viernes, 19 de febrero de 2010

POEMARIO TRIANERO: MANUEL PACHECO SEGURA

JUSTA Y RUFINA

Va la tarde perdiéndose en el juego
de la luz y la sombra. Ya se asoma
por el pretil del patio una paloma
fugitiva del sol y de su fuego.

Rufina, la alfarera, escucha el ciego
mandato de adorar a Venus. Toma
fuerzas para gritar: ¡Decid a Roma
que Venus sólo es barro! Llega luego

arrebolada y fiel, Justa, la hermana,
a confirmar lo dicho por aquella.
El ídolo grotesco ya se estrella

y el martirio enrojece la mañana.
Es, sin duda, la página más bella
que se ha escrito del barrio de Triana.

2 comentarios:

  1. Qué pedazo de poeta nuestro amigo inolvidale. Guardó sus poemas hasta cerca de su jubilación; hablaba de otros cuando los de él resultaban magníficos, a veces, insuperables.

    ResponderEliminar
  2. Para mí, como sonetista, ha sido el mejor de toda la historia de la poesía en Triana, muy superior a Fernando de los Ríos y Guzmán y a cuantos han cantado, de una u otra orilla, a este barrio singular. Era cuidadoso, genial en sus matáforas y preciso en su mensaje. ¡Qué pena de su pronta muerte!

    ResponderEliminar