DESDE MI TORRE: CUANDO LA MUERTE VUELA EN ALAS NIÑAS

Algo se nos está escapando de las manos, a todos. Algo que no es nada banal y que tiene una importancia capital: cada vez son más los menores muertos a manos, presuntamente, de otros menores. Llevamos más de un año doliéndonos con la desaparición de Marta del Castillo y viendo cómo un niño se burla de jueces y policías y tiene en jaque a media Sevilla. Por varios rincones de nuestra geografía la realidad de cada día en esta materia nos inunda los ojos de lágrimas y nos erizan los cabellos. Ahora le ha tocado el turno a la localidad toledana de Seseña con el asesinato de Cristina Martín de la Sierra a manos, también presuntamente, de una compañera de instituto que tenía un año mayor que ella, catorce años.

¿Qué estará ocurriendo en nuestro país para que la muerte vuele en las manos niñas de quienes sólo tienen edad para el estudio y el juego y no para utilizarlas en asesinatos? ¿Hay tal degradación y tanto relativismo moral, y tanta dejación de funciones paternas y educadoras para que los niños aprendan a matar, con clara alevosía, antes de aprender a vivir? ¿Qué es la ley del menor y para qué vale si a los padres se les quita poder educar a sus hijos como nos educaron a nosotros? ¿Qué es un maestro de escuela o de instituto, un formador, si los mismos padres, aparte de los niños, los amenazan, los atemorizan, les pinchan las ruedas de sus vehículos, y son estos propios educadores los que tienen terror de pisar las aulas?

Basta con ver algunos vídeos que "cuelgan" en la red, sobra con leer la prensa, poner las diversas emisoras o sentarse a malherirse con los telediarios, para saber que algo va mal en esta sociedad que nos ha tocado malvivir. Cuando la muerte vuela en manos niñas es que en algo estamos fallando estrepitosamente, difícil quizás, pero creo que no imposible de subsanar. Las programaciones de todas las televisiones sólo incitan a la violencia, a ser el más fuerte, a cargarse al contrario; los vídeojuegos están fabricados para lo mismo, para que los niños aprendan desde pequeño, casi desde la cuna ya, cómo hay que matar más rápido a ese hipotético enemigo que se nos enfrenta en la minipantalla. Empecemos una ley del menor cuidando algunos detalles, dando protagonismo a los padres, ofreciendo la legítima autoridad a los profesores, haciendo que estas niñas, antes de aprender a abortar sin autorización paterna, sepan que si han hecho lo que a Cristina Martín de la Sierra, le van a caer, a partir de la mayoría de edad, treinta años de prisión sin redención alguna. Enseñemos a todos los "carcaños" que aparecen por ahí que probablemente Marta no aparezca, pero ellos tampoco pisarán la calle hasta cumplir la pena completa. Enseñemos a los que utilizan el coche como arma homicida, hartos de copas, como pasó la noche del sábado en Sevilla, con la muerte de dos jóvenes mujeres, que esto no es un juego..., y así, así, poned vosotros, queridos blogueros, todos los ejemplos que sin duda tenéis en la memoria.

Algo muy grande se está muriendo en la sociedad delante de todos nosotros: la educación, la responsabilidad, los valores, la moral, la convivencia, la generosidad, incluso la amistad.

Que no nos toque jamás esos calvarios que están pasando muchos miles de padres de este país con sus hijos, y que, por supuesto, no nos llegue el final de ese gólgota sangrante en el que tu ser más querido desaparece de buenas a primeras en manos de cualquiera: ni tan niñas ni tan inocentes como todos nos negamos a aceptar.


(Foto: Agencia EFE)