jueves, 15 de febrero de 2018

DESDE MI TORRE: NO TODO VALE


El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, está que arde por el Pregón del Carnaval de la Ciudad, que pronunció el humorista y dramaturgo de la localidad Carlos Santiago, quien, al parecer, se propasó en sus definiciones sobre el propio santo y la virgen María, salpicando hasta a la zaragozana de El Pilar. No quiero nombrar aquí las diversas y bordes alusiones que hizo a estas imágenes, veneradas por muchos creyentes.

Creo que en esta España que estamos soportando hay mucho odio al contrario, mucha vendetta y mucha mala leche con los que no opinan como nosotros. Falta el respeto en todo. Y, desgraciadamente, no todo vale. Se puede decir, y yo lo digo, que Santiago Apóstol, que convoca a tantas miles de personas en cada año compostelano, y fuera de él, más que un santo universal se parece a una figura fallera. Pero creo que no le falto el respeto por opinar de esta forma. Estimo que la Iglesia -como con la virgen del Rocío en la almonteña Huelva- tiene un filón de oro con estas creencias seculares. Pero de ahí a faltar al respeto de los que creen en esas cosas, va un abismo. Carlos Santiago será, no lo dudo, un buen dramaturgo, un escritor con más o menos reconocimiento, pero no puede hacer del humor un hacha de guerra. No todo vale ni en los temas eclesiales, ni en los políticos, ni por supuesto en el de nuestras relaciones con los demás.

La Iglesia, en nuestra educación, y más para los que ya somos muy mayores, se pasó más de diez pueblos, y aún se sigue pasando con ese tema que me preocupa tanto: que no pague el IBI, que se inmatricule lo que no le pertenece, que no tenga que dar cuenta a Hacienda por sus miles de negocios, que aún tengan colegios compartidos donde los ricos entran por una puerta y los pobres por otra. La Iglesia ha hecho mucho daño, y sigue haciéndolo. Lo que pasa es que ahora todos tenemos la libertad para criticarla, para decirle lo que pensamos de esas décadas oscurantistas, para denunciar los abusos sexuales que muchos críos padecimos en sus manos...., pero también es verdad que ha hecho mucho bueno, aunque bastante menos de lo que siempre se ha esperado de ella.

Pero, de ahí a fabricar un humor zafio, borde y sin gracia alguna, va un abismo. Una cosa es la libertad de expresión, con la que siempre estoy de acuerdo, y otra, muy diferente, con querer insultar en un Pregón de Carnaval a cuantos, a pesar de los pesares, aún creen en estas cosas.

Bueno, ya ha terminado el Carnaval del pueblo. Ahora toca tiempo de Cuaresma. Lo que sí parece un sarcasmo es que la Iglesia nos recomiende, tal como está el telar, ayuno y abstinencia. El ayuno es casi obligatorio en muchos miles de hogares de nuestro país, y la abstinencia los viejos la tenemos por norma, porque si no tenemos para comer cómo vamos a poder invertir en "Viagra". Y es que es muy difícil, por una parte y por otra, cuadrar lo que no cuadra.

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