LA MAÑANA
Por entre ramos de acacia
que ciernen turquesa y oro,
los cefirillos del coro
de abril retozan su gracia.
Mece el pie de aristocracia
la fiebre de la cintura.
la seguidilla es hechura
que se disuelve y que vuela...
Y desnudan su canela
brazos aclamando altura.
LA NOCHE
La pasión pinta su ojera
a la mujer que convida;
Sevilla escancia su vida
bajo la sombra festera.
Se suelta la cabellera
por el relente mojada...
El tiempo ya es todo y nada
en la sangre sorda y ciega.
Sevilla bebe y se anega.
Por entre ramos de acacia
que ciernen turquesa y oro,
los cefirillos del coro
de abril retozan su gracia.
Mece el pie de aristocracia
la fiebre de la cintura.
la seguidilla es hechura
que se disuelve y que vuela...
Y desnudan su canela
brazos aclamando altura.
LA NOCHE
La pasión pinta su ojera
a la mujer que convida;
Sevilla escancia su vida
bajo la sombra festera.
Se suelta la cabellera
por el relente mojada...
El tiempo ya es todo y nada
en la sangre sorda y ciega.
Sevilla bebe y se anega.
¡Las tres de la madrugada!
osuhh que arte! me vuelvo a quitar el sombrero, con los versos lisonjeros que a quí to er mundo reparte!...
ResponderEliminarOle!...
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