jueves, 25 de febrero de 2010

TRIANA PUNTO Y APARTE: "LA SOLEÁ DE TRIANA" (1)

PEÑA "LA SOLEÁ DE TRIANA"

Parece que fue ayer y ya han pasado 35 años de aquella creación mágica de una de las reuniones flamencas más emblématicas, no sólo de Triana sino de Sevilla. El 30 de Diciembre de 1975 se ponía en marcha la "Peña Flamenca La Soleá", en la calle Alfarería nº 70.

Yo me manejaba entonces en la ciudad a base de pedalear en una bicicleta que me prestaron y, despúes, en una BH que pude comprar con muchísimas fatigas. Cuando salía de mi trabajo en la Plaza del Duque, me pegaba un paseíto hasta la calle Torres, número 18, pequeñísima y casi recién inaugurada Peña "Torres-Macarena", para aprender de la gran humanidad de Juan Campos -creador y presidente- y de todos los que por allí pasaban: Eduardo el de la Malena, El Chocolate, El Pesca, Alfonsito Campoy, Pepe Carrasco, los hermanos Centeno, Pies de Plomo, La Tomasa, su hijo José, El Chozas, Isidoro Carmona, Pedro Bacán, El Colorao, Filigrana, José Romero, Juan Antonio Chacón, El Cabrero... Tan pequeña era la peña que la copa de rigor había que tomarla en una taberna antigua pegada a la entidad: la de Antonio Carvajal "El Jilandés". Un buen día, alguien me dijo allí que había en Triana un macareno, protésico dental, que era un gran aficionado y que vivía en la calle Alfarería, es decir, a muy pocos metros de mi casa. Aquella misma tarde, a lomos de mi bici, me fui para allá, me presenté a él, nos tomamos algunas cervezas, nos caímos perfectamente bien y... allí empezó todo.

Paco Parejo, que ese es el nombre de mi amigo, tenía un bar muy famoso por sus "pringás" en la esquina de Procurador con Alfarería, "El rincón trianero", y en los bajos de su taller protésico un local amplio vacío, con un salón donde se pondría la barra y un cuarto exacto al fondo para la liturgia del cante. Nos animamos uno a otro, lo comentamos con nuestros amigos aficionados de Villanueva del Ariscal, donde él tenía también una casa: Manuel Márquez "El Zapatero", Salvador Muñiz, Manolito Blas y Antonio "El Aceitero", y decidimos darle forma a aquello. Una de las cosas principales es que no sería una peña al uso, es decir, con socios, con cuotas, con presidente, etc. Aquello sería una reunión de amigos cabales. Si había 30 sillas en el cuarto para el cante, aquellos que se sentaban primero las cogían, si el 31 era el mismo rey, se quedaba de pie. Y así fue para bien de todos. Después de los cantes espontáneos, se ponía mosto y vino del Aljarafe, aceitunas, rabanitos, papelones de pescao frito y cada cual entregaba lo que podía para pagar el costo. Eran unas noches deliciosas.

En la carpeta que conservo en mi archivo de "La Soleá" guardo esta reseña, firmada por José Luis Ortiz Nuevo cuando escribía en "Informaciones de Andalucía", fechada el 31 de Diciembre de 1975, correspondiente a la inauguración de la Peña. No tiene desperdicio: "LA PEÑA SOLEÁ DE TRIANA HA ECHADO ANDAR. En el día de ayer, y en cuartito y en Triana, fue el Cante. Nos habíamos reunido para comenzar las actividades de la peña flamenca "Soleá de Triana", y el motivo exacto, aparte del cante omnipresente, fue homenajear a una hermosa y joven bailaora: Carmen Albéniz. Para ello, entre retratos de artistas y de fiestas, con el rumor preciso de la guitarra de Manolo Carmona, la afición atenta, el mosto, las aceitunas verdes y gordas, el pescaíto frito..., se convocó al cante con toda la naturalidad necesaria: "Señores, vamos a escuchar...", y escuchamos a Márquez "El Zapatero" y a Antonio "El Arenero" subir las empinadas cuestas de la soleá trianera, meciendo primero en los iniciales tercios, para subir luego y jugar por los admirables tonos de esa soleá primitiva, modelo de sobriedad y grito, cuna de muchos hermanos soleaeros que siguieron en el tiempo. Y al final, con la misma ceremoniosa sensillez, tuvimos el honor -grande y sentido- de entregar a Carmen Albéniz la estatuilla de cerámica, obra de un viejo y sabio artesano trianero, con la que los amigos de la "Soleá de Triana" quisieron testimoniarle su admiración y afecto".

Lo importante de todo es que había cante de verdad y amistad. La reunión semanal se hacía en jueves, y por ese le pusimos a estos actos, para los que siempre nos buscábamos una figura del flamenco a homenajear, "Los jueves del Zurraque", regalándole a los artistas una preciosa escultura en barro de las manos de un viejo artista trianero llamado Francisco Ceballos.

