión de él mismo, Juan Ignacio Luca de Tena y Luis Marquina; música de Guillermo Cases y dirección artística de Enrique Alarcón, fueron sus principales protagonistas una entonces joven y guapísima Paquita Rico en el papel de la reina y el galán Vicente Parra en el de Alfonso XII, acompañados, entre otros, por Mercedes Vecino, Tomás Blanco, José Marco Davó, Félix Dafauce, Antonio Riquelme y María Luisa Ponte. Dos años más tarde, queriendo aprovechar el éxito de la primera, se quiso continuar la historia con la titulada "¿Dónde vas triste de ti?, en la que se planteaba el problema de la sucesión dinástica, pero logró escaso refrendo en comparación con la anterior.

¿Dónde vas Alfonso XII,/ dónde vas triste de ti?/ Voy en busca de Mercedes/ que hace tiempo no la vi./ Ya Mercedes está muerta,/ muerta está, que yo la vi,/ cuatro duques la llevaban/ por las calles de Madrid./ Su carita era de cera/ y sus manos de marfil,/ y el velo que la cubría,/de color carmesí./ Sandalias bordadas de oro/ llevaba en sus lindos pies,/ que se las bordó la infanta,/ la infanta doña Isabel./ El manto que la envolvía/ era rico terciopelo/ y en letras de oro decía:/ "Ha muerto cara de cielo"/ Los caballos de Palacio/ ya no quieren pasear,/ porque se ha muerto Mercedes/ y luto quieren llevar./ Ya murió la flor de Mayo,/ ya murió la flor de Abril,/ ya murió la blanca rosa,/ rosa de todo Madrid.

Es el misterio que tiene la copla: cómo una tonadilla anónima se hace tan popular que aún se sigue recordando por todos en nuestros días. Dentro de las principales intérpretes del cuplé, hablábamos en un anterior blog de la importancia de otra aragonesa de pro como fue Mercedes Serós, más joven y gran contrincante de Raquel Meller, hasta el punto de dividir a los públicos, y mujer que siempre había querido dotar a sus interpretaciones de gran calidad artística una vez pasada ya la época inicicial de la sicalipsis y del erotismo muchas veces grosero. Debutó muy joven, a la edad de 16 años, ella decía que lo hizo en el Folies Bergère, otros dicen que en el Cine Doré, y los más se inclinan a que inició su andadura en el Edén Concert de Barcelona. Sí es cierto que el célebre pasodoble "Valencia", del gran maestro Padilla, lo estrenó en el Olympia de París. Muchos fueron sus triunfos con canciones como "El salterio de la sardina", "Diego Montes", "Al Paraguay" o "Muñecos", entre muchas otras que iremos repasando a su tiempo. Pero una de sus canciones más elegantes y famosas fue el chotis "Rosa de Madrid", con letra de José Soriano y música de Luis Barta, estrenado en 1925, el mismo año que tuvo el gran éxito con "Valencia". En este célebre chotis, la historia se articula en tres partes, perfectamente diferenciadas, con tres estribillos distintos:

Nacida en el Madrid de la Bombilla,/ de Embajadores y de la Cava,/ yo fui la pinturera modistilla/ que baila un chotis como el que lava. Era mi novio mi pasión, mi vida,/ era mi alegría, era el mundo entero;/ era ese novio que jamás se olvida,/ era mi cariño, mi querer primero.// Y decían al mirarme tan dichosa,/ es Rosa de Madrid,/ es Rosa de Madrid,/ madrileña la más barbi y primorosa,/ la flor de Chamberí,/ la flor de Chamberí. La mocita más juncal y más hermosa,/ de labios de rubí,/ de labios de rubí,/ la que va por esas calles/ tan marchosa,/ por eso dicen que soy Rosa de Madrid. Un día que de jira nos marchamos,/ mientras mi novio se hallaba ausente,/ alguna sin querer nos alegramos/ y yo sin culpa fui de un teniente./ Buscando amparo para el hijo mío,/ con Miguel y Enrique/ me encontré un mal día/ y vi que el novio/ que sufrió el desvío/ era el más amigo del que maldecía.// Y decían contemplando mi amargura,/ es Rosa de Madrid,/ es Rosa de Madrid,/ pobrecita madrileña sin ventura,/ la flor de Chamberí,/ la flor de Chamberí./ La mocita toda amor, toda ternura,/ de labios de rubí,/ de labios de rubí,/ la que un día fue lozana,/ bella y pura,/ la primorosa linda Rosa de Madrid. Al hombre que yo quise con locura/ otra muchacha le idolatraba;/ pero él que recordaba mi ternura/ por mi cariño la despreciaba./ Entre mis brazos le miró rendido,/ y loca de celos, de dolor transida,/ busco en la muerte a su dolor olvido/ y en mitá el arroyo/ se quedó sin vida.// Ahora digo con profundo desconsuelo,/ soy Rosa de Madrid,/ soy Rosa de Madrid,/ la que ya nunca podrá tener consuelo,/ la flor de Chamberí,/ la flor de Chamberí./ Hoy elevan sus plegarias hasta el cielo/ sus labios de rubí,/ sus labios de rubí,/ pues la muerte hizo imposible/ ya mi anhelo/ y ha de sufrir/ la pobre Rosa de Madrid.

En algunas composiciones la primera frase original se cambia por "nacida en el Madrid de las Vistillas", tal en la versión de Lilian de Celis o de Sara Montiel. Ha sido, como otra de las canciones comentadas, una de las más versionadas de este periodo de 1900 a 1936, llegándola incluso a interpretar la gran artista valenciana Concha Piquer.

Madrid estuvo muy presente como protagonista habitual de muchos cuplés, chotis y canciones. La omnívora Raquel, con letra de Enrique Paradas y Joaquín Jiménez y música de Jacinto Guerrero, quiso hacer suyo el chotis "Soy de Madrid", cuya aparición se fecha el 22 de enero de 1927, en el Teatro Victoria de Barcelona, y luego en el Apolo de Madrid, pero bordándolo en estas ocasiones, dentro del llamado "género frívolo", la vasca de San Sebastián Blanquita Suárez en el "Sainete con gotas de revista" titulado por los mismos autores "El sobre verde": Soy de Madrid, oui... oui,/ y hace poco llegué/ y en cuanto que me vi/ fuera del Quai D'Orsay,/ me dije que París... ís... ís... ís...,/ maravilloso es... es... es.../ y que he de conseguir/ lanzar aquí el chotís,/ ese baile castizo/ que se baila en Madrid...

Otro relativo al Madrid de aquellos tiempos fue el titulado "Canción del alirón", con letra y música de Aquino y Retana, que poesía un pegadizo estribillo: En Madrid se ha puesto de moda/ el cantar del alirón/ y no hay nadie en los madriles/ que no sepa esta canción./ Alirón, alirón, alirón, pom, pom, pom.

¡Ay, aquellos viejos años del chotis y el cuplé!

2 comentarios:

  1. Es una delicia contar con sitios como este en el que se pueden leer cosas interesantes sobre nuestro Madrid, el que queremos.

    Gracias por publicar cosas como estas y por favor sigue haciéndolo, no te canses.

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  2. Me alegra de que le haya gustado esta serie que dediqué a la copla, tan vituperada tantos años por la avalancha de lo moderno.
    Madrid, Madris, Madrid..., una ciudad para vivirla pacientemente.

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