jueves, 25 de febrero de 2010

DESDE MI TORRE: YO TAMBIÉN SOY UN DISIDENTE, ORLANDO

Ahí lo tienes, Orlando. Tú ahora lo estarás viendo desde arriba, desde donde estés, observando sus miserias, sus falsas estrellas de no se sabe qué comandancia. Y seguro que te estarás riendo de él, compadeciéndote de él. Tu vida ha sido más importante que la suya para todo el mundo. La tuya ha estado llena, desde que tuviste uso de razón, de ideas para abolir la dictadura disfrazada de socialismo de tu pueblo, de palabras de ánimo para conseguir la esperanza. La suya y la de su hermano y la de los que lo apoyan y la de los que callan, están llenas de crímenes, de mariposas negras dentro de las páginas de la historia. Tú te has ido con la mirada serena y la conciencia limpia. Éstos no pueden mirar a nadie sin que nos entren ganas de asesinarles con la miradas limpias y vomitar en sus botas.

Hoy, desconocido Orlando, querido amigo Orlando, he sentido náuseas al ver cómo querían ocultar tu entierro a los ojos del mundo. Tú, desde el balcón en que te encuentres, lo habrás visto mejor que nosotros. La reacción ha sido la contraria. Todos hemos enterrado una parte de nosotros contigo, todos somos Orlando, todos somos parte de esa Cuba a la que los políticos no quieren denunciar porque, como dicen en mi tierra, tienen más miedo que vergüenza. La otra parte, la que nos queda, la poca que nos están dejando todos los inventores de la "globalización" -que no es otra cosa que hacerse dueños del mundo y volvamos a la esclavitud- la emplearemos, sin duda, para defender los pocos derechos que nos quedan.

Tú estarás para siempre dormido, pero tu ejemplo nos ha servido para que abramos los ojos. Hoy me será muy difícil dormir pensando en tu injusta muerte. Pero los hermanos Castro, y los que tan sibilinamente han querido silenciar tu lucha, jamás dormirán, si es verdad que la conciencia es la muerte lenta, segundo a segundo, de los hombres de mala voluntad.

Difícil es que fueses creyente. Es lo de menos, hermano. Allí donde estés, que Dios te bendiga.

2 comentarios:

  1. En el ABC de hoy hay un artículo magnífico de Ignacio Camacho en su sección habitual "Una raya en el agua" Recomiendo su lectura.

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  2. No, no lo he leido. Es que Ignacio es un periodista fuera de serie. Lo mejor de lo mejor. Pero es triste, muy triste lo que ha pasado y el futuro dictatorial en todos los sentidos que le estamos dejando a nuestros hijos y nietos.

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