
LA VIUDA
Viuda de buen ver, de buen tamaño,
ojos incendiadores, llama al punto
que no asistiera nunca su difunto.
¿Por marica, impotente, por tacaño...?
El que quiso hacer bueno que el buen paño
en el arca se vende, fue un presunto
corniveleto miureño. Y punto.
La mujer que se entrega, no hace daño.
Conocí a una viuda -tan veloz como el AVE-,
mujer de un militar, serio y muy grave,
de rimbombantes y altas graduaciones,
que en su coño tenía una medalla
que rezaba: "Si no tienes la talla,
retira de mi hucha tus cojones".
Emilio Jiménez Díaz
"Pecados veniales. Coñografías"
1999
No hay comentarios:
Publicar un comentario