miércoles, 1 de septiembre de 2010

CUADERNO PARA NO LEER: RESACA

RESACA

Toda mi vida llevo de ponientes
y nunca llegó el sol para alumbrarme.
Sacó la vida el látigo y yo puse
la espalda, por mejor mortificarme.

¡Pegad, pegad, malditos,
y tatuad mi vida en sangre,
que toda mi vida ha sido
lucha hacia ninguna parte!

Creí vencer, ganar cuanto debía,
mi alegría se puso sobre el llanto,
mas había sobre la vida tanto
que a nadie le importaba la alegría.

Y así me va la suerte, en estas canas
que el triste espejo repite
cuando Dios me da un convite
y me oculta su mirada.

Canas del corazón, las que más duelen,
tengo en esta resaca que convida,
como aquel Dios que me cerró los ojos,
a cerrarle los míos a la vida.

2 comentarios:

  1. Vida, vida, vida. Creo que en alemanía al aguardiante le llaman agua de vida. Que se te llene el alma y rebose lo mejor de ti.

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  2. Creo en la vida como pocos, quizás porque la he vivido intensamente en todos sus periodos. Una buena copa de aguardiente me vendría bien, siguiendo tu consejo, para mirar los días que me están tocando de otro color.
    ¡Gracias por el consejo! ¿Quién pone el aguardiente? ¡Que lo ponga mi amigo Anselmo de Rute o su alcalde, el señor Altamirano!

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