lunes, 1 de febrero de 2010

A LOS 50 AÑOS DE LA MUERTE DE MANUEL VALLEJO (1)

Me he alegrado enormemente cuando visitando el blog de mi compadre Manuel Bohórquez, cuya dirección tienen en esta misma página, abajo a la izquierda, pero que la dejaré aquí también para los que deseen enlazarla sin problemas: http://blogs.elcorreoweb.es/lagazapera/, veo que vuelve a sacar el nombre de Manuel Vallejo a la palestra, porque en Agosto, justamente el día 7, se van a cumplir los 50 años de su muerte.

Él se hace una pregunta: ¿El año de Manuel Vallejo?. Debería ser así, junto con el del centenario del nacimiento de otro gran artista: Rafael Romero "El Gallina", ese gitano de Andújar, también exquisito, que nació el 9 de octubre de 1910, y que tantas lecciones de cante grande dejara por todos los escenarios y, sobre todo, como maestro y gran profesional de los tablaos para las futuras generaciones.
Cuando el año 1991 la Peña Flamenca "Torres-Macarena" celebró el centenario del nacimiento de Manuel Vallejo, gracias al tesón de su gran amigo Manuel Centeno Fernández, todo el mundo flamenco se volcó para que la quincena programada en su memoria saliera a pedir de boca, así como las instituciones: Junta de Andalucía, ayuntamiento de Sevilla y Junta Municipal del Distrito Macarena, y las empresas La Cruz del Campo, Monte de Piedad, El Corte Inglés, El Correo de Andalucía y Pasarela. Recuerdo que Manolo y yo íbamos, literalmente, de puerta en puerta pidiendo algo para el mayor esplendor de estos actos, y que todos nos atendieron colaborando en lo poco o lo mucho que podían. Gracias a estas aportaciones se pudo hacer una excelente y costosa carpeta con un disco de los archivos sonoros de los señores Ildefonso Lucena, José Polanco y Manuel Cerrejón, editado por Pasarela; un libro con su biografía, realizada por el propio Centeno; un suelto especial de "El Correo, Cultura"; el libro "Tres visiones de Manuel Vallejo", de Centeno, José Blas Vega y Daniel Pineda Novo; otro libro "Vallejo y su tiempo", con textos de Caty León Benítez, Ángel Vela y un servidor; el pregón de Antonio Murciano "Leyenda y verdad de Manuel Vallejo"; y un número especial -el 74- de la revista "Sevilla Flamenca".
Aparte de esta carpeta, tuvimos la suerte de la desinteresada colaboración de todos los artistas a los que se pidió su colaboración: Calixto Sánchez, Pedro Bacán, La Niña de La Puebla, Juanito Valderrama, Enrique Orozco, Itoly de Los Palacios, Manuel Domínguez, Juan Antonio Chacón, Luis de Córdoba, Emilia Jandra, Pies de Plomo, La Tomasa, Antonio Suárez y su hijo, José de la Tomasa, José Romero y Manuel Mairena, Luis Caballero y Pepe Peregil que cantaron la misa que se ofició en su memoria en la Iglesia de San Marcos.
Fueron dos semanas intensas desde el pregón, la inauguración de la exposición fotográfica, las presentaciones, las conferencias, las mesas redondas, los recitales, hasta la clausura. El éxito se debió: a Manuel Centeno por ser el padre de la idea; a la "Torres-Macarena" por su valiosa comisión ejecutiva; a los artistas y público por la participación; y, muy singularmente, a los medios de comunicación de prensa y radio que, desde distintos puntos de vista, supieron llevar la comunicación a todos los lugares.
Creo que Manuel Vallejo tuvo un homenaje justo, merecido y hermoso en el centenario de su nacimiento. Un homenaje dignísimo que todavía lo recuerdan los buenos aficionados. Ahora se van a cumplir los 50 años de su muerte y, aunque Manuel Vallejo hoy día no es un gran olvidado, me parece justísimo revitalizar su vida y la inmensa obra fonográfica que nos legó, que según Manuel Bohórquez va a ser reeditada al completo por la empresa sevillana Fonotrón. Digo lo mismo que dije, en palabras de Goethe, en la conferencia que ofrecí en octubre pasado en el centenario de Antonio Mairena: que es menester volver a escribir la historia cada 20 años. Yo estoy seguro, no quiero dudarlo, que Francisco Perujo, como director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, tiene en su agenda esta efemérides que, con crisis o sin crisis, debe celebrarse. No creo que para programar estos dos homenajes: el de Rafael Romero "El Gallina" y el de Vallejo, se vayan a quedar las arcas vacías. Los dos se merecen el esfuerzo de nuestros responsables en materia de Flamenco. Desde este humilde blog animamos a que se vayan sumando todos los aficionados.


