la que se escapa en mil barroquerías,
la que dibuja y borda fantasías
sobre un blanco papel: planicie y llano?
Serpentea volutas de alazano
por marismas de mil milagrerías
y de un trazo convierte en armonías
palio y manto que enjoya al Altozano.
Dibuja y viste Vírgenes, ¡qué artista!
Salud le llama, La Estrella lo conquista
para que adorne él sus amarguras...,
y en verdad que sus manos se divierten
y en ángeles morenos se convierten
la que dibuja y borda fantasías
sobre un blanco papel: planicie y llano?
Serpentea volutas de alazano
por marismas de mil milagrerías
y de un trazo convierte en armonías
palio y manto que enjoya al Altozano.
Dibuja y viste Vírgenes, ¡qué artista!
Salud le llama, La Estrella lo conquista
para que adorne él sus amarguras...,
y en verdad que sus manos se divierten
y en ángeles morenos se convierten
que cambian el dolor en florituras.
En Triana hubo modélicos ejemplos de gentes con dotes diversas, esos a los que se llaman polifacéticos. Antonio Garduño era uno de ellos. Sobrino de Gallito de Zafra, matador afincado en la Cava de los gitanos (¿recuerdas, Emilio, la semillería La Extremeña?). Garduño llegó a ser uno de los novilleros más prometedores de su generación. Entrenaba en lo que fue el cine de verano La Estrella, toreó en Sevilla y otras importantes plazas hasta que "los alrededores" del toreo lo aburrieron. Pocos recuerdan este pasado de uno de los más grandes diseñadores cofradieros de España y ejemplar capillé. Pero sobre todo fue una gran persona. Alguna vez lo tuvimos en nuestra tertulia de "El Ancla".
ResponderEliminarMe acuerdo perfectamente de La Extremeña, de la Estrellita chica que ellos sacaban, y conocí mucho a su tío, a "Gallito de Zafra". Antonio fue durante muchos años vecino de mi mismo bloque en el Tardón, él vivía en el bajo C y nosotros en el segundo C, además, como era de la harmandad de La Estrella, tenía una gran amistad con mi padre. Guardo una fotografía vistiendo él a La Estrella en San Jacinto. Recuerdo que, como él sabía que a mí me encantaba el dibujo, muchas veces me sacaba debajo de su cama un montón de grandes papeles que, al desplegarlos, eran dibujos de mantos de Vírgenes, de palios, de candelerías... Era un gran artista, aparte de una extraordinaria persona, así como su mujer,Elo, sus hijos y su sobrina Carmen, a la que ellos criaron.
ResponderEliminarLa última vez que tuve ocasión de verlo fue precisamente cuando la exposición de "Muy ilustres personajes de la Triana Popular", en la que estuvo el dibujo que hoy ponemos en el blog.