No sé si por este artículo que escribo hoy con lágrimas en mis ojos, y en homenaje a todo un pueblo tan sacrificado como el español, me puede caer una multa de hasta 600.000 euros, por aquello de la aplicación del anteproyecto de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, llamada "Ley Mordaza" en el argot popular.
Que un gobierno, en clara dejación de sus obligaciones, sólo promulgue recortes de libertades en un estado llamado democrático, que se votó en las urnas, no sólo es un contrasentido indecente, sino un atentado contra la libertad individual y colectiva. Llámenle como quieran a este proyecto de "Ley Absurda" -que se verificará en el próximo y temible "Viernes de Dolores"-. El Partido Popular, a juicio del pueblo, ya es casi más temido, o sin casi, que el régimen franquista, que aprobaba órdenes sin ton ni son para salvaguardar al dictador. Creo que, por mucho que quieran venderlo de otra manera, sólo son ellos los que quieren salvarse de una quema que ven inminente. Les puede el miedo ante esa expresión argentina llamada "escrache", que más o menos, en nuestro idioma, quiere decir una "mosca cojonera", una serenata a las cuatro de la madrugada, un cobrador colectivo del frac, o miles de dedos de ciudadanos señalándoles el rostro y diciéndoles que son unos ineptos. Y por decir esto, a los que nos asiste nuestro legítimo derecho de ciudadanos libres, pues nada de nada, poca cosa, multas de treinta mil euros a seiscientos mil. ¿Fabricarán nuevas cárceles para aquellos hombres democráticos que no puedan hacer frente a sus pagos? ¿No las hay para cuantos han dejado a España en un solar en ruinas, con las arcas esquilmadas, con las esperanzas de sus hombres y mujeres a flor de tierra, tremendamente yermas, muertas de ilusión y de trabajo?
Ayer y anteayer el pueblo le dio una lección al gobierno de nuestra nación recogiendo más de diez mil toneladas de productos no perecederos para que puedan comer aquellos españoles que no tienen nada de nada que llevarse a la boca, que han tenido que abandonar sus pisos e irse a vivir con sus mayores, que no gozan ni siquiera de lo más básico. España no es, o mejor, no debería ser, la república africana de Ghana. Pero casi estamos en el mismo barómetro de hambruna. En un país que vacila de tener el tren de alta velocidad (AVE), es un sarcasmo que millones de españoles estén en el portal de la inanición, mientras nos dicen que vivimos en un estado del bienestar cuando es mentira; que estamos saliendo de la crisis, cuando es mentira; que hay una perspectiva de empleo llena de ilusión, cuando es mentira... Nos engañan con el maná cuando el maná no viene, no va a venir nunca... Y el gobierno de Rajoy sin enterarse de qué va la cosa: no se quiere enterar de que hay hambre, de que se desahucian a muchas familias cada día, que no hay crédito, que hay niños que van sin desayunar al colegio, que somos muchos los jubilados que mantenemos a nuestras familias, que los bloques de pisos se están llenando de hijos que no pueden pagar sus viviendas... ¡Y a esto le llaman el estado del bienestar! ¡Y, ya saben, si alguien protesta: tres porrazos en la nuca, cuatro balas de gomas, dos guantazos de resentidos y, si te pones chulo, las horas que quieran mantenerte en la Comisaría... ¡Esta, no otra, es la Democracia española que todos ganamos a pulso!
Y el pulso al Gobierno, jugándose estas multas que sólo quieren intimidar y recaudar, lo puso ayer el pueblo, España entera, este fin de semana, recogiendo más de 10.000 toneladas de alimentos no perecederos por medio de miles de animosos voluntarios que, como cuando pasó la tragedia del "Prestige" -curiosamente gobernando el PP-, formularon un lema inolvidable: aquel "Nunca mais" que jamás se olvidará de nuestra memoria. Pues ayer y anteayer también dijo el pueblo español -curiosamente también gobernando el Partido Popular-, que nunca más, que ya está bien, que nos pueden hacer esclavos de sus acuerdos, pero que siempre seremos libres de nuestras conciencias. Que los políticos han robado más allá -presuntamente- de lo permitido por la Ley -que mantengo que nos es igual para todos-. Jamás, después de Franco, este país está sufriendo tanta represión. En sólo dos años de mandato recién cumplidos, hemos perdido todas nuestras libertades, mientras ellos -que viven como reyes- quieren hacernos ver lo contrario. No pasa nada cuando el pueblo se manifiesta delante de la Casa Blanca de la gran América, pero hay que dar caña, prohibir y multar de gordo cuando los españoles descontentos quieren manifestarse delante la la Casa Negra que es el Congreso de los Diputados ¿Pero cómo estos señores le tienen un miedo tan tremendo a un pueblo tan noble que sólo se tira a la calle para que se cumpla la Constitución y no, como hicieron los franceses, una nueva toma de La Bastilla en versión española?