Por allí pasaron todos los artistas del presente flamenco y muchos del pasado. Los jueves no se cabía en "La Soleá". Haciendo memoria rápida, sin buscar en mis archivos, fueron muchas las veces que estuvo allí Antonio Mairena, su hermano Manolo, Fosforito, Lebrijano, Diego Clavel, "El Pescaílla", José Romero -que hasta dio un concierto de piano flamenco-, Curro Malena, Antonio Suárez, Chiquetete, Naranjito, Luis Caballero, Matilde Coral y su marido Rafael "El Negro", Carmen Albéniz, Pepa Montes, María Oliveros, Ricardo Miño, El Turronero, Pepe Vela -que era como el guitarrista oficial-, José de la Tomasa, El Cabrero, Luis de Córdoba, Pedro Bacán, El Beni, Juan Habichuela, El Funi, El Niño de la Calzá, Juan Valderrama..., y hasta incluso Pepe Marchena, cuando ya se le notaba en la cara su pronta muerte. A todos estos, evidentemente, había que sumarle los aficionados y cantaores de Villanueva y Triana: Manolo Cánovas, El Teoro, El Quino, El Niño del Túnel, El Cinco Reales, Emilio Abadía, El Sordillo, El Arenero, El Teta, Enrique El Carnicero", El Mesa, Manolo Oliver, El Sopera, El Pompa, Sabino, Antoñito Fuentes... El que cantaba -y todos querían hacerlo- sabía muy bien que no cobraba. Aquello no eran recitales, sino espontáneos y entrañables apuntes de todos los cantes, lucha abierta de ecos y soníos, amigable duelo de voces.

Recuerdo cómo nos movíamos mi compadre Paco y yo para que nada fallase. La prensa no fallaba porque ya escribía yo en el diario "Nueva Andalucía" y me llevaba muy bien con todos los medios, que muy pocas veces faltaban: Miguel Acal, Paco Herrera, Ortiz Nuevo, Montoya, José Luis Vega, Francisco Millán, Pepe Sollo. El vino no podía fallar con tan buenos amigos vinateros de Villanueva. La estatuílla íbamos a buscarla personalmente al cuartillo inmundo de Ceballos en la calle Antillano Campos; la peana en un cuchitril pegado a El Cachorro, donde tenía un taller un tornero amigo; la placa para la peana, controlada; el pescaíto se compraba sobre la marcha en la freiduría de la calle Castilla; y el cante..., sobraba, había para organizar diez festivales de la mejor calidad.

Allí había un ambiente de amigos-amigos. Nadie era el dueño, nadie era socio, nadie tenía un compromiso o una obligación, sólo la del respeto: que era sagrado. A lo largo de algunas páginas, iremos desgranando cuánto dio de sí "La Soleá de Triana", gracias a la generosidad de un macareno como Paco Parejo Ramírez que puso su local a disposición de los amantes del Flamenco y la Cultura. Seguiremos.

12 comentarios:

  1. Paco Parejo, con título oficial de "Trianero Adoptivo", se merece un gran homenaje en Triana; su personalidad cuajada de ingenio y generosidad nos hace sentirnos orgullosos de su amistad. "La Soleá" es una muestra de ello. Por cierto, Emilio, no sé si sabes que anda escayolado; se cayó en esa trampa que es hoy su calle, toda levantada por obras, y hasta perdió el conocimiento; fue un tremendo susto. Ya se está recuperando, gracias a Dios. Y ya ves, iba (no venía) acompañado de Paco Taranto a tomarse una cervecita...

    ResponderEliminar
  2. A Paco sí que hay que hecerle un monumento en Triana. No sabía lo del accidente, pero lo llamo dentro de un rato. Paco ha sido el personaje más generoso que ha tenido Triana después de Aurelio Murillo. Le ha arreglado media boca al barrio sin cobrarle un duro, se ha desvivido por sus amigos, ha dado cobijo a todos. Todavía le debo 15.000 pesetas que me prestó para la compra de mi primer coche nuevo: un 4-L, que jamás ha querido cobrarme. Estas páginas de "La Soleá" están dedicadas a él, pero un día tendré que hacer un monográfico sobre su persona.
    ¿Qué sabrá el Alberto Moriñas de quién es Paco Parejo y qué ha hecho por el barrio? ¿Qué sabrá un inculto sobre Triana, a quien le han dado la Delegación del barrio por el carnet que lleva en la boca, qué es este arrabal, cómo su corazón, cómo su gente? Paco Parejo sí que lo comprendió bien..., y eso que era macareno.

    ResponderEliminar
  3. Sería maravilloso que pudiera existir una Peña Flamenca de Triana. A mí me vendría de lujo, la tendría cerca y podría compartir cosas con gente que sabe muchísimo de cante y del barrio. Desgraciadamente no existe. Pero, si alguien se anima a crearla a partir de que la idea surja en este blog, me ofrezco para ayudar en todo lo posible. ¿Será posible?

