domingo, 15 de septiembre de 2013

LOS EXCELENTES JUEGOS OLÍMPICOS PARA MADRID 2024 (y 2)


LA TRILERÍA.- Deporte olímpico de escala nacional que puede verse al aire libre en la calle Sierpes sevillana, en la madrileña de Preciados, en las diversas Ramblas barcelonesas y en las principales avenidas y calles del país. Existen varias modalidades: las principales son la "Trilería Gurtel", "La ERESA", la "Palau", la llamada "Caso Palma"... Hay muchas variantes de este juego que consiste en distraer al espectador y, por medio de varios "ganchos", de saber dónde está la bolita, aunque ésta se convierta en un bolón fabricado con montones de billetes de 500 euros. Los que quieran competir en esta modalidad, pueden acudir antes a las distinguidas Academias de los señores Bárcenas, Griñán y Undargarín, aunque son cientos las que tienen sus puertas abiertas para enseñar en las 17 comunidades autónomas.


TIRONES DE BOLSO.- Es modalidad deportiva bien fácil. Sólo hay que tener una moto -no hace falta que sea de gran cilindrada-, mucha cara y muy poca vergüenza. Va una vieja o una joven por la calle, demasiado confiadas en nuestra seguridad callejera, viene un golfo y te pega un tirón limpio que se lleva el bolso en su velocidad, te rompe la cadera si eres mayor o te deja cagándote en sus riles... -¿Y la policía local? -Pues haciendo lo que hace siempre: poniendo multas de aparcamientos o por haberte pasado de tiempo en la ladrona "zona azul". -¿Quién gana en esta modalidad? -Pues, como siempre, el más golfo que lo haga en menos tiempo.



LA CUCAÑA DEL HAMBRE.- En otros tiempos, esta modalidad era sólo un divertimento de las fiestas patronales, una modalidad que ahora se ha convertido en la Medalla de Oro más preciada. En el palo de teléfono más alto, colgado de una alcayata, se coloca un jamón de mediana calidad. Se unta grasa al palo para que el participante resbale una y otra vez y jamás pueda alcanzar el objetivo. Hoy día, con la hambre que existe, llegar a trincar el jamón no suele durar más de dos segundos. Ni grasa ni aceite untado al palo hace que el deportista, clavando las uñas como un gato, pierda el trofeo.


EL DOMINÓ.- También llamado en algunas comunidades como "Dómino". La única modalidad que le han dejado a los viejos tras quitarles por la cara los euros de sus carteras y haberse abolido -por decreto- la llamada y cacareada "Ley de Dependencia". En este deporte no hay más "dependencia" que un buen tinto o una caña de cerveza. Es juego de habilidad, aunque no tanta como la que han demostrado nuestros políticos para dejarnos sin la asistencia que necesita la tercera edad.


LA COLA DEL PARO.- Es el juego nacional por excelencia, en el que España ha ganado todas las Medallas de oro, sumando las máximas la Comunidad de Andalucía. El juego es bien sencillo: contar a cuantos miembros esperan en esa cadena inhumana de nuestros días. Aquella región que de siete de la mañana a las dos de la tarde tenga más kilómetros de cola, será la ganadora. El Jurado estará formado por Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz, que de esto saben tela marinera.


JUEGO DE LA HAMBRUNA.- Hay que levantarse a las seis para hacer cola en "Cáritas" para poder desayunar y que te den algo de comida para el día. Y menos mal. Mientras, los políticos se meten unas mariscadas de aúpa, unos cuantos billetes de 500 al bolsillo y, como si tuviesen estrabismo, miran para otro lado. Este año, por decisión del Comité Vallecano, los primeros que estarán en la cola serán todos los políticos del PP, PSOE e IU. Aunque pasen esta prueba, no aprenderán nunca.


No, no son los hijos de Felipe González, ni los de Aznar, ni los de Urdangarín, ni de Griñán, ni de cuantos viven de la mamandurria de un país cada día más analfabeto y que jamás demuestra su ira contra el Poder. Son los chiquillos que nos encontramos cada día en nuestros portales, por las calles de nuestras ciudades, en las puertas de esas iglesias que ya cobran hasta para entrar en los templos. Niños que no tienen nada que comer, que no van a la escuela, que dan pena, pero que cuando crezcan y se rebelen contra quien con ellos cometieron estas injusticias, quizás ya no pongan la mano así, sino que, justamente, con demostrada justicia y legítima venganza, tendrán sus dedos señalando a quienes de tal forma los trataron. Así, sin tanto falso inglés, y sin tantos "cafelitos con leche" en la Plaza Mayor, y sin tantas payasadas y tanto gasto inútil, con estos juegos propuestos sabrá el mundo que, a pesar de tener AVE, España está, todavía, en el año 1949, año en el que nací y permanezco anclado con otra nueva Cartilla de Racionamiento.

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