ATARDECER EN TRIANA
Hay tierras con crepúsculos altivos
que imponen su alta luz con ufanía
y allí los hombres, al morir el día,
desprecian a mi cielo. Despectivos,
entre águilas y lirios fugitivos,
dicen: "Tu cielo es triste, Andalucía..."
Venid, hermanos, a esta tierra mía
donde el ocaso enciende los olivos
y son antorchas de oro. Aquí, en Sevilla,
una rosa infinita se desgrana
sobre el Guadalquivir. Junto a su orilla
una paloma trémula se afana
por beber en sus ondas. ¡Cómo brilla
Hay tierras con crepúsculos altivos
que imponen su alta luz con ufanía
y allí los hombres, al morir el día,
desprecian a mi cielo. Despectivos,
entre águilas y lirios fugitivos,
dicen: "Tu cielo es triste, Andalucía..."
Venid, hermanos, a esta tierra mía
donde el ocaso enciende los olivos
y son antorchas de oro. Aquí, en Sevilla,
una rosa infinita se desgrana
sobre el Guadalquivir. Junto a su orilla
una paloma trémula se afana
por beber en sus ondas. ¡Cómo brilla
la cal en este barrio de Triana!
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