miércoles, 7 de febrero de 2018

DESDE MI TORRE: ANTONIO CANALES, DE LO PEORCITO DE TRIANA


La suerte que tú has tenío
es que no tengo malina lengua,
que yo nunca la he tenío
ni quiera Dios que la tenga.

Con esta vieja letra por soleá tenían que haberle contestado a este bailaor, Antonio Gómez de los Reyes, "Antonio Canales", todos los compañeros artistas que componen el largo y gran elenco de la vigésima segunda edición del Festival de Jerez.

No es la primera vez -y a continuación enumeraré algunas- que este bailaor arremete contra su propio gremio sacando de sus entrañas  lo peor que lleva dentro. En mi larga vida como divulgador y crítico del Arte Flamenco jamás he intentado cruzarme con él, ni invitarlo a mi programa "Ser del Sur" de Radio Popular de Sevilla, ni sacarle una sola vez en mis páginas de "Nueva Andalucía", "El Correo de Andalucía" y "Sevilla Flamenca". De casta le viene al galgo..., y no sé por qué, o sí, que este bailaor no me inspiraba confianza como persona. No llegué a equivocarme y mi olfato de perro de presa no me engañó. De lo cual me alegro.

Yo jamás lo he considerado como paisano trianero, porque mis artistas de arrabal no han tenido nada que ver con esta clase de gente que sólo buscan la popularidad a base de titulares de prensa a costa de sus propios compañeros. Mis artistas paisanos siempre han demostrado Arte y eso a lo que llamamos clase. Siendo los más grandes en cada una de las disciplinas flamencas, han sido los más humildes: Antonio Triana, Alejandro Vega, Gitanillo, Rafael "El Negro", Paco Vega, Matilde y Pepa Coral, su hermano "El Mimbre", Manuela Carrasco, Milagros Mengíbar..., y cito sólo a vuelapluma, de memoria súbita, a algunos de los que le han dado lustre a su arrabal en el tema del baile, ya que habría que tirar de un amplio archivo para continuar con esta breve lista de recuerdos, e incorporar a cuantos hicieron grande a Triana en el cante, la guitarra, la copla y el cine.

Pero a este hombre le gusta provocar. Recuerdo una entrevista que le hicieron en una emisora hace más de una década y que escuché en el coche viniendo de Sevilla a Córdoba, y en la que puso a mi amiga y excepcional bailaora sevillana, Cristina Hoyos, al pie de los caballos. Le dijo de todo y en el plan suyo: torpe, chulo y borde. Casi arruina la vida familiar de recién casado de un joven bailaor -del que omito su nombre- diciendo que había sido su novio durante muchos años. No hay compañero que hable bien de él, y eso es clara señal de que, como persona, es un mal tipo. Como bailaor, lo digo claro: a mí nunca me gustó. Fui una vez a verlo al Gran Teatro de Córdoba y me salí al poco tiempo de comenzar el espectáculo. Fui a ver a un hombre bailando y me encontré a un hombre  vestido de mujer. ¡Cosas! 

Ahora, este trianero, que es de lo peorcito que ha dado el barrio, arremete contra el Festival de Jerez, en el que él estaba incluido como invitado de Manuel Fernández Montoya "El Carpeta", diciendo en su perfil de Facebook que este Festival es "un tremendo estercolero de animales apestosos, que no tiene ningún nivel, ni clase, ni criterio", animando al personal a que no acuda. Se anima y se anima en su rencor y sigue diciendo que "A mí no me interesa nada o casi nada de lo que se presenta en el Festival de Jerez, aunque yo, por circunstancias ajenas a este bodrio, voy a intervenir en la clausura, porque a mi edad me tocan las pelotas llenas de pelos". Precioso, hijo, hermosas tus palabras. Si tienes huevos, atrévete a ir al Festival. ¿Tienes la valentía de acudir a esta tierra tan flamenca después de lo que has dicho? No lo vas a hacer: primero, por miedo, y después porque, con muy buen criterio, "El Carpeta" te ha borrado de su espectáculo y ha incluido en él a su hermano "Farruquito", mejor bailaor que tú desde Triana a Lima y un macho sublime bailando.

Ya te han dado caña todos los medios de comunicación, entre ellos mi compadre Manolo Bohórquez, y Javier Latorre, y...

La suerte que tú has tenío -como dice la copla- es que yo no soy artista ni estoy, evidentemente, en el programa del 22 Festival de Jerez. Eres, Antonio, de lo peorcito de barrio tan señero. No digas nunca que naciste en él porque en Triana, en nuestro glorioso arrabal, son pocos los paisanos de nacencia que te jaman. ¡Qué pena!


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