¿Morirme como una ola?
¡qué más da!
¿Echar mi vida al Poniente?
¡qué más da!
¿Arrastrarme a una escollera?
¡qué más da!
(Aunque soy hombre valiente
¿Echar mi vida al Poniente?
¡qué más da!
¿Arrastrarme a una escollera?
¡qué más da!
(Aunque soy hombre valiente
nunca quise navegar
sin el timón de la gente)
¿Y la gente...?
¿Y la gente...?
¡qué más da!
Si me pierdo en la bahía,
Si me pierdo en la bahía,
¡qué más da!
Si me pudro en cualquier puerto,
¡qué más da!
(Soy un marino inexperto
Si me pudro en cualquier puerto,
¡qué más da!
(Soy un marino inexperto
que surca los viejos mares
buscando amores ya muertos)
Y la muerte...,
¡qué más da!
Morir es resucitar
Y la muerte...,
¡qué más da!
Morir es resucitar
por encima de la vida,
pero verte y no tenerte
esa es la herida mortal.
¡Es la herida!
Y si tú no eres mi vida,
Y si tú no eres mi vida,
ya mi muerte ¿qué más da?
Parece mentira que estos poemas sean desconocidos. Bueno ahora lo son menos...
ResponderEliminarÁnimo, Emilio...
Bueno, no lo son del todo. Se leyeron en el Centro Andaluz de Flamenco de Jerez dentro del ciclo "Los poetas andaluces de hoy". Estuvo lleno. Y asistió mi querido amigo Antonio Murciano y Pepe Marín. Ambos le dedicaron una muy elogiosa crítica, tal vez no merecida.
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