Estamos mudos los dos.
Tal vez el silencio habla
Tal vez el silencio habla
más fuerte que la razón.
Mudos, tú y yo,
Mudos, tú y yo,
hablando de muchas cosas
con los ojos, y sin voz.
¿Y de qué sirve la voz
¿Y de qué sirve la voz
si en los senderos de adentro
habla sólo el corazón?
Mudos, tú y yo.
Sin palabras.
Mudos, tú y yo.
Sin palabras.
Un silencio y otro, dos.
¿Y qué decimos tú y yo
¿Y qué decimos tú y yo
sin que sea testigo el aire?
¡Qué más quisiera ese aire
colarse por nuestro amor!
¡Qué más quisiera ese aire
colarse por nuestro amor!
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