4 comentarios:

  1. Veo que, en este relato de los hechos, Emilio oculta cuidadosamente su propia participación: la deja reducida al mínimo. Eso mismo hace Ágatha Christie en su novela "El asesinato de Rogelio Ackroyd" cuando el narrador de la obra es también el asesino (siento destriparla a quiénes no la hayan leído, suponiendo que existan personas en el mundo en esta circunstancia). La escritora inglesa pasa de puntillas sobre las descripciones de los acontecimientos para que no se desvele el final. Así que Emilio cuenta el Homenaje a Vallejo como si él mismo "pasara por allí". Los que estuvimos en aquello saben de sobra que no fue así y que,si la idea de fue de Manolo Centeno, la ejecución correspondió a Emilio, inclusive el escenario que se montó en la Peña Torres Macarena.
    Lo que se logró allí fue muy grande. Una celebración de puertas abiertas, que no cerró la puerta a nadie por ser considerado poco digno de estar o por no tener pedigrí vallejista (todo lo contrario que se ha hecho con la celebración de Caracol, donde algunas personas han hecho sangre con los actos).
    Esa apertura dio lugar a que participaran aficionados, escritores, artistas, periodistas, críticos, de muy diversa filiación, de muy diversa formación y de distintas ideas. Incluso algunos, como yo, que no pertenecían a nada, ni era de nada (ni lo soy, a pesar de tener que cargar con la "cruz" de aprender cosas de flamenco en los libros, como me echó en cara cierto individuo) y que estábamos allí por la generosa visión de Emilio que nunca ha cerrado la puerta a nadie, sino todo lo contrario, que la ha abierto siempre, hasta a gente que no lo merecía.
    Pero, volviendo a Vallejo (creo que esto de entrar en disgresiones es un peligroso resultado de lo bien que se encuentra uno en este blog, como en su propia casa), aquel Homenaje sentó en una mesa, que yo misma moderé, con Enrique Orozco, La Niña de la Puebla, Juanito Valderrama y Luis Caballero. Como podéis comprender, ese foto está junto a mi cama, muy cerca de otra en la que aparecen alrededor mía (yo embarazada de ocho meses gracias a La Unión) con Manolo Mairena, Manolo Calero, Marcelo Sousa, Antonio Carrión, Antonio Mesa y José Parrondo, después de uno de esos inolvidables recitales que hacíamos en los cursos dedicados a los maestros.
    Lo que organizásteis con Vallejo fue modélico y las personas que tuvimos la suerte de vivirlo lo tenemos en la memoria como un ejemplo de lo que debe ser el flamenco: generosidad, respeto y creatividad.
    ¿Cuánto de eso debemos a Emilio? Pienso que mucho. Y, lo mejor de todo, el homenaje partió de la sociedad civil, como diría Joaquín Moeckel, no de los estamentos, instituciones, consejerías, no, simplemente de la gente de a pie, de la gente que sentía a Vallejo y que lo admiraba.

    ResponderEliminar
  2. Yo me limité a ayudar a un amigo del alma como Manuel Centeno, que se instauró en mi padre -desaparecido tan joven- y en tito dadivoso para mis hijos. Por su amor a Vallejo, lo apoyé en todo lo que pude. Sí es verdad que no quise ni dar una conferencia, ni participar en una mesa redonda, ni que mi nombre apareciese por parte alguna. De aquella hermosa carpeta numerada, mi tristemente fallecido Centeno tenía el nº 1, yo el nº 2. La mejor gloria fue, lo que sin apenas medios, recurriendo a las amistades, se logró: el maravilloso homenaje a Vallejo, y el no menos maravilloso a Manuel Centeno Fernández, mi segundo, querido y añorado padre.

    ResponderEliminar
  3. Yo tengo la caja 471,pero es mi posesión más valiosa en el hogar conjunta con la llave que Cerrejón sacó hace unos años.Mi hermano y yo estuvimos allí y conocimos al Niño de Peñarrubia que nos sirvió de anfitrión.Lástima que no pudimos saludar a D. Manuel Centeno.Nos hubiera gustado oir alguna anécdota de su gran amigo Vallejo,un mito para nosotros en aquellos primeros años de afición...¡Qué suerte!
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Emilio Jiménez Díaz9 de julio de 2010, 14:32

    Pues estuvieron ustedes en el mejor homenaje que se le pudo tributar a Manuel Vallejo, gracias al tesón de Manuel Centeno, con el que dab gusto colaborar. Gracias a él yo sé de las muchísimas anécdotas del cantaor.

    ResponderEliminar