Más de 10.000 toneladas de alimentos se recogieron ayer en nuestro país para ayudar a los hermanos que no tienen nada que llevarse a la boca. El pueblo, tan puteado día a día por normas, decretos y leyes del Partido único, le ha dado este fin de semana un ejemplo al Gobierno, sustituyéndolo en la labor prioritaria de la Carta Magna que sólo al Gobierno debe pertenecer. ¡País..., cosas!
(Al final se ha llegado a la cantidad de más de 15.000 toneladas. ¿Un poquito de Betadine para el Gobierno?)
Yo también he sentido una pena inmensa cuando lo he visto en las noticias. De la tristeza de tantos como están sufriendo, de sus desesperanzas y amarguras nada se habla. En cambio de que ha habido un descarrilamiento en New York con dos muertos (no se si habrá habido más), de eso no han parado de repetir la noticia mil veces. Me siento asqueada de todo.
ResponderEliminarPues el ABC, que cada día se está pareciendo más al extinto "Alcázar", le dedica su portada en la edición de Córdoba a una cofradía, cuando aquí se recogieron más de 300.000 kilos de alimentos, y era un ejemplo ver como la gente, mucha de ella joven, se movía colaborando. Están amparando al PP al máximo, como también ampararon al PSOE en su día cuando ganaron las elecciones por auténtica mayoría. Se parece a la Iglesia. Son camaleónicos. ¡De pena! Toda España, hermana, está asqueada de lo que está pasando, lo que pasa que también los periodistas -pobres periodistas- no tienen más remedio que obedecer a la voz de su amo si es que quieren comer cada día.
ResponderEliminar¿Dónde hay que firmar, Emilio? Efectivamente, sólo buscan su propia protección porque son conscientes del daño que están haciendo y de que no va a faltar mucho en que esto que están liando, en forma de bomba, les estalle en las narices... En el peor momento tenemos el peor gobierno, claro que es el idóneo para los que mandan en Europa. Así que no sólo soportamos a unos inútiles sino a los protegidos por la Merkel y Cía.
ResponderEliminarPues firmaremos en Carmona cuando vayamos a buscar el aguardiente el miércoles. Es el soma de los pobres para estos días tan tristes que se nos avecinan. Les va a estallar esta bomba que tú dices. Ya la gente no aguanta. Aparte del hambre no puede admitir que se recorten sus libertades. Más que franquismo puro y duro. ¿Volverán a votarlos? Pues, a lo peor, sí. ¿Por qué?
ResponderEliminarHasta dentro de muy poco, Emilio. Nos llama la Navidad y sus ricos sabores...
ResponderEliminarToda una lección la que han dado esa legión de voluntarios que junto con el corazón de tantísimos ciudadanos han hecho posible la recogida de tal cantidad de alimentos. Pero lo más triste de todo es que gran parte de nuestro pueblo sigue indiferente a la pobreza y a los latigazos, como decía Hierro en su poema. "Ojú, que frío"
ResponderEliminarÁngel, tengo ciertos problemas para ir el miércoles con vosotros a Carmona. Os llamaré mañana con lo que sea.
ResponderEliminarFue una marejada de solidaridad la de esos voluntarios. Gracias a ellos se está paliando el hambre en España. La pena es lo que tú dices en palabras de Pepe Hierro: no qué injusto, inhumano frío..., sólo "Ojú, que frío". Nadie se desata contra este Poder que nos ha llevado a los tiempos que viví de la posguerra.
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