viernes, 29 de enero de 2010

UN ANTICLERICALISMO PARA EL CACHONDEO


Y EL POBRE DECÍA: GRACIAS A DIOS SOY ATEO

A este paso que vamos, la medalla
que llevo de la Virgen del Rocío
un día del cuello me la quita un tío
que tiene más peligro que "La Tralla".

La estampa del Cachorro me la esconden,
se llevan de mi estudio el Crucifijo
y, como no ande listo, sí que es fijo
que me roban el santo de mi nombre.

Se han bautizado todos por la iglesia
y se han casado todos. Mas la amnesia
de ir hoy negando a Cristo les divierte.

¡Ay, qué legión de chuflas papafritas
que cuando el Más Allá los llama y cita
se confiesan a un cura ante la muerte!

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