miércoles, 7 de marzo de 2012

DELICIAS DEL EROTISMO: FRANCISCO DE QUEVEDO


UN CASADO SE RÍE DEL ADÚLTERO
QUE LE PAGA EL GOZAR CON SUSTO LO QUE A ÉL LE SOBRA

Dícenme, don Jerónimo, que dices
que me pones los cuernos con Ginesa;
yo digo que me pones casa y mesa;
en la mesa, capones y perdices.

Yo hallo que me pones los tapices
cuando el calor por el octubre cesa;
por ti mi bolsa, no mi testa, pesa,
aunque con molde de oro me la rices.

Este argumento es fuerte y es agudo:
tú imaginas ponerme cuernos; de obra
yo, porque lo imaginas, te desnudo,

Más cuerno es el que paga que el que cobra;
ergo, aquel que me paga, es el cornudo,
lo que de mi mujer a mí me sobra.

Francisco de Quevedo
"Obras completas"
(Ilustración: Goñi)

6 comentarios:

  1. Hoy no sé si he entendido bien la última estrofa. Pero en el supuesto que sea así, el razonamiento o la deducción del casado es bien curiosa.

    Recuerdos,
    Ia

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  2. Al casado, en este caso, le viene bien que el otro lo alimente y le de dinero.

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  3. Bueno, pues ahora lo entiendo pero igualmente los argumentos del casado no me han convencido. Va más que cornudo y punto. Ahora si a él le da igual será que le importa un churro su mujer.

    "Más cuerno es el que paga que el que cobra", hoy no me cuela la frase Quevedo, a ver la próxima.

    Saludos,
    Ia

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  4. Habría que situarse en el Siglo de Oro para comprender eso. De todas formas, Quevedo también era un cachondo mental de mucho cuidado.

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  5. Bueno pues vale me situaré en esa época, pero me has convencido tu...ni Quevedo, ni el casado.

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  6. Me alegra de que yo sea quien te haya convencido, aunque tampoco a mí me convencen, en esta ocasión, lo que dice el cornudo, lo que dice el amante de su mujer, y cómo lo expresa el genial Quevedo.

    Gracias, Ia, es mucha fortuna el contestarte.

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