Lo que nos quedaba por ver ya lo vimos ayer, sonrojados y cabreados, ante la entrega del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen, mientras el resto de los europeos nos quedamos con la misma carita que la anciana Cecilia Giménez dejó al Cristo de la localidad aragonesa de Borja.
Estando Europa como está, a cuya comunidad está volviendo el hambre, donde millones de familias están viviendo -si eso es vivir- de un subsidio miserable, en la que se están aboliendo de un plumazo todos los derechos sociales, masacrando a sus clases más desfavorecidas, destruyendo el tejido industrial, cerrando cientos de empresas diariamente, privatizando la sanidad, robándonos con impuestos los pocos ahorros de toda una vida, quedándonos sin viviendas por culpa del jinete apocalíptico del paro, a estos padres de la patria comunitaria, que son más ricos cada día, y que mueven sus hilos a beneficio de sus intereses, les dan el Premio Nobel de la Paz. O en Oslo hay muchos ciegos en las altas esferas, o muchos compromisos con los gobernantes europeos
Como al Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y al de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al de la Eurocámara, Martín Schultz no les falta nada de nada y viven como auténticos reyes medievales, se sienten muy orgullosos de ser europeos. ¿Por qué no les preguntan a aquellos, europeos como ellos, que han perdido sus trabajos, a cuantas miles de familias sólo les queda el futuro del desahucio, a cuantos, literalmente, no tienen nada que llevarse a la boca? Van Rompuy no se queda ahí y dijo en sus discurso que "Saldremos de esta juntos y más fuertes, lo suficiente en el mundo para defender nuestros intereses". ¿Los suyos, los nuestros? Añadiendo que trabajan para dejar una Europa mejor para los hijos de hoy y los de mañana. ¿Un futuro para los niños de hoy que no tienen ni para llevarse un bocadillo al colegio, a esos colegios a los que se les han quitado miles de profesores, los comedores infantiles, y que tienen cortada la climatización porque el dinero para ello ha volado de la caja a unas manos que nunca responderán por ello? ¿Un futuro para los niños de hoy, estudiantes para un mañana en el que no van a encontrar ningún empleo?
Nos amenazan que lo principal no es pensar en los obreros que acaban de ser despedidos, sino que están despedidos pero tienen la paz, que es lo importante. Bien estaría que estos prohombres desayunasen, almorzasen y cenasen con esa bendita palabra, y así un día y otro y otro..., hasta que se den cuenta de que la paz se consigue siempre cuando los pueblos funcionan, y laboran y trabajan para hacerlos más fuertes, y cuando los pueblos están contentos porque ven que la Justicia es igual para todos, y es gratuita la Cultura y totalmente gratis la Sanidad. ¿Por qué no nos dicen que ellos han arruinado en poco más de tres años a una clase media que ayudaba muchísimo al mantenimiento de la economía? ¿Por qué no nos confiesan que lo que quieren hacer es convertir al pobre en más pobre y al rico en más rico -que son ellos-, como ya está pasando? La paz sólo se mantienen con el desarrollo de la armonía, esa que ellos mismos están rompiendo a martillazos tremendos en las sibaritas y elitistas reuniones que mantienen.
¿La Unión Europea Premio Nobel de la Paz? ¿Premio para una Comunidad que está muerta en sus afanes? Si Alfred Nobel levantara la cabeza, y viera quiénes reciben el galardón y el dinero de su herencia, seguro que se suicidaría con cualquiera de los múltiples explosivos que inventó.
Lo lógico, querido Emilio, es que les hubieran dado el Nobel de Economía.
ResponderEliminarHubiese sido lo lógico, pero están tan cortitos en esta materia que le han dado el de la Paz para disimular.
ResponderEliminarSon dignos sucesores de Obama... Pues si, Emilio, si el del premio levantara la cabeza estos señores se las aplastarían. Y hay que ver la cara del Durao ("cara dura-o); ¿qué le queda de portugués, con lo que están pasando sus compatriotas? ¿Compatriotas, digo? Él es europeo, y anda que no le va bien. Mucha cara Dura-o es lo que hay aquí, allí y en toda la globalización esta que nos han colado con mérito de Nobel.
ResponderEliminarY Alfred Nobel, primer especialista en dinamita, sabe que esto va a explotar. A lo mejor por eso no levanta la cabeza.
Creo que va a explotar como alguien no lo remedie. Lo malo es que los perdedores seguiremos siendo los mismos: los pobres de solemnidad. Nos están robando a golpes de decretos. Trincan de todos los lados posibles. Acabo de venir del notario para recoger unas escrituras y aún me piden más dinero del que ya ingresé, porque me dicen que han subido las tasas del registro casi el doble. Todo esto después de esperar desde febrero.
ResponderEliminarAlfred Nobel bien sabe que esto va a explotar, por eso estos gerifaltes nos quieren vender la paz a cambio de quedarse con todo.