jueves, 24 de agosto de 2017

DESDE MI TORRE: EL DOLOR NO SE DULCIFICA CON POLÍTICOS


El dolor que está soportando y viviendo Barcelona, España y el mundo desde el pasado jueves, no se calma ni se dulcifica ni se seda con los políticos que dicen representarnos y que, además, se tiran los trastos a la cabeza para hacer creer al pueblo que tal o cual partido es mejor que el del contrincante en la lucha contra el terrorismo, ya sea nacional o yihadista. Cataluña está, desde hace muchos años, metiendo el miedo en el cuerpo a todos aquellos que no queremos que se desmembre del racimo unido del pueblo español. Pero cuatro locos separatistas están ofreciendo un pulso al Estado cueste lo que cueste, a costa de lo que sea, hasta de la propia felicidad y tranquilidad de sus habitantes. Muchas de las importantes empresas radicadas en esa Comunidad -la más favorecida con el dinero de todos los españoles-, se están exiliando como si una nueva guerra civil volviera a asentar sus reales por largo tiempo en esta región tan hermosa y de tan grandes emprendedores. Muchos de los emigrantes andaluces que allí se fueron cuando el hambre azotaba en los sesenta, y que allí tuvieron a sus hijos, hoy están deseando volverse a sus pueblos de origen para, al menos, poder vivir en paz y en este país, que no debe tener vergüenza de llamarse España.

Pero en fin: algo muy grave falla en el sistema político de nuestro territorio, tanto por parte del Presidente del Gobierno y sus ministros, tanto por parte del Estado -que sigue manteniendo a dos reyes-, como el del grueso de los políticos, esos que han hecho de la corrupción, de la esquilma de la hacienda pública, su modo diario de vivir.

Ignoro los argumentos que ha tenido este atentado ni quiénes fueron sus principales idealistas. Tampoco, en verdad, hay nadie que ponga explicación a mis dudas. Si seguimos así, con la cuerda tensa, una vez más España tendrá el alma destrozada como hace más de 80 años. El hombre, y aún más con los políticos, es el burro que cae más de dos veces en la mismas piedra.

Quien quiera entender, que entienda.

2 comentarios: