DESDE MI TORRE: LOS AZULEJOS DE LA ZAPATA

La  idea -edilicia, según creo- de colocar algunos paños cerámicos en la zapata trianera ha vuelto a poner de actualidad al viejo arrabal y a enfrentar las diversas opiniones ciudadanas con una polémica sensata y llevada con naturalidad y señorío. Cada uno tiene sus propios gustos, y en estas cuestiones el consenso suele ser siempre difícil porque cada cual se cree estar en posesión de la verdad. Ya he dejado mi punto de vista: la zapata y el viejo malecón deben quedarse como están, pero bien limpios. Si según los datos de la corporación local el mantenimiento cuesta unos 80.000 euros anuales -¿tan cara han puesto la cal?-, habrá que gastárselos, que en muchas tonterías, y ésta no lo es, dilapida el dinero nuestro ayuntamiento. ¿Pero es que poniendo estos mínimos murales, que costarían 180.000 euros, ya no hay que blanquear? Creo que no hay un frente de una orilla tan hermoso como este que tiene el arrabal. Triana sabe a pueblo con el estado actual del querido murallón sin tener que convertirlo en un muestrario, más o menos acertado, de la   cerámica tradicional. Los bancos de San Jacinto, por poner un ejemplo, es para meter al autor en la cárcel.

Los proyectos, como los toros, deben mostrarse en los chiqueros y, si es posible, en el campo, y no a toro pasado, cuando ya hasta se ha adjudicado la obra y se ha hecho un gasto innecesario sin que la opinión ciudadana haya podido antes manifestarse. Aquí -y parece mentira en una democracia- todo se nos da como hecho, y nunca cuentan con las opiniones previas de los ciudadanos.

Estaba de viaje en Madrid cuando por internet me puse a ver el ABC de Sevilla y leí en la cartela de arriba sólo el mensaje del recuadro de Antonio Burgos, y por eso dije ayer que me enteré de lo del alicatado de la zapata. No había leído el artículo completo, pero mi buen amigo ha tenido hoy la gentileza de enviármelo, así como también ha tenido el mismo detalle enviarme un comentario la plataforma ciudadana "Salvemos a Triana... y a Sevilla" respondiendo a mi página de ayer. La cuestión de los azulejos es sólo de gustos, que no de gastos. Ver esos paños blancos con sus remates en color albero es una delicia  para mí, siempre que estén perfectamente cuidados. Verlos con murales cerámicos es una auténtica incógnita. Me he ganado la vida y la de los míos trabajando en uno de los mejores departamentos artísticos del país, por lo que creo que puedo equivocarme, pero que tengo una visión artística amplia. ¿Por qué no han probado a hacer una prueba con telones pintados de la misma dimensión para que todos hubiésemos podido opinar? Hubiese sido lo más fácil y lo más económico, pero cuando se tira con la pólvora del rey suele pasar esto...

Ya he dicho que no conocía el artículo completo de mi buen amigo Burgos, pero hemos coincido plenamente en todo. Por su interés, pues,  y porque creo que muchos de mis blogueros no conocen el artículo de Antonio, correspondiente al 29 del pasado mes de Mayo, elijo con placer los párrafos que se refieren al tema en cuestión y que el gran periodista tituló así:

METER LA ZAPATA

Que al Ayuntamiento lo dejaron entrampado hasta las cejas debe ser leyenda urbana. Está que literalmente lo tira. Se va a gastar 180.000 euros en estropear los históricos muros del río en la calle Betis, que están perfectos con su cal de Morón y su calamocha, tal como los dejó el ingeniero Manuel Pastor y Landero cuando aseguró la navegabilidad del Guadalquivir y ordenó sus márgenes en el XIX. Contemplar la orilla trianera del río desde la banda sevillana del Paseo Colón es una belleza. Ese muro histórico del río, por el sitio que los trianeros viejos llamaban de La Escalerilla, es como un cuadro, con el caserío de la calle Betis al fondo. Buenos, pues este Ayuntamiento de los 20 concejales, 20 que no tienen co...razones de para la Torre Pelli, como si fuera riquísimo, ha decidido gastarse 180.000 euros en estropear la que los trianeros llaman Zapata de la calle Betis. Quieren alicatarla hasta el techo con el nombre de Triana en azulejos y unas cuantas mariconadas más. Además de pusilánemes, horteras derrochando el dinero.

A Triana no le hace falta ninguna que le alicaten su nombre en la calle Betis. Que la aporcelanosen y conviertan estos cúrsiles en figurita de Lladró de sí misma. Si la Comisión del Patrimonio no lo remedia (que lo debe remediar, don Bernardo Bueno), antes de la Velá se habrán gastado 60.000 euros en estropear la Zapata con un mural cerámico de 11 por 4 metros, a 1.300 euros el metro cuadrado. ¿Por qué tiráis el dinero en estas horteradas, hijos míos? ¿Por qué metéis la pata con la Zapata de esta forma? Cuando aquello con una manita de cal de Morón, de K Pan K Lá, está como tiene que estar: perfecto. Menos azulejos y más cal. Y más en este Ayuntamiento, que está para un blanqueo. Porque se empieza decorando con azulejos la Zapata de la calle Betis y se acab queriendo alicatar hasta el techo la Giralda. Espero que Triana, que es mucha Triana, no se deje hacer tal perrería... Y si como habéis dicho, señores concejales, queréis "una nueva apuesta por el río y por el barrio", tumbad la Torre Pelli, hombre, para que no estropee el fondo de paisaje del Puente ni la torre de la O, ni El Patrocinio. ¡Ahí sí que tenéis apuesta! ¿Será por apuestas?

Al final será lo que quieran nuestros gobernantes edilicios, pero que al menos no falten las palabras a favor o en contra del proyecto, que yo, personalmente, estimo descabellado.