PASTORA "LA DEL PATI"¡Viva el arte, los años, las "jechuras"
de quien tuvo y retuvo la alegría
de un manatial que se hizo bulería
para cubrir las hieles y amarguras!
¿Cuántas "Trianas" de buenaventuras
pasaron por su cuerpo cada día,
cuajándose en hermosa orfebrería
al son de un baile airoso en sus diabluras?
La gracia rediviva por su Cava,
río de calentura, volcán, lava,
torrentera que el tiempo no aminora
cuando al compás del cante se levanta
y la gloria en sus brazos se agiganta
con el nombre bendito de Pastora.
al son de un baile airoso en sus diabluras?
La gracia rediviva por su Cava,
río de calentura, volcán, lava,
torrentera que el tiempo no aminora
cuando al compás del cante se levanta
y la gloria en sus brazos se agiganta
con el nombre bendito de Pastora.
¡Qué gitana más guapa! Antonio Badía pintó a Pastora la del Pati con una fotografía mía. Tengo esa fotografía.Como estuve muchos años en Tomares, en Radio Aljarafe, conviví mucho con Pastora y El Pati. El Pati era un gitano al que yo quería con locura, igual que a Pastora. ¡Cuántos buenos ratos! El padre de El Pati era también un gitano con todo el arte. Cuando discutía con su esposa, ésta le rogaba que se fuera de la casa y él le decía: "Pues me voy y me llevo mis cosas". Cogía el cántaro del agua, se lo echaba al hombro y se ponía a dar vueltas por Triana. "¿Dónde vas con el cántaro?", le preguntaban en el barrio. "Que me han echao de mi casa y me llevo mis cosas", decía con todo el ángel del mundo. Era lo único que le pertenecía de la casa: el cántaro del agua. ¡Viva Triana y sus gitanos!
ResponderEliminarDesconocía esta anécdota del cántaro, que no tiene desperdicio. Ella era una gitana guapísima y con muchos quilates de arte y de bondad. ¡Cuánto disfruté con ellos cuando estrenamos en la Bienal, en el Hotel Triana, el espectáculo "Triana Viva"! Era para estar presente en los ensayos. ¡Qué de Arte!
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