
Parece que fue ayer cuando aún tenía mi mano agarrada a la suya esperando su último aliento. Mal día para olvidar el del lunes 30 de Enero. Pero por mucho que lo intento no puedo olvidarlo. Sus hermosos ojos verdes, esos que tanto me alumbraron y tanta esperanza me dieron a lo largo de más de cuarenta años, soltaron un último relámpago que nunca olvidaré. Ella ya se ha ido, pero parte de mí se ha ido con ella, quizás lo poco que de bueno me quedaba. La recuerdo por donde voy, porque antes he ido con ella. Me paro en los mismos árboles del bulevar que a ella tanto le gustaban, compro en la mismas tiendas, en la misma carnicería, en la misma pescadería que ella iba enseñándome quizás para que no me encontrase perdido cuando estuviese solo...
Lo estoy pasando tan mal que a veces he tenido los malos pensamientos de volar con ella. Algunos amigos me ayudaron y me han dado ánimos. Lo cual agradezco. Pero una mujer tan especial como Lola nunca se olvida, está grabada a fuego en el alma. Cuando paseo por el piso la veo en todos los rincones, sentada en su sillón preferido, señorita y señorona. Desde que ella se fue, no he vuelto a poner la gigantesca televisión que compré para ella -ya he dicho que soy un hombre de radio-, pero ya me ha pasado que en varias ocasiones, cuando he vuelto a casa, la televisión estaba encendida. Lo he comentado con mi hijo Emilio, que es el que entiende de ésto. Parece que ella, en mi ausencia, y desde su sillón vacío, encienda el televisor para ver esos programas del corazón que yo le recriminaba. ¿Y si fuera esto verdad? Yo, que soy un hombre de yuyu, me asusto, miro para todos lados, por todos los rincones donde ella ya no está. ¿De verdad que no está? Ayer volvió a ocurrir lo mismo, y me hijo volvió a repasar todos los programadores de la tele. No le encuentra razón técnica a lo que pasa, ni yo le encuentro tampoco una razón, que siempre debe ser lógica. ¡La "pantasma". como decía en un excelente estudio mi amigo Enrique J. Rodríguez Baltanás en la revista "El Folk-lore andaluz", de la Fundación Machado!
Ella siempre está en mi corazón, en mi memoria, en el recuerdo de las broncas habituales de un matrimonio bien avenido, en las conversaciones con los amigos más cercanos, en el cariño supremo a sus hijos y nietos, y en mí mismo, su marido, aun siendo el peor de todos los que conformamos este conjunto familiar.
Recuerdo el gran día de su 60 cumpleaños, hace cuatro, cuando convoqué en secreto a todos mis hijos y a sus nietos y le dedicamos una fiesta inolvidable, llena de besos y regalos. Yo, entre otras cosas, le regalé este soneto "cameloncio" que hablaba de lo que ella significaba para todos nosotros.
CUMPLEAÑOS FELIZ
¡Benditas sean loladas de la Lola!
¡Bendita sea la fuerza a su tormenta!
¡Bendito sea el ánimo que afrenta
y bendito el cocido en su perola!
¡Benditas sean las broncas al marido
y a los hijos, que están emancipados,
benditos sus despistes despistados,
benditos sus consejos al oído!
Que sean benditas sus sesenta rosas,
sus sesenta sonrisas cada día,
sus sesenta recuerdos y sermones...
Que si todos, al fin, somos felices,
es porque de ella somos aprendices
en un huérfano mundo de emociones.
Medio año sin ella, seis meses... Medio año que me ha convertido en un paralítico, sin ganas para nada y sólo atendiendo a la llamada de mis amigos para que salga un poco de este entorno solitario en el que me encuentro. Medio año volviendo a rebobinar mi vida para encontrarme con sus recuerdos, con sus sonrisas, con las mejores imágenes de nuestros buenos tiempos. Medio año atormentándome por dentro dudando si lo hice bien o mal con ella, en qué momento pude fallarle, cuánto podía haber dado más de mí mismo. Su larga enfermedad nos rompió a todos el corazón. Desde aquel octubre de 1995, en el que el doctor Barrena me anunció lo que había, llevo un rejón de muerte clavado sobre mi alma. ¡Y Dios, aún siendo Dios, es incapaz de quitármelo!