    ResponderEliminar
  4. Aquello será ya irrepetible, como la taberna de Pepe Lérida o el minúsculo ateneo de "Los Dos Hermanos", pero no imposible. ¿Quién me compra un buen piso en Córdoba o me lo cambia por uno en Triana?

    ResponderEliminar
  5. El pasado no vuelve, pero el presente y el futuro están para ser vividos. Y creo que ahora sería un buen momento para crear La Peña Flamenca de Triana. Porque el barrio necesita cohesión. Y necesita voces que se articulen en torno a mensajes que puedan unir a la gente. El flamenco es una manera de que se establezcan lazos entre la gente en torno a algo que nos interesa a mucha gente. Se podría buscar un local que no fuera muy caro y pagar un alquiler entre todos, no sé, no estoy muy ducha en cómo organizar estas cosas. Lo que yo no haría es ir pidiendo dinero por ahí. Ya sabes:
    "Desgraciaíto el que come
    el pan por manita ajena
    siempre mirando a la cara
    si la pone mala o buena"

    ResponderEliminar
  6. Recientemente se ha empezado a gestar una peña flamenca en Triana. Toda la información está en el bar El Ancla. La iniciativa la ha tomado un grupo de aficionados del barrio ajeno a la tertulia del bar mencionado. Hay relación de futuros socios y anda en periodo de pronta realización.

    ResponderEliminar
  7. Vaya, pues entonces no he tenido ningún nueva idea. Espero que prospere y que tengan suerte los que la lleven a cabo.

    ResponderEliminar
  8. Hay un sitio excelente en Pelay Correa, casi esquina a la plazuela de Santa Ana. Reza para que me compren el piso pronto y te aseguro que se pone en marcha.

    ResponderEliminar
  9. Que historia tan bonita, la historia de la peña flamenca, Solea de Triana me a emocionado bastante. Yo se por esperiencia la dificultades que tiene la puesta en marcha de un evento de este tipo se dedican muchas horas de nuetro tiempo libre, pero bueno cuando se ace con devocion y mucho amor a este mundo tan maravilloso como es el mundo del flamenco no pesa para nada. Yo soy un enamorado de la solea de Triana sobre todo ese estilo que enciera las del zurraque, Lo que yo daria por haber estado presente alguna de esas noches que ustedes an vivido con algunos de esos cantaores que menciona. todos son buenos cantaores, pero me tinen que perdonar para mi como antonio el arenero para decir esa solea tan sublime como el ninguno es pasion lo que siento por ese cantaor. A unque soy de almeria si me invitaran una noche a una reunion de esas que comentan no me importaria viajar para sevilla muchas gracia.

    ResponderEliminar
  10. JOSE MANUEL PEREA VARELA26 de febrero de 2012, 16:17

    Tengo 40años,soy un enamorado de mi barrio y gran aficionado al flamenco(no al "flamenquito"que me niego rotundamente a esta palabra)pero por razones de trabajo me tuve que ir al pueblo de mi padre con 18años,nunca he dejado de ir al barrio(por semana santa,por la velá,algún que otro fin de semana etc.).En mi casa siempre hemos "mamado" el flamenco,lo he conocido desde chiquitito pero fue con 14años en el corral de villa Brtolina me llevó mi abuelo a escuchá al arenero y fue cuando "me se cayeron los palitos del sombrajo"a partir de ahí tengo una colección bastante completa de los cantes de triana por todos sus intérpretes.Para mi es el palo madre del flamenco, la obra más grandiosa,pero muy poco reconocida,después de Paco Taranto ¿quién?.Bueno,quisiera saber si hay alguna peña en Triana para apuntarme,muchas gracias.

    ResponderEliminar
  11. Excelente tu experiencia. Y nada más ni menos que en Villa Bartolina, en la calle Mosquera de Figueroa, corral en el que nació el gran Gualberto y mi amigo Juan, levantador de pesas.
    Si has escuchado a Antonio "El Arenero" has tenido una gran suerte de encontrar la azúcar en el cante. ¡Qué gran cantaor y qué gran hombre!
    Ya quisiéramos que en Triana hubiese una peña flamenca. Estuvo la de "La Soleá" y la de "El Sombrero". Hace dos años que intentan abrir una en el Barrio Voluntad, pero ya anuncié que el proyecto había nacido muerto. ¡Lo siento! Confórmate con las grabaciones. Despues de mi querido amigo Paco Taranto, el único que te puede cantar por estilos estilos del Zurraque, pero por lo bajini, soy yo. Ahora estoy preparando una conferencia titulada "Triana", que voy a dar en Valladolid. La voz de la soleá trianera la va a poner Manuel Márquez "El Zapatero".

    ResponderEliminar