viernes, 30 de marzo de 2012

DESDE MI TORRE: DOBLE VIERNES DE DOLORES


Hoy es para mí un doble Viernes de Dolores, una doble cruz que tengo que soportar aún antes de que hayan llegado los días de Pasión. Por una parte, porque hoy era el día de la onomástica de mi mujer, a la que todos llamában como Loli y yo, posesivamente, mi Lola. Por la otra, porque, curiosamente el destino ha querido este año que en el día de su santo se cumplan los dos meses de su desaparición, una huida hacia los cielos azules del recuerdo de la que todavía no he podido recomponerme. 

No sé qué le deberé a Dios para haberme tratado de esa forma en los años que yo creía, una vez jubilado, que iban a ser los más felices de nuestras vidas después de tantos sacrificios. Ahora, todas las fechas me devuelven a su recuerdo. Pasado mañana será Domingo de Ramos, otro de nuestros días grandes, cuando todos los años nos dábamos cita en Triana para visitar con nuestros hijos y nietos a la Estrella, a la O, al Cachorro, a la Esperanza... y remojar y empapar después la jornada en alguno de los muchos bares existentes en el viejo arrabal. Este año volveré a mis raíces, y me traerán a mis nietos, pero ya ella no estará con nosotros disfrutando ese día luminoso que tanto y tanto hemos celebrado siempre. El pasado año, ayudada por mi amigo Juan Cembrano, fue la última vez que pudo admirar de cerca el rostro nacarado de la Reina de San Jacinto, pidiéndole, sin duda, que pudiera seguir visitándola muchos años más. No ha podido ser. Dios no lo ha querido. Este año, junto a la sonrisa abierta de mis cuatro nietos, una herida irá por dentro de mi alma, una herida que sangrará al recuerdo de los rincones y sitios que visitábamos...

En Mayo será la Comunión de nuestro nieto Daniel, y otra herida volverá a abrirse. En Julio llegarán los días de vacaciones, e Isla Cristina me traerá su ausencia, aunque en sus aguas reposen sus cenizas para siempre, y otra herida se me abrirá en el corazón del verano mascando mi soledad. Y así una fecha y otra señalada, y un día y otro día, sabiendo ya, cuando pasan lentamente, que ella no volverá, que este viaje ha sido demasiado largo y que no tiene fin.

Hoy, sin más remedio, llevo la doble cruz de este Viernes de Dolores. Sólo espero que Aquel que me la robó me preste un cirineo para ayudarme, porque son frágiles mis hombres y muy parcas mis fuerzas.

9 comentarios:

  1. Tiempo Emilio...

    Emilio todo lo que sientes es lo que te corresponde para dar un pasito hacia delante. Esas parcas fuerzas que tienes y que parecen inexistentes cada día tendrán más fuerza.

    La vida es un conjunto de momentos llenos de alegría, felicidad, risas, llantos, penas, desgracias, fracasos. Cada vez nos inculcan más que siempre tenemos que estar siempre alegres, orgullosos... y hay momentos para todo.

    Por cierto, hablando con dos viudas (mi madre y mi tía) les pregunté en que momento o como fueron superando el luto. Uno fue con el tiempo y el trabajo de cada día pero además también se habían apuntado una semana a un retiro espiritual que organizaban los jesuitas. Esa semana de silencio y introspección para encontrar más fuerzas, nuevos puntos de vista... bueno, la verdad es que volvieron llenas de energía positiva.

    Le pregunté a mi pareja como superó su separación con su primera mujer y me dijo que unos budistas lo acogieron una semana en su convento y que eso le ayudó mucho a nivel espiritual.

    Bueno, sólo es un comentario que te dejo porque veo que hay gente que le ayuda y muchísima gente sólo el tiempo ya le ayuda.

    Un abrazo Emilio,
    cuidate mucho,

    Ia

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  2. Bueno, Ia, todo irá pasando de una forma u otra. Todo menos irme a hacer un retiro espiritual, me hundiría aún más.
    Gtacias por tus consejos.

    Un abrazo.

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  3. Bueno, pues como mínimo ya sabes lo que te sienta mal, ya es mucho.

    Cuidate.

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  4. Lo intentaré. Ayer estuve en Salamanca dando una conferencia y el viaje y la salida me vinieron muy bien.

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  5. José Manuel Holgado Brenes30 de marzo de 2012, 19:23

    ... Y lo que ya te dije, querido Emilio, refugiarte en el Señor y leer y, como te dije, ver la caja tonta, la tele y salir, tu que puedes a la calle, y los amigos, etc. etc.
    Mira lo bien que tu dices te ha sentado el viaje a Salamanca. Me alegro muchísimo y ánimo, mucho ánimo.
    Abrazos, José Manuel

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  6. El mes de abril tengo varias cosillas en Madrid y nuevamente en Salamanca, y espero distraerme un poco. Es que no tengo ganas de nada, José Manuel. Sólo quiero estar en casa.

    Un abrazo.

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  7. Bueno, pues algunos Domingos de Ramos, durante la radiante mañana, nos hemos visto en La Blanca Paloma, la estratégica esquina de los trajes y vestidos de estreno; la de los forasteros que nos preguntan por cosas del barrio y hasta nos da tiempo de hacerlos nuestros amigos. Y espero que sigas viendo los colores de ese día como cuando esperabas allí a Loli, a tus hijos y nietos. Ellos te ayudarán a distinguirlos también este año.

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  8. Salgo en el AVE dentro de un rato, a las nueve menos cinco de la mañana, para acudir a mi cita anual con el Domingo de Ramos. Pero nada será igual por mucho que así lo desee.

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  9. ¡Qué pena el día de hoy en Sevilla! Al final tuve que volverme para El Aljarafe, aunque tuve la oportunidad de ver a las imágenes en sus templos.

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