Tranquilo no hace falta que te asustes con el encendido del televisor. Le pasaba lo mismo a mi hermano con su tv viejo. Es un problema de bajadas y subidas de corriente del mismo televisor. Ella misma se pone en marcha, son aparatos viejos y tienen pequeñas corrientes electricas. Si te empieza a fallar con esto no creo que te lo arreglen, te irá pasando, pero no te asustes, no es nada mágico o más bien si es magia pero de la electricidad del mismo televisor viejo.
ResponderEliminarPero si no te quieres cambiar la tele y comprarte uno nuevo podrías pedir a los reyes un proyector y proyectas los canales de tv o las películas en la pared. Nosotros no tenemos tv y lo hacemos así y es más barato que las tv grandes...es como ver cine.
Emilio, mucha fuerza y ánimo en este camino por la vida.
Saludos,
Ia
Pero, Ia, si el televisor es super nuevo, una pantalla de plasma de 47". Se lo compré para ella porque yo no veo televisión. Y siempre ocurre que está encendida cuando vuelvo a casa de hacer las compras. Nunca me ha pasado estando yo en ella.
ResponderEliminar¡Seguro que son cosas de la electricidad!
¿No habéis salido de vacaciones?
Fíjate, Emilio, que mi hermano Antonio me ha contado que muchas veces al entrar en la habitación de su pobre hijo, fallecido recientemente, también se ha encontrado el televisor encendido... Yo, al contrario que Ia, sí creo que en estas "presencias", y sé de otras manifestaciones sobrenaturales parecidas. Se ve que nos cuesta irnos...
ResponderEliminarYo he contado lo que me ha pasado y no tengo más remedio que creérmelo, y como he dicho, me la encontrado encendida cuando llego a casa de hacer las compras. Evidentemente me creo lo de tu hermano Antonio.
ResponderEliminarBueno, yo creo que existen presencias pero el encendido del televisor lo veo como algo diferente. O es porque le pasa la electricidad al televisor (el botón de apagado y encendido) no apaga bien la tv y le pasa la corriente como a un grifo que no cierra bien y le pasa el agua. O la tv es sensible a alguna onda que la ponen en marcha (haciendo de mando a distancia), puede ser alguna onda de otra casa o de otra aparato.
ResponderEliminarA mis vecinos siempre se les abre la puerta del garaje cuando pasa otro vecino en coche. Son problemas de las ondas... si sois de letras falta encontrar algún amigo que sea físico y explique como va esto.
Y no quiero desilusionarios, pero yo cro que los muertos nos dan otro tipo de energía y nos desean lo mejor, no creo que se pasen el día encendiendo televisores.
Un abrazo a los dos y no quiero molestar sólo dejo mi opinión y cada uno tiene la libertad y de pensar como desee y le haga más ilusión.
I.
Nada de molestias, estamos entre amigos en plena tertulia, Ia. Pero a mi hermano nunca jamás le había ocurrido nada semejante ni al televisor de su pobre hijo. Ni a mi me ocurrió nunca con tantos aparatos, nuevos y viejos que ha habido y hay en casa. Ni creo que le haya ocurrido antes a Emilio. Puede ser que la energía esté en la mente de los dolientes que se resisten a la absoluta pérdida de un ser querido.
ResponderEliminarSe ha escrito mucho sobre el tema.
Es cierto. Yo noto a Pedro a mi alrededor, siento cómo me acaricia la cara, cómo está aquí. Soy muy miedosa y en cambio ahora no tengo miedo a quedarme sola en esta casa aislada al lado del mar porque se positivamente que él está conmigo y nada malo puede pasarme.
ResponderEliminarA mí tampoco creo que pueda pasarme nada, aunque estoy tan solo que todo me asusta.
ResponderEliminarPor cierto, ya estoy de vacaciones, así que a ver cuando te decides a venir.
ResponderEliminarTengo que pasar la ITV el jueves. Espero que me la aprueben y me pongo con contacto contigo.
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