que sale cuando yo salgo,
yo salgo cuando ella sale.
Isleña como la mar,
Isleña como la mar,
son amores marineros
que igual que vienen se van.
Sin embargo, ¿cuántas veces
Sin embargo, ¿cuántas veces
hice con ella el amor...?
Tantas cuantas recordaba
Tantas cuantas recordaba
los hierros de aquel balcón
junto al mío -¡y qué distante!-
donde ella se asomaba
cuando me asomaba yo.
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