lunes, 15 de julio de 2013

DESDE MI TORRE: NI EN LA BASURA


Leyendo ayer por la noche las últimas noticias de ABC de Sevilla en internet, me quedo atónito con el nuevo plan que el alcalde Zoido quiere implantar con la nueva  Ley de Limpieza Pública Local, que, entre otras cosas, va a penalizar la búsqueda de los muy necesitados -como la mujer de la fotografía- en los contenedores de basura de la ciudad. Ya está bien que a todos nos hayan robado la cartera por el sistema del tirón de impuestos que nadie entiende; está bien -es un decir-, que se nos robe una paga extraordinaria que nos pertenece; está bien -cuando digo esto deben entender que está muy mal y es una desvergüenza- que los abuelos no podamos disfrutar de un otoño vital feliz y tengamos que estar siempre preocupados de nuestros hijos y nietos, mantenerlos en nuestra casa, darles de comer y pasear por obligación a los hijos de nuestros hijos; está bien -¡y ya está bien!- de que nadie diga esta boca es mía, que no imprequemos violentamente -ya que con el conformismo no se ha podido solucionar nada- a los que, para su beneficio, y en nombre de una crisis global, manejada por ellos, nos han convertido en pobres, pobres de solemnidad.

Y, encima, el señor Zoido -tan ecuánime con las formas de caridad, que sólo cacarea en la hermandades- quiere prohibir hasta el rebusco, como el de los garbanzos en la época de Franco. Pues muy bien. Vayamos a las puertas de su casa a pedir comida, que de seguro le sobra. Y vayamos a las puertas de Griñán, y de Susana, y de Valderas, de todos aquellos que decían en grandes vallas aquello de "Andalucía, imparable" y "Sevilla, ciudad de las personas". Vayamos a sus puertas y cantemos a coro el viejo villancico para que nos den el aguinaldo. Como de seguro la cosa no va a funcionar, volvamos a los contenedores a rastrear las miserias que aún pueden comerse, saquémoslas con jubilo de pobre que se resiste a pedir por las puertas de las iglesias y las esquinas de las céntricas calles, dejemos todos los horribles contenedores vacíos, y metamos en él a todos nuestros políticos, sin excepción de clase o partido, porque son ellos los que han hecho posible, con mucho bla-bla-bla, que una cosa es predicar en la captación de votos para llenar sus bolsillos y otra, muy diferente, dar el trigo -mojado en la Constitución- de que todos los españoles somos iguales ante la Ley.

Esta mujer y este joven que rebuscan sólo son un paripé, una obra de teatro de Arbide cuando dirigía el grupo "Tabanque". España sigue en marcha -faltaría más, a pesar de Bárcenas y el miedo terrible a que tire de la manta zamorana-, y tan Una, Grande y Libre como en la época del de las botas altas, aunque ya no hay ni siquiera libertad -según normativa del señor Zoido- para buscar la vida entre basuras. Rebusquemos, pues, en los bolsillos del alcalde, de los del presidente de la Junta y de todos los abrazafarolas del Poder. De seguro que todos los pobres de Sevilla -y sólo me limito a mi ciudad- pueden darse un atracón de lujo, con los dineros de esas faltriqueras políticas, en el selecto y caro Abades. ¡Ah, y a dejar buena propina...! 


4 comentarios:

  1. No sé cómo acabará todo esto, pero tiene una mala pinta... Muy valiente esta entrada, Emilio. Un abrazo.

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  2. Quedas noqueado. Parece de una película de terror, razonamiento más claro es imposible, como imposible parece que estas cosas estén ocurriendo sin que la gente estalle. Como dice José Luis, esto tiene muy mala pinta, pero así llevamos ya lo suficiente como para pensar que la sociedad está en una siesta sin despertador.

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  3. Esto, querido José Luis, lleva mal fin. Creo que con los cirios a la vera del cura o con el cirio para darle en la cabeza. España se repite. Es una noria. Su historia -ahora historieta- hay que leerla una y otra vez. Y ni por esas. La izquierda se dejó seducir por el dinero, pero es que la derecha -¡qué pena terrible de Gallardón, tan joven!- nos va a meter a todos en un convento de frailes, en los nuevos cursillo de cristiandad, en las misiones de los años sesenta, en la España negra, en definitiva, que todos queremos olvidar. Pero, ojito a esa juventud tan preparada -aunque tengan muchos pijos en su derecha- que puede -y debe- estallar en cualquier momento.
    Rajoy se está riendo de nosotros. Es más feliz quien ríe el último.

    Un abrazo.

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  4. La gente va a estallar, Ángel. No sé cuándo, pero de un día a otro. Antes, un guardia le pegaba un guantazo a cualquiera por nada, pero ahora van a llover las tortas de miles de manos..., y hasta nos dará pena del guardia.

    No tenemos a nadie que nos represente. Si malo el PSOE -que tiene tela marinera que callar-, peor el PP, estafador, embaucador y que no tiene los arrestos (léanse cojones) para salir a dar la cara. A que al final vamos a tener que votar a cualquier caricato para que haga lo mismo -Joseliqui, por ejemplo-, pero con más gracia.

    Tremenda la historia que tenemos encima entre Bárcenas y los ERES.

    Paciencia, Ángel. Y que la Cruzcampo nos ampare.

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